La historia de Mahón sufrió todo tipo de avatares en la Edad Media. Estos van de malas cosechas, hambrunas a pestes, revueltas campesinas y continuos saqueos. El más terrible fue el de 1535. Entonces, los turcos comandados por Aruj, gobernador de Argel, asaltaron Mahón.
Se llevaron a casi mil menorquines como esclavos, dejando la isla casi despoblada. En 554 se empezó la construcción del impresionante Castillo de San Felipe en la boca del puerto. Solo cuatro años más tarde, sin haber sido finalizado todavía, fue capaz de evitar el asalto del corsario otomano Piali. Este se dirigió entonces a Ciudadela, ocupándola.
En 1708, con la excusa de ser partidarios del archiduque Carlos de Austria, los ingleses ocuparon Menorca sin resistencia. Apenas un lustro después, con el Tratado de Utrecht en 1713, toda Menorca pasó a su poder.
Poco después, durante 1722, los británicos convirtieron a Mahón en la capital de la isla. A ello contribuyó la hostilidad de Ciudadela, anterior cabeza menorquina, hacia los ocupantes. Comenzó así un período de extraordinario desarrollo para ciertos sectores económicos. Especialmente bien le fue al comercio, incluido el contrabando con la Península y el Mediterráneo occidental.
Esta tesitura le ha dado al lugar un característico aire británico. Aún se conservan de esta época algunos interesantes edificios construidos por los ingleses. El cardenal Richelieu invadió Menorca en 1756. Los franceses mantuvieron su dominio 13 años, cuando se la devolvieron a Inglaterra.
En 1782, el castillo de San Felipe sufrió otro asedio, esta vez franco-español. Se consiguió la rendición y el rey Carlos III ordenó que fuera demolido. Pero antes de que acabaran, en 1798, los ingleses volvieron a invadir la ciudad y comenzaron a reconstruirlo. El toma y daca concluyó con el Tratado de Amiens de 1802.
Esto supuso la devolución la isla y la fortaleza a España. Con ello se finalizó el desmantelamiento, pasando a edificarse unas baterías de costa. Desde el aire se marca la silueta de lo que entonces fue una fortificación de leyenda. A partir de 1849 se comenzó a construir la fortaleza de la Mola, cuyas obras durarían hasta 1875.
Durante la Guerra Civil de 1936, la isla quedó dentro del territorio republicano. Esto provocó que los alrededores fueran bombardeados por la aviación italiana, aliados del bando nacional. Pasada la guerra, la ciudad vio un nuevo resurgimiento industrial a finales de los años 50, además del nacimiento del boom turístico actual.
A continuación, descubre lo mejor que ver en Mahón.