La clementina (Citrus clementina) es un fruto cítrico híbrido entre la mandarina y la naranja amarga. De ahí viene su sabor característico, con toques ácidos y dulces, lo que le proporciona un sabor equilibrado. Se caracteriza por no presentar semillas.
La Indicación Geográfica Protegida Clementinas de las Tierras del Ebro recoge las variedades de clementina: clementina fina, clementina hernandina y clemenules, de las categorías extra y primera.
Clementina fina: fruto de pequeño o mediano tamaño de forma variable, con el ápice deprimido. Presenta de 8 a 12 gajos con una pulpa de color naranja intenso y gran cantidad de zumo. Madura entre noviembre y enero.
Clementina Hernandina: procede de mutación espontánea de la anterior, con un fruto de mediano tamaño y ligeramente achatado. Presenta una superficie lisa menos aromática que su progenitora, con un sabor suave que no deja residuos al comer. Su periodo de maduración es en enero-febrero.
Clemenules: al igual que la anterior, procede de una mutación espontánea de la clementina fina, el fruto es de gran tamaño redondeado y de un color naranja intenso. La pulpa es anaranjada-rojiza , que no deja residuos al comer, y presenta un zumo bien equilibrado de buena calidad. Se recolectan de noviembre a diciembre.