Entimadores mineros
Posiblemente éste sea – de entre todos los juegos tradicionales asturianos – el más característico de la región. Dada la identificación del territorio con la minería, recuerda el trabajo de preparar el cuadro de una galería en la mina colocando los troncos con la mayor perfección posible. Solo participan mineros o personas que hayan tenido unas determinadas categorías como mineros y se hayan retirado.
Se compite en equipos de dos personas, entibador y su ayudante, que provistos de hacha, pica y punterola deben de finalizar el trabajo en cuarenta minutos. Se puntúa según la perfección del trabajo realizado y según el tiempo empleado (si supera los 50 minutos se elimina al equipo). El cuadro debe de tener unas dimensiones mínimas: anchura de base 2,80 metros, luz del cuadro 1,40 metros, y altura 2,25 metros.
Las cantidades de arena a batear varían según las categorías – entre 10 y 20 kilos – por cada bateador; en ellas el jurado introduce entre 5 y 20 pepitas (según la categoría). Con todo el equipo preparado, el bateador se coloca en un cajón con arena, disponiendo de entre 10 o 20 minutos para extraer la mayor cantidad de pepitas. Al acabar de encontrar la pepita debe de levantar la batea para que se le cronometre el tiempo empleado.
La llave es un juego tradicional asturiano de lanzamiento de precisión. Se coloca un cajón y una “llave” clavada en el suelo; así se denomina a un clavo de hierro de entre 47 y 57 centímetros de altura y a tres “aletas” de la llave de distinto largo (entre 17 y 36 centímetros). La línea de marca desde la que se lanza se coloca a 14 metros de la caja de la llave. Se puede jugar “mano a mano” o por equipos. Se hacen tiradas de hierros acerados de entre 500 y 600 gramos de peso, con el objetivo de tratar de impactar en la “llave”.
Gana quien haga pasar la cinta más cercana al otro equipo por la marca, sin sentarse en el suelo. El ganador será el mejor de 3 tiradas. En caso de empate se elegirá campo, ya que primero se tira de un lado y luego del otro.
El objetivo es tirar del palo hasta levantar al contrincante o hacer que éste lo suelte. En el supuesto de que cada vez haya ganado uno de los dos, se tira una moneda y el ganador elije la tercera modalidad de tiru (por lo extremos o por el centro).
Otro de los juegos tradicionales asturianos que es idéntico a su homónimo cántabro, modificándose en éste caso el peso y el recipiente. Rememorando las carreras para traer la leche antes que los demás, en lugar de bidones de leche de 35 litros ahora se emplean pesas de similar peso, con una argolla.
Dependiendo de la edad, el sexo, o simplemente la dificultad que se le quiera dar, las cargas serán más o menos pesadas, habiéndolo convenido al principio del juego. El competidor debe de coger con cada mano una pesa, y andar todo el espacio posible sin depositar nunca alguna pesa en el suelo. El objetivo es recorrer la mayor distancia posible.
El lanzamiento de barra es una reminiscencia de los antiguos desafíos entre canteros; siendo muy similar a las modalidades que hay en Castilla y León y Cantabria. Se trata de lanzar una barra de unos 6 u 8 kilos lo más lejos posible. La marca válida para medir la distancia es la que genera al golpear el suelo el extremo de la barra. No es necesario que la barra quede hincada en tierra.
La cuarteada se trata de la modalidad de bolos autóctona de Asturias. Consiste en derribar la mayor cantidad de bolos desde una distancia, lanzando por el suelo una bola de madera de entre 500 y 800 gramos. El objetivo son nueve bolos grandes de 52 centímetros de altura y un bolo pequeño de 28 centímetros de longitud. Se puede jugar en las modalidades de mano a mano, por parejas, tríos, cuartetos y quintetos.