Algo imprescindible que ver en Alzira es el casco histórico de La Villa, donde todavía se evidencian los estragos de las riadas de 1982 y 1987. Sin embargo, subsiste la portada renacentista con el escudo de la ciudad del Convent de les Llucies. Éste daba acceso al antiguo hospital, junto a las Murallas del Viejo Mercado y la Casa Consistorial.
En frente se encuentran las ruinas de la Casa Real (s. XIII, interesante que ver en Alzira), residencia de Jaime I en sus estancias en esta Vila Real. Aquí tuvo lugar su abdicación de la corona y su fallecimiento en 1276. En la calle de Santa Llúcia se encuentra el Museo Fallero que alberga los ninot indultados cada año.
La Casa Consistorial, en el carrer de Sant Roc, es el edificio más importante de la villa. Se construyó entre 1547 y 1603, con mezcla de elementos renacentistas y barrocos.
En el interior destaca el Salón Noble, con un artesonado magnífico. También llama la atención el Retablo de San Silvestre obra de Vicente Requena (1597) y la Inmaculada (del desaparecido convento de San Francisco) así como pinturas del artista alcireño Andreu Sentamans. En su Archivo Municipal se custodia el códice miniado del siglo XIV denominado Aureum Opus.
En la cercana plaza de la Constitución se alza el Monumento a la Constitución con relieve escultórico debido a Leonardo Borrás. Allí se encuentra la Iglesia de Santa Catalina. Cuenta con elementos góticos y renacentistas y una portada barroca de Gaspar Díes (1692).
Cabe destacar la interesante Capilla de Nuestra Señora de la Murta que ver en Alzira, la cofradía de los santos Bernardo, Gracia y María. También un altar neobarroco de San Bernardo en cuya hornacina se hallan las reliquias de los hermanos mártires, patronos de la ciudad. Su torre gótica con espadaña está semienterrada y el campanario presenta una leve inclinación.
En la Plaza Cassasús se encuentra el palacio del siglo XVIII que le da el nombre y la estatua del filósofo Ibn Tumlus, conocido también como Abén Tomlús.
En la parte oeste que ver en Alzira se encuentra el Parque de Arabia Saudita con los restos restaurados de las Murallas del Viejo Mercado. La tapia y el camino de ronda islámico con arcos de ladrillo fueron recrecidos en época cristiana. Junto a ellos se hallan los restos de la Ermita de la Sangre (ss. XVI y XIX).
En el Pont de Sant Bernat (s. XIII) en 1717 se instalaron los Casalicios con los patronos. La eliminación del brazo del río Júcar en 1967 los hizo desaparecer y se urbanizó la avenida.
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