El vampiro de Cartagena, un muerto viviente en España

Cuando pensamos en un vampiro lo primero que se nos viene a la mente es la imagen del temido Drácula. Sí, el personaje que creó Bram Stoker y que sigue sobresaliendo en la cultura actual. También, sobre todo a los millennials, es posible que les recuerde a otra clase de criatura: Edward Cullen. Guapo, fuerte y… literalmente brillante. ¿Ajos? ¿Estacas? ¿Cruces? A los chupasangres de Crepúsculo no les asusta nada de eso. Para que luego digan que eran mejores los vampiros de antes… No hablamos de lo literario claro, que lo que ganan por un lado lo pierden por otro. En fin, el caso es que España, que se apunta a todo, también tiene su propio mito sobre estos seres: la leyenda del vampiro de Cartagena.

Castillo de Bran que inspiró a Stoker como castillo de Drácula | Shutterstock

Las huellas de horror del vampiro de Cartagena

Cuentan las malas lenguas que al puerto de Cartagena llegó por barco un ataúd que no fue reclamado por nadie. ¿De dónde venía? ¿A dónde iba? Son datos que se desconocen. Varios días estuvo el féretro esperando a la nada hasta que alguien o algo demandó que fuese enviado a A Coruña. Pero el camión que se encargó de su transporte, en vez de llevarlo directamente a su destino, decidió hacer un road trip por toda España.

Ilustración de un barco navegando el mar | Paula Garvi

El vehículo se detuvo entonces en municipios como Alhama de Murcia, Santillana del Mar, Comillas, Almería o Borox. En cada lugar que hacía escala el camión algo extraño pasaba. En Alhama de Murcia una niña murió de anemia perniciosa. Aquí y allá se sucedieron desapariciones, extraños asesinatos e, incluso, repentinas tormentas. Para colmo, cuando el vehículo arribó a A Coruña nadie se presentó a la recogida del dichoso féretro. Así que de vuelta a Cartagena. De nuevo, sucesos tenebrosos inexplicables en cada parada. Aquel ataúd dio más vueltas que una “machina de feria”, como decía Calle 13.

De regreso en la ciudad de la actual Región de Murcia, un aristócrata procedente de Serbia se encargó de recoger el ataúd maldito. El alojamiento del susodicho estaba en una posada de Alhama de Murcia y los chismorreos afirmaban que a aquel hombre solo se le veía salir por las noches... Se dice que, finalmente, con el tiempo, el féretro fue enterrado en algún cementerio de Cartagena y ya no se supo nada más de aquel misterioso personaje.

Ciudad de Cartagena al anochecer | Shutterstock

Las preguntas de la leyenda del vampiro de Cartagena

Muchas son las preguntas y pocas las respuestas que esta leyenda ha traído a Cartagena. Lo que está claro es que estamos ante un mito popular que ha pasado de boca en boca al menos durante un siglo. Tanto que fue recogido recientemente por el escritor Fernando Gómez en la novela El vampiro de Cartagena.

Como toda leyenda suele contener algo de verdad, este mito ha llamado la atención de algunos investigadores. El doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona Jordi Ardanuy viajó a la ciudad cartagenera con la intención de descubrir cuál era la realidad escondida en esta historia. Así, el investigador indagó en los archivos de los cementerios de Nuestras Señora de los Remedios y de San Antón con la intención de encontrar algún registro sobre aquel ataúd. Pero nada.

Atardecer en el puerto deportivo de Cartagena | Shutterstock

También buscó entre los depósitos de la Marina y en la aduana marítima, pero tampoco hubo suerte. Así que Ardanuy decidió continuar su búsqueda haciendo aquel recorrido del terror que supuestamente había recorrido el misterioso vampiro cartaginés. Entonces sí que encontró alusiones a extraños asesinatos. Pero, ¿cómo relacionarlos con un vampiro? Solo en el pequeño pueblo toledano de Borox, una anciana le aseguró que su madre le había contado una historia de terror sobre un hombre que chupaba sangre...

Una explicación a las epidemias

Este siniestro ser, que sobrevive a base de alimentarse de la esencia vital de otros, generalmente a través de su sangre, forma parte del folclore de culturas de todo el mundo. En algunas culturas orientales y americanas aborígenes, el vampiro adquiere la forma de una deidad demoníaca o un dios menor. Sin embargo, en la cultura europea el prototipo de vampiro es el que se desprende de las historias de origen eslavo. Algunos estudios señalan que la figura de esta criatura se popularizó en los siglos XVII y XVIII alimentada por la histeria colectiva ante diferentes epidemias que asolaron el continente.

Ilustración vampiro | Shutterstock

Una historia de otro planeta

Cruzamos el Mediterráneo para desembarcar en las preciosas aguas de las islas Baleares. Dejamos atrás las siniestras historias de vampiros, saltos a cascadas o cuevas encantadas para dar con leyendas de otro planeta. Porque la isla de Es Vedrà, en Ibiza, es célebre, entre otras cosas, por ser uno de esos lugares donde se han avistado ovnis...