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Qué ver en Talavera de la Reina

Dónde dormir en Talavera de la Reina

La ciudad de la cerámica

La estratégica ubicación de Talavera de la Reina, en la extensa y fértil vega del río Tajo, ha definido la fisionomía de la ciudad. Así mismo, es clave en su pujante actividad comercial, haciendo de ella uno de los focos económicos regionales más dinámicos. A pesar de las guerras la localidad, conocida en toda España por su cerámica, conserva un rico patrimonio histórico y artístico. A continuación, no te pierdas la historia y lo que ver en Talavera de la Reina.

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En esta importante localidad hay excelentes paseos y  gran variedad de monumentos. Tanto ellos como los museos generan una notable variedad en lo que ver en Talavera de la Reina. Recorrer la ciudad lleva una jornada completa. Un plan inexcusable es buscar oportunidades entre los comercios y talleres de la famosa cerámica talaverana. Siempre hay buenas oportunidades, e incluso pueden encargarse piezas a medida.

La gastronomía local es excelente, con posibilidades de tapeo a buen precio, así como acogedores hospedajes. Los mejores quedan en las páginas sobre Dormir y Comer en Talavera de la Reina. Para continuar la escapada por la provincia de Toledo se puede ir en dirección oeste hasta la fortificada Oropesa. En sus inmediaciones hay múltiples opciones de turismo activo, tanto acuáticas como de montaña .

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¿Quieres conocer este sitio?

Antes de pasar a lo que ver en Talavera de la Reina, conoce su historia. El asentamiento sobre el que hoy se alza la ciudad estuvo originariamente poblado por tribus carpetanas bajo el nombre de Aebura. Fueron los romanos, conscientes de su valiosa ubicación natural, los que potenciaron el desarrollo de esta comarca. Estos decidieron llamarla Caesarobriga. Bajo el dominio visigodos llegó un nuevo cambio, recibiendo la denominación de Ébora.

Hacia el 602, el rey Liuva II regaló a la ciudad la imagen de la Virgen del Prado, patrona de talaverana. Aunque no se sabe con certeza, muchos historiadores datan la antigüedad de la imagen actual en el siglo XI. Por lo tanto, no sería la original. Finalmente, en el año 712 fue conquistada por los árabes, quienes la fortificaron y bautizaron como Talabayra.

Alfonso VI retomó la ciudad en el año 1083 mientras que, en 1328, Alfonso XI le puso el apellido de “de la Reina”. La razón fue que se la donó como parte de las arras a su esposa, María de Portugal. Su condición como principal sede de las ferias de ganado de la Mesta, así como la fama de su cerámica, propiciaron un desarrollo económico y urbanístico sin parangón durante los siglos XV y XVI. Tal auge fue reforzado por la creación, en 1748, de la Real Fábrica de Tejidos de Seda, Oro y Plata.

Foto Antigua Jardines del Prado en Talavera de la Reina
Jardines del Prado en Talavera de la Reina

Por otro lado, en sus inmediaciones tuvo lugar la Batalla de Talavera. La contienda enfrentó a los franceses y al ejército anglo-español del general Wellesley durante la Guerra de la Independencia de España. Fue el inglés quien consiguió la victoria, recibiendo por ello el título de vizconde de Talavera de la Reina. Tanto en esta liza como en las guerras carlistas se destruyó una parte importante de su rico patrimonio.

Más tarde, en julio de 1936, la población de Talavera de la Reina se mantuvo fiel a la República, cambiando su nombre por Talavera del Tajo. En las semanas siguientes los milicianos asesinaron a una parte de la población local de ideario derechista. Además, destruyeron gran parte de la imaginería religiosa de sus templos. La entrada de los franquistas meses después supuso una sangrienta represión para los simpatizantes de la República.

