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Lleida fascinante: sus pueblos más bonitos

Pueblos más bonitos de Lleida

Lleida no es solo una de las ciudades más importantes de Cataluña, es también una de las provincias con más encanto de toda España. Asentada en medio de parajes naturales y reservas que la hacen única, Lleida atrae cada año a miles de turistas que quieren escapar de las grandes ciudades y disfrutar de unos días de retiro en lugares apartados y rurales.

El encanto de Lleida reside en la multitud de pueblecitos de teja y piedra que hay perdidos en medio de la naturaleza. Todo esto, mezclado con un increíble Patrimonio Cultural y una arquitectura de siglos pasados que hará que uno se sienta en un decorado de época. A continuación, un repaso por los 11 pueblos más bonitos de Lleida y todo lo que se necesita saber para visitarlos.

Taüll

Taüll
Taüll. | Shutterstock

Se ha convertido en uno de los pueblos con más encanto de toda la región de Lleida y no es para menos. Taüll no solo destaca por estar en pleno Pirineo Catalán, concretamente en el valle de Bohí, sino que además tiene un gran patrimonio arquitectónico. Su románico lo ha convertido en parada obligatoria para los amantes de arte y la cultura. Entre sus pintorescas casitas de piedra dibujadas en la vegetación, destaca la iglesia de Sant Clement, construida en el siglo XII y proclamada Patrimonio de la Humanidad.

Gerri de la Sal

Gerri de la Sal
Gerri de la Sal. | Shutterstock

Este pueblecito catalán no solo destaca por su indudable belleza, sino también por su curioso origen. Gerri de la Sal le debe su nombre a ser una antigua villa medieval y una explotación salina. Hoy en día no queda rastro de su origen, salvo por su interesante distribución, que deja el casco antiguo cercado del resto del pueblo con la iglesia y la plaza central. Algunos de sus mayores atractivos son el monasterio de Santa María y la Casa de la Sal.

Guimerà

Guimerà
Guimerà. | Shutterstock

Saliendo de la frondosidad de las montañas y entrando en la Comarca de Urgell se encuentra un pueblo que ha sido declarado Bien de Interés Cultural debido a su rico pasado medieval. Guimerà es un pueblo que conserva perfectamente su esencia y que enamora a los turistas con su entramado de calles de piedra en forma de laberinto tan características de los núcleos medievales. Destacan edificios como la iglesia gótica de Santa María o la capilla de Sant Esteve.

Ribelles

Ribelles
Ribelles. | Shutterstock

En el municipio de Vilanova de l’Aguda, en la Comarca de la Noguera, se encuentra uno de los lugares más pequeños de esta lista de pueblos más bonitos de Lleida. Sin embargo, es uno de los más espectaculares. Ribelles se encuentra en lo alto de una colina a 500 metros de altura y, aunque no tiene más de 30 casas su núcleo urbano, su pasado y estética medieval hacen que parezca salido de un cuento. Ver su castillo predominando en la cima y su cementerio escalonado es todo un deleite.

Prullans

Prullans
Prullans. | Shutterstock

Si al visitante le apasiona el senderismo, sin duda Prullans es uno de los lugares que hay que visitar. Este pueblo está ubicado en el entorno del Parque Natural del Cadí-Moixeró y cuenta con numerosas rutas que hacer por la zona. El pueblo se constituye en torno a varias masías que giran alrededor de un núcleo urbano que se ha adaptado con los años al desnivel del terreno. Además de los preciosos paseos, uno no puede perderse la iglesia románica de Sant Esteve.

Arties

Arties
Arties. | Shutterstock

Arties es uno de esos pueblos de montaña que conquistan tanto de cerca como de lejos, cuando se comienza a atisbar entre los árboles sus tejados de pizarra y sus formas geométricas rompen con el paisaje creando una bonita postal. Desde dentro tampoco se queda corto gracias a sus callejuelas y su iglesia gótica de Sant Joan, del siglo XIV. Ubicado en el Vall d’Aran este pueblo es uno de los imprescindibles si gusta el Pirineo Catalán.

Canejan

Canejan
Canejan. | Shutterstock

Este pueblo no es tan famoso como otros pero cuenta con una belleza sin igual. Sus casitas de piedra han logrado adaptarse a lo largo de su historia por toda la ladera del valle de Torán. Y el río, con el mismo nombre que el valle, lo bordea de una forma casi premeditada. El estilo románico es predominante en todo el pueblo. No se puede dejar de visitar la iglesia de San Sernilh y la iglesia de Sant Joan de Torán.

Vielha

Vielha
Vielha. | Shutterstock

Vielha es un pueblo que casi siempre se lleva todo el protagonismo cuando se habla de esos lugares imprescindibles, no solo de Lleida sino de toda Cataluña. No es para menos. Su postal parece sacada de la mismísima Suiza. Ubicado a los lados del río Garona, en pleno Vall d’Aran, este pueblo no solo permite practicar cualquier tipo de deporte de invierno, sino que además tiene un rico patrimonio cultural con edificios románicos y góticos como la iglesia Parroquial de Sant Miquèu, del siglo XII.

Salardú

Salardú
Salardú. | Shutterstock

Salardú es un pueblo típico de montaña de la geografía de Lleida ya que está ubicado en el Parque Nacional de Aigüestortes i Stany de Sant Maurici. Es ideal para visitarlo en invierno, cuando la nieve tiñe todos los tejados y los edificios se camuflan con el increíble entorno montañoso. Además, en su interior hay unas encantadoras casitas de piedra y pizarra y se encuentra la iglesia de Sant Andreu, de estilo románico.

Cervera

Cervera
Cervera. | Shutterstock

Ubicado en la Comarca de la Segarra, Cervera es un pueblo muy característico de Lleida y cargado de historia, ya que tiene restos de todos los estilos arquitectónicos que predominan en España. Por un lado podemos encontrar la antigua universidad, neoclásica, el ayuntamiento, de estilo barroco y la Iglesia de Santa María, de estilo gótico. Sin duda una buena opción si te gusta la historia del arte.

Vallbona de Les Monges

Vallbona de Les Monges
Vallbona de Les Monges. | Shutterstock

Vallbona de Les Monges es un precioso pueblo de casitas de piedra ubicado en la Comarca de Urgell. Pero, más allá de sus encantadores callejuelas, este pueblecito catalán destaca por tener un espectacular monasterio circense femenino, dedicado a Santa María y construido en el siglo XII. Esta impresionante construcción es parada obligatoria, además de disfrutar de sus encantadores alrededores.

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