fbpx

Ruta por A Mariña Lucense: naturaleza, historia y postales junto al mar

Ruta por A Mariña Lucense

Bosques, montañas, ríos y cascadas, pueblos históricos, templos antiguos, una Galicia verde de gran patrimonio cultural y, por supuesto, el mar Cantábrico. Todo esto es A Mariña Lucense, aunque para comprenderlo verdaderamente, para entender la fuerza de estos conceptos, hay que visitarla y conocerla. Quedarse varios días, a ser posible. Con la idea de recorrerla con pausa y atención nace esta propuesta de ruta por los rincones que conforman una de las comarcas más sugerentes y atractivas de la geografía española.

Hay que comenzar por tener claro que en todo momento se va a vivir un viaje que convive con lo turístico, con lo artístico y paisajístico: se disfruta también de un auténtico viaje gastronómico. A Mariña Lucense puede presumir de tener una gastronomía propia asentada en la calidad de su materia prima, en la tradición y en la cultura.

Así, en la costa se disfrutará de productos típicos como el bonito del norte de Burela o los percebes de Rinlo, cuya excelencia es consecuencia directa de la pesca diaria en el Cantábrico. El interior se caracteriza por la siempre deseada Ternera Gallega o los productos de huerta que han generado marcas identitarias como la Horta de Mondoñedo. Se puede concluir con una repostería que tiene en la almendra su producto estrella. Para disfrutar por completo de esta gastronomía, A Mariña tiene rutas preparadas, como la Ruta Da Faba de Lourenzá, que permite conocer de primera mano el artesanal proceso de producción de la faba. Si no se opta por estos itinerarios, se disfrutará igualmente de esta gastronomía que es otra manera de conectar con la tierra que se visita. Aclarado esto, empieza el viaje.

El valor del interior

Mina Consuelo
Mina Consuelo. | Turismo A Mariña Lucense

Se asocia A Mariña Lucense con la costa cantábrica y razones no faltan para que sea así, pero cuando uno se anima a descubrir este rincón gallego comprende de inmediato que hay mucho más que postales junto al mar. En el concello de A Pontenova, que puede establecerse como el inicio de este viaje, lo que uno encuentra son rutas de senderismo y bellos paisajes enclavados en la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón. A esto se le suma una historia ligada al hierro reflejada en la recientemente abierta Mina Consuelo. O en la antigua ruta ferroviaria que unía las minas de hierro de Vilaoudriz, actualmente A Pontenova, con el cargadero de Porto Estreito reconvertida hoy en una preciosa senda verde para todos los públicos. La Mina Consuelo, por cierto, cuenta con la tirolina más grande de Galicia.

Mondoñedo
Mondoñedo. | Turismo A Mariña Lucense

Esta Mariña Lucense es una tierra también en la que descubrir y entender la importancia de la arquitectura religiosa en Galicia. En este sentido, pocos lugares tienen algo que decir ante la catedral de Mondoñedo. Bella como pocas, ubicada en un paraje espectacular, sobresaliendo entre los edificios vecinos como si vigilara y protegiera a la población del lugar, este templo destaca casi como sin esfuerzo. En su fachada tienen encuentro diferentes estilos arquitectónicos y en la ojiva central brillan las vidrieras de colores de un rosetón del siglo XIII. También es lugar de reunión para los peregrinos del Camino de Santiago del Norte, provenientes de Ribadeo o Trabada y que seguirán hacia el interior. Mondoñedo es, además, tierra de hórreos, naturaleza y de la cavidad visitable más grande de Galicia con 6,5 km de desarrollo, la de la cueva del Rei Cintolo.

A Serra do Xistral
A Serra do Xistral. | Turismo A Mariña Lucense

Este concello, como otros de la zona, existe en torno a la sierra del Xistral, donde la niebla parece haber encontrado su hogar permanente. A pesar de su moderada altitud, la cercana presencia del Cantábrico convierte a estas montañas en un lugar inhóspito y por ello misterioso, donde es habitual ver caballos y vacas pastando en libertad. En los meses de otoño, cuando los colores lo inundan todo, el paisaje es espectacular.

Monasterio San Salvador
Monasterio San Salvador. | Turismo A Mariña Lucense

Volviendo al patrimonio histórico, si es que la naturaleza pudiera dejarse atrás en A Mariña Lucense, el concello de Lourenzá tiene mucho que ofrecer a este respecto. Empezando por el monasterio de San Salvador, fundado en el año 969 y declarado Monumento Histórico-Artístico mil años más tarde, en 1974. En su interior alberga un museo de arte sacro donde se encuentra el sarcófago paleocristiano de don Osorio Gutiérrez, el conde santo, fundador del lugar. Cerca del cenobio, el pazo de Tovar, del siglo XII, se presenta como un gran ejemplo de estilo gótico-isabelino. También como una gran oportunidad de acercarse a este tipo de edificaciones tan particulares y típicas de Galicia.