El plan de regadíos del Alberche, puesto en marcha tras la guerra civil de 1939, atrajo a las gentes de las comarcas colindantes. Con ello se motivó un inmenso despegue urbanístico y demográfico. Gracias a ello, hoy es la segunda ciudad más poblada de Castilla-La Mancha.

Ahora, descubre lo que ver en Talavera de la Reina.

La cerámica es parte esencial de la localidad y, por tanto, de lo que ver en Talavera de la Reina. Las primeras piezas de dicha artesanía datan del siglo XII. Pese a ello fue en el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones, cuando alcanza su máximo esplendor. La actividad inició un período de decadencia en el 1800.

En 1908, la entrada en escena de Enrique Guijo y Juan Ruiz de Luna daría un empuje extraordinario a la cerámica talaverana. Con la intención de dar a conocer esta actividad artesanal tan importante para la economía y la historia de la ciudad nació el Museo de Cerámica Ruiz de Luna. Sin duda, se trata de uno de los lugares que ver en Talavera de la Reina siempre. También resulta obligatorio acercarse a alguno de los numerosos alfares.

Aunque la Talavera de la Reina más conocida es la de los altos edificios, el casco antiguo es digno de visita. Accediendo a la ciudad por la carretera que unía Madrid con Extremadura, se alza la Basílica de Nuestra Señora del Prado. Este es el edificio religioso más representativo de la ciudad. El templo, originariamente mudéjar, es hoy una combinación del estilo renacentista y barroco. Dentro del conjutno sobresale el lujoso camarín de la Virgen del Prado, patrona de los talaveranos. Felipe II la denominada “Reina de las Ermitas”, siendo conocida como la “Capilla Sixtina de la cerámica”. Tal sobrenombre fue suscitado por la impresionante colección de azulejos que decora sus paredes.

Justo al lado de la basílica, hay otro elemento que ver en Talavera de la Reina. Se trata de la Plaza de Toros popularmente conocida como La Caprichosa. El coso debe su fama a que en su enfermería murió, en la trágica corrida del 16 de mayo de 1920, el matador de toros Joselito. Tanto la plaza como el santuario se sitúan en los Jardines del Prado, decorado con la cerámica de Ruiz de Luna. Este espacio se extiende, hacia el río, con el Parque de la Alameda, zona ajardinada que alberga el recinto ferial.

Siguiendo la Ronda del Cañillo, paralela al río y al paseo recientemente recuperado, se alcanza el casco antiguo. El conjunto se encontraba rodeado por dos recintos amurallados de origen árabe. Del primero (siglos XII y XIII) se conservan las Torres Albarranas de las calles Carnicerías, Corredera del Cristo y Charcón. Del segundo espacio amurallado queda la Puerta de Sevilla. El paso es un sencillo arco de medio punto mandado construir por el arzobispo Quiroga en 1579.

Basílica de Nuestra Señora del Prado y Parque de la Alameda que ver en Talavera de la Reina
Parque de la Alameda. Al fondo, Basílica de Nuestra Señora del Prado

La Plaza del Pan es el centro administrativo y uno de los lugares que ver en Talavera de la Reina más característicos. En un lado se alza la Colegiata de Santa María la Mayor, construida a finales del siglo XII sobre la base de una mezquita. Fue reformada en el siglo XIV, siguiendo el modelo de la Catedral de Toledo. Destaca el bello rosetón hispanoflamenco de su portada y el claustro gótico. Allí reposa enterrado Fernando de Rojas, autor de La Celestina y exalcalde de Talavera.

En la misma plaza se encuentran también la antigua Casa Consistorial, palacio del siglo XVI con portada renacentista. También se alzan el antiguo Palacio Arzobispal, de estilo barroco y el Hospital de la Misericordia. Dicho edificio data del siglo XVII, siendo hoy sede del Centro Cultural Rafael Morales. Muy próximo a éstos se encuentra el Teatro Victoria, construcción de 1913 de fachada decorada con cerámica.

