Incluso algunos cordobeses desconocen este dato, pero aunque la fama ha recaído al completo en San Rafael, este santo es el custodio de Córdoba, los patrones son San Acisclo y Santa Victoria. Dos hermanos que se convirtieron en mártires tras una larga persecución en la época de Diocleciano, famoso por su fijación con los cristianos. Su final fue muy trágico y sangriento, pero Andalucía aún los recuerda y no solo con una leyenda. Una historia con torturas dignas de una película de terror.
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Leyendas de la AndalucÃa Ancestral
LucÃa Morcillo