Como la naturaleza no puede dejarse atrás es absurdo siquiera intentarlo, así que para cuando el viajero se adentre en el concello de Trabada lo que debe buscar es respirar el aire de la Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Terras de Burón. Es un auténtico disfrute observar los intensos colores de esta tierra en la que predomina, claro, el verde.

Además de destacar que Trabada, antiguamente Tabulata, se menciona en el documento más antiguo de España, conservado en el Archivo de la Catedral de León, no hay que marcharse de sus dominios sin descubrir las espectaculares mámoas. Estos dólmenes funerarios dicen todavía más cosas de la antigüedad de este lugar. El ojo debe ponerse especialmente en el menhir conocido como Marco de la Pena Verde, que sirve para establecer el límite entre este concello, Ribadeo y Barreiros, que puede ser el siguiente destino, ya para adentrarse en la costa de A Mariña Lucense.

Un sueño a orillas del Cantábrico

Playa de Barreiros
Playa de Barreiros. | Turismo A Mariña Lucense

Para empezar a acostumbrarse a la visión del Cantábrico nada mejor que ascender hasta el mirador de Penabor. A poco más de 300 metros de altitud, ofrece una fantástica visión de Barreiros y sus alrededores, que son verdes y azules, de costa y de interior. Antes de adentrarse en las playas, todavía pueden descubrirse lugares como San Estevo do Ermo, un paseo que comienza en la ermita de mismo nombre, del siglo IX, y concluye en un precioso salto de agua. Si el viajero ya se encuentra necesitado de esta, no tiene que esperar más tiempo. Playas como la de Remior ofrecen lo buscado: tranquilidad y belleza frente al mar.

Una vez en la costa, la mirada se dirige irremediablemente hacia Ribadeo. Enclavado en la ría homónima, frontera natural entre Galicia y Asturias, tiene uno de los cascos históricos más interesantes de Galicia. Por su tradición indiana, común en la zona, pueden descubrirse edificios como la torre de los Moreno. Destaca también el pazo de Ibáñez, la iglesia de Santa María del Campo o el convento de Santa Clara, fundado en el siglo XI. Su puerto es uno de los más antiguos de la comunidad y apuntando hacia el mar se descubren también, en Isla Pancha, sus dos faros que forman una de las postales más bonitas de la costa cantábrica.

Playa de As Catedrais
Playa de As Catedrais. | Turismo A Mariña Lucense

Pero esa mirada, cuando uno se encuentra recorriendo la orilla del Cantábrico, se posa sobre todo en la playa de As Catedrais. A la vista está que no es lo único que tiene que ofrecer una Mariña Lucense repleta de encantos, naturaleza viva y pueblos que descubrir, pero quizá sí sea lo más espectacular. Es, de hecho, uno de los monumentos naturales más impresionantes del mundo. De esos que te dejan sin palabras y sin aliento. No hay que dejar de visitarla, pero también hay que cuidarla.

Siguiendo la ruta por la costa y atravesando de nuevo Barreiros, todavía sin que uno se haya repuesto del todo de la sorpresa que suponen esas impresionantes formaciones, se llega a Foz. Antes puerto ballenero, es hoy un paraíso para los amantes del mar. Sus playas reúnen casi 15 kilómetros de arena fina y blanca, fantásticas para pasearlas o disfrutarlas con el modo descanso activado. A Rapadoira, Llas, Peizás… Hay para dar y tomar. La ría de Foz es otro paraíso, pero para aquel que desee acción acuática: surf, windsurf, piragüismo o vela pueden practicarse en este lugar.

San Martiño de Mondoñedo
San Martiño de Mondoñedo. | Turismo A Mariña Lucense

Y a tan solo 5 kilómetros de todo esto se encuentra la que está considerada la catedral más antigua de España: la basílica de San Martiño de Mondoñedo, que data del siglo VI, la predecesora de la antes mencionada catedral mindoniense El castro de Fazouro, situado junto a la playa de Arealonga, afianza esta sensación de estar no solo en una comarca bellísima, sino también en un lugar histórico.

¿Cuánta historia cabe en A Mariña Lucense?

Pazo de Castrodouro
Castillo de Castrodouro. | Turismo A Mariña Lucense

Edificado sobre un castro romanizado del siglo I se encuentra el castillo de Castrodouro, del que se conserva el exterior de una impresionante torre del homenaje. A poco más de diez minutos emerge la fortaleza de A Frouxeira, mencionada por primera vez en 1156 y cuyas ruinas están consideradas Bien de Interés Cultural. Se cree que perteneció a un personaje legendario de la cultura gallega: Pedro Pardo de Cela. Desde lo alto de los restos arqueológicos pueden contemplarse las bellas tierras de Alfoz, encuadradas en parte en la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, que con sus más de 3.600 kilómetros cuadrados es la más grande de Galicia y la segunda más grande de la península ibérica.

