Descendiendo por Hortaleza hasta su confluencia con Gran Vía llegaremos por esta a la Plaza de Chueca, auténtico centro neurálgico de la zona. A continuación, encontrarás todo lo que hay que ver en Chueca.
En la calle Augusto Figueroa se halla el Mercado de San Antón, recientemente restaurado según un modelo de mercado sostenible y chic. Este popular mercado (citado por Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta) era un mercadillo callejero que abastecía al barrio de Justicia.
El actual edificio está integrado por tres plantas donde se venden distintos tipos de productos. Podemos hacer incluso nuestra propia compra para que nos los cocinen en La Cocina de San Antón, restaurante instalado en la tercera planta del mercado.
Bajando por la calle Barquillo llegaremos a la Plaza del Rey, donde se encuentra la Casa de las Siete Chimeneas. Es una mansión del siglo XVI que debe su nombre a las siete chimeneas que la coronan. Actualmente acoge al Ministerio de Cultura.
Es un edificio rodeado de leyendas amorosas, en el que, algunas noches, el fantasma de una de las amantes de Felipe II aún vaga afligida por sus estancias, haciendo tintinear las monedas que el monarca le dio para su desponsorio.
Rumbo a Hortaleza por la calle Infantas nos encontraremos con la Plaza de Pedro Zerolo, una plaza muy importante que ver en Chueca. Esta plaza es el epicentro del barrio y aglutina parte de las actividades de las fiestas del Orgullo. La plaza está rodeada por una combinación de fachadas decimonónicas y otras más modernas.
Bajo él se sitúa un moderno aparcamiento, obra de Teresa Sapey, cuya entrada está decorada con un gran lazo rojo (símbolo de la lucha contra el sida). Su interior lo conforman una serie de espacios de decoración colorista con citas del infierno de la Divina Comedia de Dante.
Continuando por Infantas llegaremos hasta la calle Fuencarral, límite entre Chueca y Malasaña y uno de los principales ejes de la moda juvenil y alternativa de Madrid, focalizado en el Mercado de Fuencarral, expositor de las nuevas tendencias.
Un poco más al norte, a la altura del metro Tribunal, se encuentra el Museo de Historia, antiguo Museo Municipal y antaño Hospicio de Madrid. Sus joyas principales son el lienzo Alegoría de Madrid, de Goya y San Fernando ante la Virgen, de Luca Giordano.
También merece la pena admirar la entrada barroca del edificio. Se trata de un capricho churrigueresco esculpido por Juan Ron en 1721 para completar el edificio diseñado por Pedro de Ribera, a principios del siglo XVIII.
No exageramos si afirmamos que lo más importante que ver en Chueca son sus tiendas que marcan tendencia, por las que se suelen ver a los cool hunters buscando ideas.
En Chueca los amantes de la moda podrán campar a sus anchas, recorriendo los locales regidos por firmas internacionales o las tienditas con encanto de pequeños diseñadores. Algunos puntos de cita inexcusable son el espacio de la diseñadora Elisa Bracci, personaje fundamental en la Movida Madrileña. Otros sitios son Luxenter, donde encontrar joyas atrevidas. Zadig & Voltaire, con sus prendas de punto y sus múltiples camisetas o incluso Elsa, una francesa instalada en la calle Piamonte que apuesta por los sombreros para la mujer.
Para recuperar fuerzas no estaría de más hacer una parada en el Café Belén o en el Bristol Bar para después, y ya por último, completar nuestra visita al barrio con un recorrido por sus galerías de arte. Dos merecen especial atención: la Galería Moriarty y la Galería Juana.
La Galería Moriarty fue durante la “Movida Madrileña” uno de los lugares de reunión más importantes de la cultura y contracultura de Madrid. La Galería Juana de Aizpuru desde que se instaló en Madrid en 1983 continúa siendo uno de los buques insignias del galerismo privado español.
Fíjese en la variedad de lo que hay que ver en Chueca, barrio plural por autonomasia.