Procesiones tradicionales y Desfiles bíblicos forman la Semana Santa de Lorca.
La Semana Santa de Lorca es una de las Semanas Santas más imponentes de España. Durante diez días Lorca conmemora la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo. Los llamados Desfiles Bíblicos han aportado a la Semana Santa de lorca un carácter diferente al de cualquier representación en el panorama de estas festividades en España.
La peculiaridad de la Semana Santa de Lorca reside en que en los desfiles no sólo se recrean episodios de la Pasión, narrados en el Nuevo Testamento, como es tradicional en todas las procesiones, sino que se incorporan escenas del Antiguo Testamento en las que participan caballos que tiran de bigas, cuádrigas, carrozas, etc., en medio de una impresionante escenografía.
La organización de la Semana Santa de lorca corre a cargo de seis cofradías, a las que también se las conoce por los colores distintivos de sus pasos:
• Paso Blanco de la Archicofradía Ntra. Sra. del Rosario
• Paso Azul de la Hermandad de Labradores
• Paso Encarnado de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre
• Paso Morado de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón
• Paso Negro de la hermandad de la Curia
• Archicofradía de Jesús Resucitado
Son dos las cofradías que participan en los desfiles bíblicos vivientes y las que aportan los caballos, las de los Pasos Blanco y Azul, por lo que han adquirido un papel predominante hasta el punto de que son conocidos los enfrentamientos entre los lorquinos seguidores de unos y otros.
En 1855 tuvo lugar el primer Desfile Bíblico, compuesto por un grupo de treinta personas de la Archicofradía de Ntra. Sra. del Rosario (Paso Blanco) representando La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y un año después la Hermandad de Labradores (Paso Azul) participó con la primera escenificación del Antiguo Testamento, La calle de la Amargura.
Las procesiones tradicionales en la Semana Santa de Lorca contaban ya con muchos más años de antigüedad pero es sobre todo desde 1905 cuando se desarrolla la celebración como se conoce en la actualidad y que se ha ido agrandando y perfeccionando con el tiempo.
Son cuatro los grandes desfiles bíblicos de la Semana Santa de Lorca: Viernes de Dolores, Domingo de Ramos, Jueves Santo y Viernes Santo y tienen lugar en la avenida de Juan Carlos I, a la que se acondiciona previamente echando sobre el asfalto una capa de tierra para impedir resbalones de los caballos y se ilumina con grandes focos. A ambos lados de la avenida se disponen unas gradas donde se sitúa el público. Para contemplar los dos principales desfiles bíblicos-pasionales, en Jueves Santo y Viernes Santo, se requieren los correspondientes abonos.
Un capitulo aparte merece la confección de los trajes de los diferentes personajes que participan en los desfiles, con sedas, terciopelos y sobre todo preciosos bordados. Los Pasos Blanco y Azul muestran sus bordados en exposiciones extraordinarias de Semana Santa de Lorca. Los bordados han sido presentados a la UNESCO para solicitar la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la técnica del bordado lorquino.
Son muchos los episodios bíblicos representados por las diferentes cofradías en la Semana Santa de Lorca. El Grupo del Rey Salomón es uno de los más antiguos del Paso Blanco. Salomón desfila en un carro, con la parte frontal de nácar, portando un manto espectacular con un medallón central en el que está representado el propio Rey, ante el Templo de Jerusalén, conduciendo el mismo carro con el que desfila en procesión y ataviado con el mismo manto. En el grupo de la Visita a Salomón de la Reina de Saba, al rey lo acompañan su hijo, Manelik I, fundador de Etiopía y una escolta de jinetes abisinios, entre otros. El paso Blanco cuenta con un Museo de Bordados MUBBLA
El Paso Azul interviene con varios grupos de cuádrigas de diferentes emperadores de la dinastía de los Flavios. Tras la Carroza de Nerón, se despeja de figuras la procesión pues comienza la Carrera de Cuatro Cuádrigas, momento muy impresionante. Los emperadores aparecen ricamente ataviados con mantos bordados en seda y oro. También es impactante el Carro del Triunfo del Cristianismo o del ángel caído en el que aparece la figura del demonio encadenado y siete niñas, vestidas de morado, representando los pecados capitales. Después de este grupo comienza el cortejo que representa escenas de la Pasión.
La noche especial para el Paso Encarnado es el Jueves Santo cuando su Procesión del Silencio discurre silenciosa por las calles del Barrio. Los Costaleros que portan el Cristo de la Sangre desfilan uniformados con un traje de Infantería de época. La Archicofradía Encarnada cuenta con tres bandas de música, Banda Romana, Banda de Costaleros y Banda de la Virgen de la Soledad.
El Paso Morado sale, la tarde del Jueves Santo, en la procesión del Perdón, a la manera tradicional y con gran solemnidad; y en una Procesión penitencial, la mañana de Viernes santo. La cofradía cuenta con un Museo de Bordados.
El Paso Negro recorre el casco antiguo Sábado de Pasión a las 21:30 h. en la Procesión de la Soledad.
Por último, la Archicofradía de Jesús Resucitado pone punto final a la Semana Semana el Domingo de Resurrección recorriendo en procesión las calles de Lorca con la imagen de Jesús Resucitado a hombros, entre pétalos de flores y muestras de alegría.
Los bordados en oro y sedas de los pasos Azul y Blanco ha sido declarados Bien de Interés Cultural y la ciudad de Lorca ha presentado la candidatura a la preselección de bordado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Son muchas las mujeres de la localidad que participan todos los años en la realización de nuevos bordados y arreglos de vestuario.
El Ayuntamiento se ocupa de la instalación de carpas en el entorno de las procesiones para que los participantes se puedan resguardar, en caso de lluvias, y proteger así sus valiosas y delicadas vestimentas. Los espectadores, tanto paisanos de Lorca como los miles de visitantes de toda España, por supuesto que también pueden hacer uso de las carpas.
La últimas ediciones de la Semana Santa de lorca han estado marcadas inevitablemente por el recuerdo de los terremotos de mayo 2011, y los daños causados también a alguna cofradía que se ven inmersa en la restauración de sus capillas.