También desde ese mirador natural se contempla O Valadouro. Es esta una tierra de cascadas, como la de Escouridal, uno de los saltos de agua más altos de Galicia, división entre O Valadouro y Alfoz. O la que forma la poza de Onza tras una caída de 15 metros. De nuevo en la sierra del Xistral, el viajero encontrará la fraga da Furna, por lo general solitaria y por ello muy bien conservada. Se dice que las piedras de este lugar pueden ser el rastro de un antiguo glaciar. Muchos años más tarde, en el siglo XI, se construyó la capilla de Santa Filomena, una de las más antiguas de la comarca y un ejemplo fantástico del románico rural gallego. En esta Mariña central hay también espacio para la cultura: en el Curro de Santo Tomé tiene lugar, cada primer domingo de agosto, la tradicional Rapa das Bestas.

En el concello de Ourol se asentaron también los romanos, así como los suevos, y de ambas culturas hay rastros que pueden seguirse. También puede advertirse la gran tradición indiana en las casas que aún se conservan, así como en uno de esos cementerios que apetece visitar. Y uno de los enclaves más mágicos: la cascada de A Xestosa, que con sus 20 metros de caída final constituye una de los saltos de agua más bonitos de A Mariña.

Paraíso lucense

Playa A Marosa
Playa A Marosa. | Turismo A Mariña Lucense

Este viaje propuesto concluye en el Cantábrico, en ese paraíso lucense tan perseguido. En este sentido, una villa marinera por excelencia es Burela, con su puerto pesquero en activo desde la Edad Media y todavía hoy importante. Además de conocer y comprender la relación que une a los habitantes de este lugar con el mar, el viajero puede recorrer el Sendero Azul, que enlaza playas o puertos que cuentan con la bandera que acredita la calidad y la sostenibilidad del lugar. En Burela, estos caminos comienzan en la playa de A Marosa, donde seguramente apetezca quedarse una vez que se descubre.

Playa Rueta
Playa Rueta. | Turismo A Mariña Lucense

A medio camino entre Burela y Cervo se encuentra la playa de Rueta, que entre el río, el mar y el impresionante puente bajo el que está situada regala una bonita estampa. En este municipio destaca especialmente San Cibrao y su Península da Paz, que cuenta con blancos arenales como la playa de Cubelas. También se puede visitar el Museo Provincial del Mar, dedicado a lo comentado más arriba: la relación entre la población y el mar. Y contemplar en la distancia las islas de Os Farallóns donde, cuenta la leyenda, espera la Maruxaina.

Acantilados de Papel.
Acantilados de Papel. | Turismo A Mariña Lucense

Hay mucho que descubrir en el cercano municipio de Xove, pero hay que dar prioridad a los Acantilados de Papel, quizá las formas más curiosas de toda la costa gallega. Desde el cercano faro de Roncadoira se obtiene una vista espectacular del conjunto: abarca desde las mencionadas islas de Os Farallóns hasta la ría de Viveiro, hacia donde prosigue el viaje.

Viveiro
Viveiro. | Turismo A Mariña Lucense

En esta ría hay por descubrir calas, playas y un fondo marino de lo más interesante. No solo por la singular flora y fauna que conserva, también porque cuenta con una treintena de naves hundidas, algunos restos de una batalla naval de la Guerra de la Independencia. Ya en la ciudad de Viveiro, de origen medieval, se descubre un bello casco antiguo en el que destaca la puerta de Carlos V o los restos bien conservados de una antigua muralla.

En Viveiro se disfrutará también del monumento natural Souto da Retorta, donde el viajero se quedará impresionado con los 600 eucaliptos que conforman el bosque, algunos de ellos centenarios. O del mirador de San Roque desde donde, a más de 350 metros de altitud, se disfruta de unas vistas espectaculares de la ría de Viveiro, los puertos de Viveiro y Celeiro y la playa de Covas.

Fuciño do Porco
Fuciño do Porco. | A Mariña Lucense

La última parada en este camino puede ser O Vicedo y su Fuciño do Porco, cuya traducción al español es hocico de cerdo, por la figura que inspira esta formación rocosa a los marineros que lo avistan desde el agua. Para llegar a esta punta de gran historia se puede seguir una bonita ruta de senderismo. Las vistas son espectaculares a cada paso. En el pueblo de O Vicedo, entre el puerto, el paseo marítimo y playas como la de Xilloi, con arena fina y aguas de color turquesa, puede terminarse de comprender el concepto de paraíso. Así es A Mariña Lucense.

Acción promocional enmarcada dentro del Plan de Sostenibilidad en A Mariña Lucense 2022 – 2024 cofinanciado por la Secretaría de Estado de Turismo, la Xunta de Galicia y la Mancomunidad de Concellos de A Mariña Lucense.