El intercambio de casas, una tendencia en auge para viajar barato
Aunque irse de vacaciones resulta cada vez más caro, los españoles saben ingeniárselas para disfrutar de unos días de descanso. No es de extrañar que opciones como el turismo rural hayan ganado tanta popularidad en los últimos años. Pero existen otras tendencias turísticas menos conocidas que son perfectas para viajar sin vaciarse los bolsillos y que cada vez gozan de más popularidad en España. En esta ocasión, analizamos el intercambio de casas entre viajeros.
¿Cómo funciona el intercambio de casas para viajar?
De acuerdo con el portal turístico Aladinia, el alojamiento supone un 49 % del presupuesto total de los españoles para las vacaciones de verano. Eliminar este gasto duplicaría los fondos, que podrían destinarse a mejorar la experiencia turística a través de actividades de ocio. Y no es tan difícil como podría parecer.
El intercambio de casas entre particulares es una de las mejores maneras de viajar barato porque el alojamiento no conlleva ningún gasto. En lugar de hospedarse en un hotel o apartamento, los viajeros se trasladan temporalmente a la casa de otra persona.
Aunque se trata de un préstamo mutuo, los propietarios no tienen por qué alojarse en su vivienda prestada al mismo tiempo que otros se hospedan en la suya. Pueden organizar las fechas y acordar otros detalles sobre la estancia a través de las diversas plataformas que conectan a los propietarios de cualquier parte del mundo con sus posibles huéspedes.
Como en casa, en cualquier sitio
Este tipo de trueques ha aumentado un 147 % en los últimos cinco años según el portal HomeExchange. Su éxito se debe, sin duda, al factor económico. Sin embargo, posee muchas otras ventajas, entre las que destacan elementos tan esenciales y cómodos como una cocina completa.
Este intercambio es una alternativa perfecta para aquellos que buscan experimentar la vida cotidiana y la experiencia local. Además, ambas partes se ven beneficiadas porque pueden alojarse en hogares en cualquier punto del mundo y descubrir nuevos destinos por un precio mínimo.
Aunque la idea de viajar por poco dinero siempre es atractiva, intercambiar una vivienda no es para todos. La desconfianza y la inseguridad encabezan la lista de motivos por los que algunas personas se muestran recelosas a prestar su hogar a un huésped. Por eso, los portales relacionados con esta actividad permiten puntuar a anfitriones y huéspedes y escribir valoraciones públicas sobre sus experiencias.
La necesidad de comunicación, así como la de planificación y preparación de la vivienda, puede echar atrás a otras personas. Es importante que el propietario ofrezca un espacio limpio y cuidado al huésped y que este cuide de su hogar temporal como si fuera suyo, agradecido por la oportunidad de alojarse en su destino favorito por un módico precio.