En la plaza de San Pedro, corazón del casco antiguo de la ciudad, se sitúa el Convento de las Madres Bernardas. Templo barroco construido en el siglo XVII, es un bonito rincón que ver en Talavera de la Reina. Por el costado izquierdo del convento se abre la Plaza de San Agustín. En ella se erige la Iglesia de San Agustín el Viejo (s. XVII), realizada por Fray Lorenzo de San Nicolás. El edificio, ejemplo del barroco de ladrillo, alberga en la actualidad el Museo de Cerámica Ruiz de Luna.

La calle de San Agustín se dirige hacia el Convento de San Jerónimo o San Prudencio. Tal edificio que ver en Talavera de la Reina luce una magnífica cabecera diseñada por Juan de Herrera, arquitecto del Monasterio de El Escorial. Su función actual es la de un centro cultural. Tras el templo, mirando hacia el Tajo, se halla el Museo Etnográfico que recoge parte de la historia, las costumbres y las tradiciones de la zona. El espacio se ubica en uno de los pocos edificios civiles del siglo XVIII que se conservan en Talavera. Desde él se pueden contemplar dos de los tres puentes que cruzan el río. Estos son el Puente Viejo (de supuesto origen romano) y el Puente de Hierro, un alarde de la revolución industrial inaugurado en 1908.

Más alejada de lo que en otra época fuera el centro de la ciudad se halla la Iglesia de Santiago el Nuevo. Tan magnífica muestra de arte mudéjar fue declarada Monumento Nacional en 1931. Ya fuera del recinto amurallado queda visitar la Iglesia de Santiago el Viejo, fundada por la Orden de Santiago en 1226. Asimismo, no tienen desperdicio la Iglesia de San Andrés, de la que destaca el artesonado de la Capilla Mayor, o el Convento de las Carmelitas Descalzas. En el interior se conservan un relicario con una carta autógrafa de Santa Teresa de Jesús y dos esculturas de Pascual de Mena (s. XVIII).

El sábado posterior a Semana Santa, la ciudad se engalana para celebrar su fiesta más antigua. Declarada de Interés Turístico Nacional, la Fiesta de Mondas tiene sus orígenes Roma. Concretamente, en la ofrenda realizada a la diosa Ceres que solían realizar los habitantes romanos. Con esto concluye el repaso a lo mejor que ver en Talavera de la Reina.

Imagen principal: Telèmac

Imprescindibles

Museo de la Cerámica en Talavera de la Reina
Museo de Cerámica
Colegiata de Santa María Mayor en Talavera de la Reina
Colegiata de Santa María Mayor

Datos prácticos

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Coordenadas

39° 57′ 30″ N, 4° 49′ 58″ W

Distancias

Toledo 76 km, Madrid 116 km.

Aparcamiento

Calles Juan Carlos I y Felipe Sanz El Tío Caracas (en las inmediaciones del campo de fútbol).

El Recinto Ferial dispone de numerosas plazas de aparcamiento (excepto los miércoles). Todos gratuitos.

Altitud

373 m.

Habitantes

88 548 (2013).

Otros destinos próximos

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Estas son otras fiestas que ver en Talavera de la Reina: Semana Santa (de Interés Turístico Regional), Mondas (de Interés Turístico Nacional, el sábado posterior a Semana Santa), Feria de San Isidro (del 15 al 18 de mayo), Virgen del Prado, patrona de la ciudad (8 de septiembre), Feria de San Mateo (del 21 al 23 de septiembre).

He aquí otros eventos que ver en Talavera de la Reina. Mercado de San Jerónimo (primer sábado de mes).

La cerámica de Talavera, mundialmente famosa, se puede adquirir en diferentes alfares (talleres de alfareros). Destacan Artesanía Talavera, Alfar El Carmen, Cerámica Rosi y Cerámica San Ginés. Otra artesanía típica talaverana es la de la guarnicionería, disponible en los talleres de Ángel Rubio y en Armando Carrillo Esteban.