Los viajes en octubre por España siempre serán especiales. En octubre el aire huele a otoño, las mañanas refrescan, los días son más cortos. Golondrinas y vencejos han abandonado ya aleros y ciudades, dejando paso a los estorninos. Sus dibujos aéreos y trinos vespertinos recuerdan a quienes recorren las calles que ha cambiado la estación. Octubre consolida el otoño llegado con los últimos días de septiembre y la lejanía estival se vuelve más tangible.
En estos días, en los que el sol calienta templado y madruga el rocío, es fácil levantarse con los pies fríos. Una sensación que enfría también los recuerdos de un verano que parece haberse escapado a todo correr. Muchos viajeros guardan las maletas en altillos y trasteros pensando que ya no queda espacio para planes, descubrimientos y turismo. Pero nada más lejos de la realidad. Octubre es un mes que dota de un encanto especial a un montón de lugares de la geografía española. Se trata de una época llena de posibilidades. Tan solo hay que mirar el calendario, elegir las fechas y hacer el equipaje. De Galicia a Islas Baleares. De Valencia a Andalucía. Un viaje en octubre puede ser una experiencia inolvidable.
Dónde viajar en octubre por España
Sitges
En octubre esta localidad de la costa de Barcelona se convierte en punto de peregrinación para los amantes del cine fantástico. Una parada obligada ante la pantalla grande que trae consigo muchas sorpresas. Es posible acudir a galas y estrenos o callejear por el pueblo disfrutando de los puntos de proyección distribuidos a lo largo del casco urbano. Incluso hay una opción infantil, perfecta si se organiza un viaje con niños.
Del 6 al 16 de octubre, se aspira aroma a celuloide. Pero el metraje del viaje a Sitges no concluye aquí. Pasear cerca del Mediterráneo disfrutando de la atmósfera de pequeño pueblo de pescadores que todavía se conserva es solo el prólogo. Más adelante toca conocer la escultura de la sirena y acercarse a la parroquia de Sant Bartolomeu i Santa Tecla. Luego, caminar el casco antiguo hasta la plaza del Ayuntamiento, o visitar el Museo Cau Ferrat. El atardecer aguarda su turno bordeando el paseo marítimo hasta los jardines de Terramar. Sobre el cielo del arenal de la playa de la Barra o de la Ribera, las estrellas escriben un “Continuará”.
Zaragoza
El otoño colorea Zaragoza resaltando la belleza de sus calles, plazas y jardines. La capital de Aragón se redescubre en estos días ocres, de hojas crujientes y jornadas doradas. Octubre trae consigo el sonido de las fiestas celebradas en honor a la patrona de la ciudad, la Virgen del Pilar. Del día 8 al 16 la geografía urbana se llena de bullicio. Conciertos, actividades culturales, ofrendas florales… Festividades que pueden convertirse en la excusa perfecta para planear una escapada y conocer de cerca este lugar con tanto que ofrecer. Desde un rico patrimonio histórico, hasta una naturaleza urbana protagonizada por el caudal del río Ebro. Sin olvidar una gastronomía deliciosa, capaz de combatir el frío del cierzo.
El recorrido tiene puntos imprescindibles. Empezando por la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, una joya barroca única. Muy cerca, la Catedral del Salvador y, junto a ella, el Arco y la Casa del Deán, que trasladan al caminante hasta el medievo. Desde allí, el casco antiguo invita a descubrir su historia, plagada de vestigios de distintas épocas. La iglesia Magdalena, el Torreón de la Zuda, el palacio de la Real Maestranza de Caballería son solo algunas paradas. Seguir paseando es inevitable. Caer hipnotizado por el reflejo de la cúpula de la Basílica sobre el Ebro, también.
Peregrinaje a Santiago
Cada vez son más los que se deciden a peregrinar a Santiago de Compostela en otoño. Octubre es una fecha perfecta para hacerlo. Las temperaturas todavía no son muy frías y los caminos, aunque transitados, no se encuentran saturados. El Camino de Santiago significa en estos días previos al invierno una tranquilidad especial. El paisaje alcanza en estas fechas una belleza impresionante en muchos puntos del recorrido. Ríos y arroyos cantan más alto, poniendo música a bosques y fragas de colores. El cielo transita entre antracitas y azules en tan solo unas horas. Mientras, la lluvia se transforma en arte a medida que los pasos se acercan hacia la plaza del Obradoiro y la Catedral.
