El 'boom' del alquiler turístico: la guerra continúa

La vivienda de uso turístico no deja de protagonizar titulares y portadas en los medios de comunicación. No es para menos. Esta es la realidad que se esconde tras este polémico modelo turístico en boca de vecinos, propietarios y autoridades.

Las comunidades con más viviendas de uso turístico

Canarias ha alzado la voz ante este problema
Canarias ha alzado la voz ante este problema. | Shutterstock

En febrero de este año, había 351 389 viviendas turísticas repartidas por España, un 15 % más que en el mismo mes del año anterior. Pero eso no es todo: el Ministerio de Consumo estima que el 90 % de estos alojamientos opera al margen de la legalidad.

Los medios se han hecho eco recientemente de las quejas de la población canaria, que critica este modelo de turismo y sus consecuencias para los residentes habituales. Aunque Canarias acoge 46 784 viviendas de uso turístico, no es la comunidad autónoma con más residencias de este tipo, ni la segunda, ni la tercera.

Andalucía encabeza la lista porque cuenta nada menos que con 82 454 pisos turísticos, seguida por la Comunidad Valenciana, con 59 413, y por Cataluña, con 52 598 viviendas. Canarias es la cuarta comunidad en esta lista.

La capacidad total de estas viviendas es de 1 751 263 plazas, en un país que recibió 85 millones de turistas internacionales en 2023. En un país cuya economía se basa principalmente en la actividad turística. En un país que padece una crisis de vivienda perpetua.

Las consecuencias negativas de los alojamientos turísticos

Búger, en Mallorca, es un ejemplo muy ilustrativo de este problema
Búger, en Mallorca, es un ejemplo muy ilustrativo de este problema. | Shutterstock

La proliferación de los pisos turísticos no es solo un problema económico, sino social. La consecuencia principal de este fenómeno es el encarecimiento de los alquileres residenciales. A veces, incluso, los propietarios deciden transformar estas viviendas en alquileres vacacionales.

Estas situaciones obligan a los residentes habituales a mudarse a otras zonas más económicas (o lo que es lo mismo, menos masificadas). Los vecinos de siempre se ven obligados a meter toda su vida en cajas y abrirles el paso a los turistas y a sus maletas. 

Por otra parte, el sector turístico se ve gravemente afectado por este fenómeno. Los hoteles pierden clientes debido al crecimiento desenfrenado de estas «viviendas»; cada vez es más difícil abrirse paso entre la gran oferta de alojamientos turísticos y los millones de turistas que prefieren alojarse en zonas masificadas.

Búger, el municipio más pequeño de Mallorca, ilustra esta problemática a la perfección, y es que, de las 887 casas que existen en Búger, 156 están destinadas al alquiler vacacionalMientras que este municipio solo tiene 1150 habitantes de manera habitual, Búger acoge a más de 2000 personas en los meses estivales.

Nueva regulación de los pisos turísticos

Algunas comunidades proponen medidas para regular estos alojamientos
Algunas comunidades proponen medidas para regular estos alojamientos. | Shutterstock

En los últimos meses, se han implementado medidas para la regulación de estos alojamientos en diferentes comunidades autónomas y a nivel nacional. Por ejemplo, las Islas Canarias han optado por limitar el número de alquileres vacacionales. Las otras islas, las Baleares, ofrecen la posibilidad de reconvertir las viviendas turísticas antiguas en residencias para trabajadores de la hostelería. 

El Ayuntamiento de Barcelona ha sido más drástico: pretende eliminar todos los pisos turísticos de la ciudad en los próximos cinco años.

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