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La catedral más antigua de España

Basílica de San Martiño de Mondoñedo, la catedral más antigua de España

Una de las primeras cosas que uno debe saber cuando se acerca a la basílica de San Martiño de Mondoñedo es que muchos expertos la consideran la catedral más antigua de España. La iglesia actual fue construida entre los siglos XI y XII, cuando se convirtió en sede episcopal. Los siglos han pasado por este templo, un hecho que se convierte en sensación cuando uno queda delante de sus antiguos muros románicos.

Así es la catedral más antigua de España

Basílica de San Martiño de Mondoñedo, en Foz
Basílica de San Martiño de Mondoñedo, en Foz. | Shutterstock

Los orígenes de este título de catedral más antigua de España se remontan al siglo XI, aunque parece que su nacimiento como templo se encuentra mucho antes. Concretamente, en el siglo VI, cuando los cristianos bretones huyeron de sus enemigos en Britania, la actual Gran Bretaña, para instalarse en la Mariña lucense. Fundaron entonces un monasterio que muchos consideran el antecedente directo de esta basílica.

En cualquier caso, San Martiño de Mondoñedo fue, en el siglo XI y durante un tiempo, doble sede episcopal. Por un lado, del obispado dumiense, que se trasladó desde Dumio, la actual Braga, huyendo de los musulmanes. Por otro lado, desde Bretoña, la actual Santa María de Bretoña, donde estos bretones se asentaron. Al obispado de Dumio, ya en el siglo IX o principios del X y bajo el mandato del obispo Sabarico de Dumio, le correspondió la construcción o quizá reconstrucción de la iglesia.

A comienzos del siglo XII, sin embargo, se trasladó la sede catedralicia. Demasiado cerca de la costa, era cada vez más necesario prevenir las posibles invasiones marítimas, así que se movió a unos veinte kilómetros al interior del litoral. A un lugar llamado Vallibria que, en recuerdo de este primitivo episcopado, tomó su nombre, Mondoñedo, y se convirtió en el municipio que es hoy.

La basílica, por su parte, pasó a ser iglesia parroquial en el siglo XVII. No sería hasta 2007 cuando recibiría el título de basílica menor, al tiempo que se producía una de las restauraciones más importantes de su historia.

Una basílica peculiar

Una imagen más cercana de la basílica de San Martiño de Mondoñedo
Una imagen más cercana de la basílica de San Martiño de Mondoñedo. | Shutterstock

Declarado bien de Interés Cultural en 1931, el estilo predominante del templo, que sigue los cánones del románico lombardo-catalán, es poco habitual en el Norte. Los expertos señalan que fue sobre todo a finales del siglo XI cuando tomó la imagen que hoy puede observarse, pero es sencillo apreciar sus diferentes fases y etapas de construcción. Fabricada con mampostería pizarrosa y sillería granítica, consta de tres naves cubiertas de madera. Llama la atención sus dimensiones, el tamaño de la nave principal del templo y los grandes contrafuertes, que se añadieron en el siglo XVIII. La torre-campanario quedó adosada en el lateral derecho.

Es posible visitar el espacio interior, aunque no siempre se encuentra disponible para el público. Los horarios de apertura y cierre deben consultarse antes de acercarse a la iglesia si uno quiere asegurarse del éxito de la visita. Si el conjunto llama la atención por sus dimensiones, el interior puede interesar especialmente por el estupendo conjunto de pinturas murales halladas en la bóveda hace apenas quince años, durante una restauración. Fueron realizadas en el siglo XII.

Hay que detenerse también en el conjunto escultórico de la basílica, especialmente en lo que respecta a los capiteles. De los once localizados en el templo, nueve pertenecen a un escultor anónimo con estilo propio que ha pasado a ser conocido como el Maestro de Mondoñedo.

Leyendas y encanto gallego

Ábside de la basílica
Ábside de la basílica. | Jaume Meneses, Wikimedia

Como buen enclave gallego, este templo tiene sus leyendas asociadas. Aunque en este caso debe hablarse de leyenda pegada a la realidad, pues las historias sobre todo las protagoniza San Gonzalo, obispo que propició un gran impulso en la iglesia. A San Gonzalo, cuyo sepulcro se encuentra en la parte sur de la basílica, se le atribuyen diversas acciones milagrosas, dos especialmente conocidas. En primer lugar, se dice que sus rezos evitaron una incursión pirata en la ría de Foz que hubiera causado gran daño a la población. Por otro lado, cerca de San Martiño de Mondoñedo se encuentra la fuente de la Zapata. La historia cuenta que San Gonzalo tiró en este lugar una zapatilla consiguiendo que brotase agua con propiedades milagrosas. Un santo con todas las letras.

Y también como buen enclave gallego, los rincones que rodean a la basílica de San Martiño de Mondoñedo completan un viaje ya de por sí estimulante. La localidad en la que se encuentra el templo es Foz, un municipio costero que vive del Cantábrico, con su propia y preciosa ría. Hay que descubrir los Castelos de Foz, tres grandes formaciones rocosas situadas frente a la costa que por su tamaño y su peculiar estructura han sido siempre conocidos como los castillos. Tampoco hay que marcharse sin acercarse al castro de Fazouro o la iglesia de Santiago de Foz, aunque la estrella del lugar es la que protagoniza estas líneas. La basílica de San Martiño de Mondoñedo, considerada la catedral más antigua de España.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.