El cementerio madrileño de La Almudena es uno de los más grandes de Europa Occidental y el más grande de España. En su interior hay más muertos que vivos en Madrid y son muchas las historias, reales y ficticias, que moran en sus rincones. Y entre tragedias y misterios, el cementerio de La Almudena nos deja también algunas esculturas y obras arquitectónicas dignas de contemplar. Te mostramos la belleza escondida del camposanto de la capital.
En un principio, el cementerio se llamó Necrópolis del Este, pero tras un episodio de cólera tomó el nombre actual. | Shutterstock
La puerta principal de la Almudena fue diseñada por el arquitecto Fernando García Navas. | Eva Gruss
Las tumbas se extienden a lo largo de casi 605.000 hectáreas, lo que hacen de él una ciudad dentro de otra. De hecho, hay incluso autobuses que recorren sus avenidas. | Eva Gruss
Recorriendo las calles del camposanto se pueden encontrar auténticas obras de arte, como en el caso de la escultura que hay junto a la tumba de Junior, director del Gran Circo Mundial. | Eva Gruss
El Cementerio de la Almudena también fue el escenario de muchos fusilamientos durante el franquismo. Por eso hay un Memorial de las Trece Rosas, fusiladas junto a las tapias de la necrópolis. | Eva Gruss
Muchos personajes relevantes han sido enterrados en este cementerio, como por ejemplo la familia Flores, que dispone de su propio mausoleo. | Eva Gruss
Nada más entrar por la puerta principal se encuentra la capilla del Cementerio de la Almudena. Justo encima se sitúa Fausto o el ángel exterminador, una escultura en torno a la cual merodea más de una leyenda. | Eva Gruss
En la Avenida Daroca se encuentra el Cementerio Civil, donde se entierra a las personas no creyentes. | Eva Gruss
En el Cementerio Civil se encuentran las tumbas de célebres personajes políticos, como el fundador de UGT y del PSOE, Pablo Iglesias. | Eva Gruss
Dar una vuelta por el Cementerio de la Almudena es descubrir multitud de esculturas, curiosidades y leyendas. | Eva Gruss