Siempre es una aventura recorrer la diversidad de este rico país que es España, donde puedes pasar del verde de la Ribeira Sacra gallega al desierto de Almería en unas horas. Es una aventura descubrirlo, aprehenderlo, disfrutarlo y hasta recordarlo. Lo es, incluso, cuando se presenta en pantalla. Desde que Movistar Plus+ se lanzase a la producción de ficciones propias, lo que hemos vivido junto a la plataforma es precisamente esto: una aventura por España. Porque además de historias estimulantes, hemos encontrado un recorrido por nuestra geografía y nuestra historia. Las series de Movistar Plus+ son, como este rincón del mundo, diversas y ricas, como demuestran estos títulos.
El Embarcadero, vida serena en la Albufera valenciana
La ficción creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato tuvo en la ambientación uno de sus pilares básicos para funcionar, porque el color sepia y la vida pausada de La Albufera envolvió con eficiencia al espectador durante las dos temporadas que duró la ficción. Protagonizada por Verónica Sánchez, Irene Arcos y Álvaro Morte, El Embarcadero mostró con hincapié el contraste entre la Valencia urbanita y la Albufera rural. Las prisas de la ciudad frente a la pausa que se sospecha en el humedal, los edificios altos frente a las barracas, los coches modernos frente a los Fiat 600, las aglomeraciones frente a la soledad. Las características de la ciudad y el humedal tuvieron su representación también en los propios personajes, que terminan de apuntalar las sensaciones que los creadores buscan transmitir.
El Embarcadero presentó al público este ecosistema único, sus espacios abiertos, su vida al compás del agua y sus tradiciones. En la Albufera todo parece transcurrir de un modo diferente, más sencillo, más lento. Mejor, en muchos aspectos. O esa es la sensación que se le queda a uno.
Arde Madrid, la capital en los años sesenta
Paco León y Anna R. Costa crearon esta ficción basándose en la estancia de Ava Gardner, actriz estadounidense, en Madrid en la década de los sesenta. Arde Madrid traslada al espectador a esa ciudad en blanco y negro a la que se le concedió algo de color. Se recorre, en ese mundo de luces y sombras, la capital de España característica de la época y algunos de sus espacios emocionales, sociales y culturales, quizá los más importantes. La vida nocturna, los tablaos flamencos o la histórica tienda Loewe de Gran Vía, que abrió sus puertas en el primer edificio que se construyó en la arteria de la ciudad tras la Guerra Civil, tienen su espacio aquí.
Los personajes, que son el verdadero motor de Arde Madrid, recorren estos escenarios no para convertirlos en un personaje más, como suele decirse, sino con la naturalidad de quien está viviendo en ellos. Por eso, entre otras razones, llegó con tanta facilidad al público, convirtiéndose en una de las series de Movistar Plus+ más aplaudidas.
Rapa, siempre Galicia
Algo parecido sucede en Rapa. Rodada en la comarca de Ferrol, conocida como Ferrolterra, este secreto de las Rias Altas es menos secreto desde que Rapa mostró al mundo los encantos de Cedeira y alrededores. Esta villa marinera es la protagonista escénica de un lugar de paisajes espectaculares, que se dejan rodar y mostrar como sucede siempre que se trata de Galicia. La belleza natural es lo que tiene: no tienes ni siquiera que esforzarte en explotarla para que brille. De hecho, Rapa no hace excesivo hincapié en esto, sino que, como se ha dicho, se conforma con poner a funcionar a sus personajes en este contexto.
Pero se extraen varias cosas de esta ficción. Por ejemplo, un problema también visto recientemente en As Bestas (2022), película que opta a todo en la próxima edición de los Premios Goya. En la naturaleza más pura se debate entre explotar ese privilegiado entorno y conservarlo puro aunque eso cueste el avance económico. Es solo una trama de fondo, pero, como todos los elementos, dice algo del lugar en el que se ambienta.
La Peste, una Sevilla del siglo XVI de ensueño
La Sevilla de La Peste es una Sevilla diferente a la que conocemos hoy en día, y eso se logró gracias a una fantástica dirección artística que consiguió recrear la ciudad de otra época. El espectador se sumerge en los barrios sevillanos del siglo XVI, en un momento en que Sevilla era una de las ciudades más importantes del mundo, gracias a un floreciente comercio internacional. Pero esta Sevilla es también oscura y sucia, está enferma. La peste lo acecha todo y contamina a los personajes propios de la época. El ambiente asfixiante llega también al espectador, que llega a sospechar los olores del mercado abarrotado o a sentir el polvo que invade ciertos callejones.
La Peste es una excelente ficción para trasladarse a esta Sevilla medieval. Una de las producciones más ambiciosas de la década, con la que Movistar Plus+ dio un golpe sobre la mesa cuando estaba, además, empezando a producir sus propias series.
El día de mañana, la Barcelona más gris
Esta ficción creada por Mariano Barroso, basada en la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón, se ambienta en la Barcelona de los años sesenta, en un momento en que chocaron directamente dos Españas. Por un lado, el país que todavía vivía bajo un régimen dictatorial, un país austero que no permitía desarrollarse a las personas en las direcciones que estas deseaban. Por otro lado, el país que ya imaginaban algunos jóvenes, que veían luz al final del túnel, incluso aunque esta fuera intermitente.
La Barcelona de El día de mañana se ambienta en un momento oscuro de futuro incierto, pero que se va abriendo poco a poco hacia el presente que alcanzará dos décadas más tarde. Todo esto es El día de mañana, más un recorrido por la sociedad barcelonesa, sus idearios y sus fantasmas, que por sus calles tantas veces retratadas.
Libertad: historias de bandoleros
La belleza de la ficción creada por Enrique Urbizu es también histórica. De la mano de La Llanera, una bandolera que acaba de dejar atrás casi dos décadas en prisión, el espectador se da un paseo a caballo por la montaña en un tiempo en que lo habitual era encontrarse este tipo de personajes rondando los caminos. A los bandoleros y su relación con nuestras tierras les dedicamos una serie entera.
Las sierras de Segovia, Madrid, Guadalajara y Cuenca son las protagonistas de unos escenarios que pueden encontrarse, en siglos pasados, también en rincones de Andalucía o Galicia. Los bandoleros forman parte de la cultura popular desde hace siglos, siempre rodeados de ese halo de misterio y romanticismo que sus crímenes no terminaron de empañar. Frente a la oscuridad de sus actos, de sus vidas, se sitúa la luz que puede encontrarse en Libertad en los bellos pinares que se recorren.
Hierro, thriller en el paraíso
A la hora de hablar de la oscuridad de la historia frente a la luz de los paisajes, quizá Hierro se lleve la palma. El Hierro es una isla bella, de paisajes salvajes y tradiciones unidas a esos paisajes y a las personas que los ocupan. También es una isla de algún modo misterioso, sobre todo cuando uno se plantea que es la más remota de las Canarias, la más aislada.
He aquí los elementos necesarios para desarrollar un thriller en el paraíso. Los rincones recónditos de El Hierro y su inmensidad, sus paisajes espectaculares y su silencio, Hierro lo recoge todo y pone ante el espectador una historia sobria a la que resulta casi imposible no engancharse.
