En la plaza de Arriba, se halla el Museo Arqueológico Jerónimo Molina, en un edificio manierista, del siglo XVI. Su origen está en la colección que reunió Molina como material didáctico para sus alumnos. Comprende diversas secciones: arqueología, etnografía, ciencias naturales y bellas artes. Reúne materiales cerámicos y otros útiles. Algunos de los ejemplos son el cipo de los jinetes, de finales del siglo V a.C. o una vasija de la edad del Bronce, de la cueva de los Tiestos.
Cerca del museo, se encuentra la pequeña Ermita de San José, de estilo barroco murciano de finales del siglo XVII. Uno de los lugares imprescindibles que ver en Jumilla.
Sobre la Puerta de Granada, se construyó la pequeña Ermita de San Roque, en la calle dedicada al santo, a principios del siglo XVI. La iglesia consta de una sola nave con un precioso piso de azulejería valenciana con motivos vegetales. Predomina el verde y el amarillo. Sólo se abre el día de San Roque (16 de agosto) para celebrar la tradicional procesión, desde 1592. Se recuerda la liberación de la población de las epidemias. De hecho, debía asistir un miembro de cada casa.
El Ayuntamiento ocupa el antiguo Hospital del Santo Espíritu en el que destacamos su balcón de forja . En el número 55 se halla una interesante casa modernista, uno de los lugares que ver en Jumilla.
En la calle Federico García Lorca descubrimos el Museo del Vino Juan Carcelén, visitable con previa cita. Y en la Ermita de San Antón se ha ubicado el Museo de Semana Santa. En él encontrarás una interesante colección de imaginería, estandartes y túnicas que ver en Jumilla.
La Ermita de San Agustín, fuera del casco urbano, fue construida hacia 1570 y era la última ermita del Camino de Granada. Todavía se despide aquí al Cristo de la Columna de Salzillo en las romerías a Santa Ana, marcando un límite entre ciudad y campo. Además, en su interior se guarda a la patrona, Nuestra Señora de la Asunción, desde el siglo XVIII. En su restauración, se pusieron en las dos cúpulas unas tejas azules y blancas, los colores de la bandera de Jumilla.
El Jardín del rey Don Pedro, en pleno centro, es el primer jardín que se diseñó en Jumilla. Con geométricos parterres, destaca su azulejería sevillana y el busto en bronce de Don Roque Martínez, obra del escultor Ignacio Pinazo. Posteriormente han ido apareciendo otros espacios verdes que ver en Jumilla: el Jardín de los Caños, antiguo lavadero, el Jardín Botánico del Pueblo Nuevo, el Parque de la Estacada y el Paseo del poeta Lorenzo Guardiola.