Muy cerca de Barcelona, a tan solo 30 kilómetros por carretera de la gran ciudad, se encuentra un fascinante macizo rocoso considerado como la montaña más importante de toda Cataluña. Se trata de Montserrat, cuyo nombre puede traducirse como «monte serrado». Porque la montaña de Montserrat parece estar cortada a medida con una sierra, dando lugar a unas formas muy peculiares que le otorgan una innegable belleza. Pero dada su morfología, también es conocida como la montaña mágica y, por eso, en torno a ella hay muchas leyendas.
Naturaleza en la montaña de Montserrat
La montaña de Montserrat es un macizo de rocas duras formadas por un conglomerado de guijarros unidos por cemento calcáreo. Entre estas piedras también hay árboles y plantas, donde predomina el encinar con durillo. Aunque lo cierto es que, dadas las diferencias climáticas que hay entre una zona y otra del macizo, también son muy variables los tipos de vegetación que acoge. De este modo, en Montserrat también hay robledales, pinares y bosques de tejos. En realidad, en esta montaña de Barcelona se encuentran hasta 1250 especies de plantas.
También habitan en Montserrat muchas especies animales, siendo el jabalí, la salamandra, la ardilla y algunas aves como el halcón o la paloma torcaz las que más se dejan ver. No obstante, las personas que visitan día tras días este paraje natural no lo hacen movidas por su flora y su fauna, sino por su indiscutible belleza, su magia y su espiritualidad. Y es que no se debe olvidar que sus principales reclamos son el monasterio y su virgen, la Moreneta, quien, según cuenta la leyenda, decidió por sí misma quedarse para siempre en Montserrat.
Leyendas en torno a la montaña mágica
Las extrañas formas de las rocas que dan lugar a Montserrat han llevado a hablar de su posible origen fantástico y a inventar multitud de leyendas en torno a la que es conocida como la montaña mágica de Barcelona.
Una de las más famosas habla sobre el Cavall Bernat, una de las cimas más importantes de Montserrat. Dice la leyenda que, tiempo atrás, un leñador debía transportar montones de leña hasta el Río Llobregat. Para ayudarlo, se le apareció el diablo y le prestó un caballo llamado Bernat. Con el animal a su lado pudo hacer la tarea mucho más rápido y ganó mucho dinero, pero no le salió gratis. A cambio del favor, el leñador tenía que entregar diez años más tarde otro caballo de características parecidas. No obstante, cuando llegó el día de cumplir su promesa, el leñador no se acordó y tuvo que ser el diablo quien refrescara su memoria. La mujer del leñador, asustada, se puso a rezar ante la virgen y una luz brillante iluminó toda la zona. Tras esto, tanto el leñador como el caballo Bernat desaparecieron, pero en su lugar emergió una roca gigante que señalaba al cielo.
Pero esta no es la única fábula que gira en torno a la montaña de Montserrat. Hay otra, por ejemplo, que dice que en ocasiones es visitada por ovnis. Según cuentan, extraños objetos voladores hacen parada en el macizo y ese es el motivo por el que un grupo de aficionados a la ufología se reúne el 11 de cada mes en la llamada explanada de los avistamientos de Montserrat. Pero que estos ovnis se dejen ver en Montserrat no es casualidad. Según la leyenda, esto ocurre, por un lado, porque en este macizo confluyen energías cósmicas. Por otro, porque en lo más profundo de sus entrañas se esconde el Santo Grial, y este da lugar a fenómenos mágicos.
Espiritualidad en Montserrat
Aunque esto último no sean más que leyendas, lo que sí está confirmado es que en la montaña mágica de Montserrat se encuentra la abadía homónima, en la que actualmente viven unos 80 monjes. Pero ellos no están solos allí, sino que cada día reciben en su hogar a multitud de personas que se acercan a conocer a la Moreneta.
La Moreneta es el nombre con el que se conoce popularmente a la virgen de Montserrat y, como la montaña en sí misma, también es particular. Se trata de una talla románica policromada que data del siglo XII, cuya característica más destacada es su piel de color negro. Desde el año 1947 está entronizada en un retablo de plata y, desde 1881, es patrona de Cataluña.
Por supuesto, en torno a ella también existen leyendas. Hay una que cuenta que, un sábado del año 880, unos pastores presenciaron el descenso de una fuerte luz desde el cielo, acompañada de una música melódica. Lo mismo ocurrió durante las siguientes cuatro semanas, e incluso el rector de Olesa de Montserrat pudo corroborar los hechos. El obispo de Manresa organizó una visita para averiguar lo que pasaba, y así encontraron a la virgen en el interior de la Santa Cueva. Entonces trataron de mover la figura, pero pesaba tanto que les resultó imposible. Así, el obispo entendió que el deseo de la Moreneta era quedarse allí, y por eso construyeron a su alrededor un centro de peregrinación.
Montserrat es una bella montaña con muchos espacios por visitar. Además de lo mencionado, cuenta con lugares como la Plaza de Santa María o un museo. Pero, a su vez, es una montaña mágica repleta de historias fantásticas, otro motivo más para irla a visitar.
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