Cuando pensamos en las obras más insignes del modernismo, enseguida nos vienen a la mente Gaudí y las construcciones visionarias que dejó en Barcelona y en alguna otra ciudad. Sin embargo, hay obras de otros arquitectos igual de notables, como el Hospital de Sant Pau, que tiene un curioso antecedente salido del mismo autor. Ese antecedente es el Instituto Pere Mata, que, además, se encuentra en la ciudad donde nació Antoni Gaudí.
Los pacientes con dolencias psiquiátricas de la zona de Reus, en Tarragona, tienen como centro de referencia el Instituto Pere Mata, en esa misma ciudad. Aún hoy, una de las joyas del modernismo europeo sigue cumpliendo la función para la que fue creada hace más de un siglo. Y también nos sigue maravillando como entonces. Tanto, que hay quienes lo consideran el hospital psiquiátrico más hermoso del mundo.
Los orígenes del Instituto Pere Mata
Cuando el doctor reusense Emili Briansó conoció las condiciones en que vivían los enfermos mentales de Ca l’Hostoles, no tardó en comprender la necesidad de un nuevo centro más adecuado. Gracias a sus contactos entre la élite local, Briansó pudo reunir los recursos para el proyecto, y no solo eso, sino que se haría cargo de él uno de los arquitectos más brillantes del naciente modernismo, Lluís Domènech i Montaner.
El plano del conjunto, fechado en 1917, recogía las ideas más modernas de su tiempo, como la distribución en pabellones y la abundancia de jardines. La distribución seguía los cánones de su tiempo, con divisiones según la dolencia, el sexo y la clase social de los pacientes. En marzo de 1900 abría sus puertas el Instituto Pere Mata, hasta el día de hoy.
El Instituto Pere Mata, la joya escondida de Reus
Situado en una zona de las afueras de la ciudad, al acercarnos al Instituto Pere Mata pronto distinguimos la torre del depósito de aguas y lo bien integrado que está el complejo en el entorno. El conjunto de pabellones y dependencias reúne los rasgos característicos de Domènech i Montaner, como son el ladrillo descubierto, los homenajes a la estética medieval y el uso de paneles cerámicos, que imprimen a las fachadas un aire inconfundible.
El Instituto Pere Mata es interesante por muchas razones, pero una de ellas es que prefigura la estética de la que probablemente sea la mayor obra de Domènech, el Hospital de Sant Pau de Barcelona, con el que comparte muchos rasgos. Actualmente, además de hospital psiquiátrico y centro de consultas para esta especialidad de la Seguridad Social, el Instituto Pere Mata es un importante centro de formación e investigación.
El pabellón número 6
De los 11 pabellones que contemplaba el diseño del arquitecto, el número 6 es sin duda el más espectacular. Más conocido como Pabellón de los Distinguidos, estaba destinado a los pacientes más acomodados, y en su resultado participaron algunos de los colaboradores más estrechos de Domènech i Montaner, grandes especialistas en esgrafiados, vitrales y pavimentos cerámicos.
La planta baja, que reunía los espacios comunes, muestra una deslumbrante ornamentación, mientras que los dormitorios aún conservan el mobiliario original. En el exterior, ángeles, blasones, flores y otros muchos motivos de inspiración medieval dan la bienvenida al visitante. Este pabellón, no en vano, goza de una protección especial y es el único que actualmente abre al público a modo de museo.
Reus y su arquitectura
A pesar de ser la ciudad natal de Gaudí, Reus no cuenta con obras de su genio local. Sin embargo, el patrimonio de la ciudad perteneciente a ese estilo es enorme, con un catálogo de casi 80 edificios. Vale la pena recorrer la huella art-nouveau de la que fue la segunda ciudad catalana en aquel tiempo.
Ruta por la edad dorada de Reus
El centro de Reus es llano y agradable de recorrer. En sus calles es fácil darse cuenta de que una gran cantidad de edificios lucen una placa a sus pies, que indica que forman parte del legado modernista de la ciudad. En la plaça del Mercadal se alza la Casa Navàs, también de Domènech i Montaner, con su exquisito mobiliario original. Del mismo insigne arquitecto son las casas Rull y Gasull, juntas en la calle Sant Joan.
Algunos arquitectos locales como Pere Caselles también aportaron muchas y vistosas casas para las familias destacadas de la ciudad, así como edificios públicos: la Escuela Prat de la Riba, la Estació Enològica o la biblioteca municipal.
Más allá del modernismo
Ya antes del esplendor modernista, Reus se destacó entre otras ciudades. Así lo demuestra el magnífico Palacio Bofarull, de finales del siglo XVIII, o el elegante Santuario de Misericordia, dedicado a la patrona de la ciudad.
El lugar más antiguo que se puede visitar es, no obstante, la Iglesia Prioral de Sant Pere, levantada en el siglo XV sobre restos románicos. Por lo demás, basta acercarse al Cementerio General, neoclásico, o ver algunas de las muchas esculturas que ostenta Reus para darse cuenta de la preeminencia que una vez tuvo esta localidad.
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