Ya sea el camino francés, el de Finisterre, el portugués o la Vía de la Plata, todas son fantásticas opciones otoñales. Octubre se convertirá en un remanso de paz para el caminante jacobeo. Además de ser un auténtico placer para los sentidos, hechizados por el aroma a tierra húmeda, o el crepitar de la leña al fuego. Pero también por una oferta gastronómica típica de la estación centrada en los productos frescos de temporada. En este momento ya hay espacio en la mesa para los caldos y cocidos calentitos, las recetas de setas o las castañas asadas. Si hay tiempo no hay que dejar pasar la Fiesta del Marisco, celebrada en O Grove, Pontevedra, los primeros días de octubre. Además de todas las posibilidades ofrecidas por la red de alojamientos rurales gallegos en el marco del “Otoño Gastronómico”.
Formentera
Octubre en Formentera es sinónimo de desconexión y descanso. El ferry, desde Ibiza, conduce a este paraíso natural donde, en otoño, se respira calma y tranquilidad. Las playas se vacían, aunque el agua sigue a una temperatura ideal y los rayos de sol todavía son cálidos. Además, las carreteras están poco transitadas y el viajero tendrá la ocasión perfecta para conocer con calma rutas y caminos. Los contornos de la isla se dibujan de playas de arena fina y mar de cristal, en ocasiones solo ocupadas por las gaviotas. La rosada playa de Ses Illetes, en la parte norte, se introduce en el mediterráneo cristalino, muy cerca de Es Pujols y el puerto de la Savina.
Los fondos que circundan Formentera, alfombradas de Posidonia Oceánica, son auténticos tesoros. Estas profundidades marinas son el hogar de multitud de especies. 8 kilómetros de longitud que se extienden entre Ses Salines, en Ibiza, y Es Freus, en Formentera, y que han sido declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Sumergirse en estas aguas puede parecerse a traspasar la frontera que separa sueño y realidad. Mientras, en la superficie aguardan parajes naturales cargados de energía, historia y una luz propia del otoño. La guinda perfecta para este viaje de octubre puede ser asistir a un festival en apoyo del Save Posidonia Project, del 7 al 9 de octubre. Música, gastronomía y ecología para difundir la importancia de la posidonia y el turismo sostenible.
Madrid
Madrid en octubre invita al paseo. Invita a detenerse en las terrazas, todavía abiertas. A recorrer pasillos de museos donde alargar las mañanas hasta el mediodía. Después, una comida en el Mercado de San Miguel antes de acercarse a los Jardines del Buen Retiro. Allí, tras caminar un rato sobre las hojas que abandonan las ramas, quizás haya tiempo para un paseo en barca cruzando el estanque. Bajo la atenta mirada de pájaros y ardillas, mientras se pone el sol, la tranquilidad se va adueñando de setos, fuentes y senderos.
A finales de mes la luz se apropia de las calles de la capital, convertidas en escenario artístico. En el Festival Internacional de la Luz la ciudad interactúa con los paseantes, transformando el paseo, de las 20:00 a la 1:00, en una experiencia única. Podrán verse de otra forma algunos de los espacios más icónicos. En el entorno urbano madrileño las aceras vibrarán al contacto del arte. Un poco antes, durante la primera quincena de octubre, Madrid se viste de gala. Asistir a las celebraciones del día de la Hispanidad es obligatorio si se está en la ciudad. El acto principal suele ser el famoso desfile, que tiene lugar el día 12 de octubre en el paseo de la Castellana. Es conveniente estar atento también a todos los actos culturales, literarios y festivos que se programan durante toda la semana anterior. En octubre hay un Madrid entero por descubrir.
Octubre, un mes ideal para disfrutar de los viajes por España
Estas líneas no hacen justicia a un mes con tanto que ofrecer. En octubre, el mapa de España cobra vida. Festivales, fiestas patronales, exaltaciones gastronómicas de cocina de temporada… Caminos seculares que cambian de vestuario, playas que se vacían, temperaturas que se templan… En octubre España es otra diferente, inmersa en el anonimato que le concede esa piel otoñal que empieza cubrirla. La geografía, de norte a sur, se llena de posibilidades. En Pamplona se celebra la Semana de la Cacuelica y el Vino de Navarra. La oportunidad perfecta para vivir de cerca el arraigo gastronómico de la ciudad, al igual que sucede con la Feria del Jamón de Aracena, Huelva. En contraste con este ambiente festivo, la calma impera en el Cabo de Gata. Playas, senderos y arrecifes, en los que solo se escucha el canto de las sirenas.
Sería posible proseguir esta lista hasta el infinito. Añadiendo puntos geográficos, destinos sumados a una lista de deseos interminable. Migrando, de punta a punta del país, volando a las islas… Siguiendo el movimiento de rotación de la tierra en pos de las estaciones que se suceden. Un viaje en octubre siempre será especial.
