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Qué ver en Baena

Panorámica que ver en Baena

Capital del olivo y gran yacimiento arqueológico

Entre el extenso llano cordobés y la Sierra Subbética, esta localidad esconde un importante patrimonio arqueológico y arquitectónico que se remonta al tiempo de los íberos. Además, su extraordinario aceite le ha dado fama internacional. Descubre la historia y lo mejor que ver en Baena.

Planifica tu escapada a Baena

Lo que ver en Baena incluyen sus espacios arqueológicos y sobre el aceite, así como templos y un castillo. La visita puede durar entre medio y un día, si se decide acudir al yacimiento de Torreparedones. ara seguir con la escapada, los aficionados a la naturaleza pueden recorrer al Parque Natural de las Sierras Subbéticas y hacer parada en la fortificada Carcabuey. Otra posibilidad es dirigirse hacia el sudoeste hacia Cabra y de Lucena. La capital provincial, Córdoba, es otro destino estupendo.

Las pocas, aunque notables, opciones para dormir y comer en Baena está en dichas páginas. Asimismo, la localidad da acceso a numerosas actividades de turismo activo cordobés.

¿Quieres conocer este sitio?

La historia local es interesante y merece ser conocida antes de pasar a lo que ver en Baena. El lugar posee importantes yacimientos del período íbero, como el de Torreparedones. De allí procede la “Leona de Baena”, conservada en el Museo Arqueológico Nacional. El asentamiento fue ocupado, más tarde, por los romanos. La localidad se posicionó a favor de Julio César en la Batalla de Munda. Esto le valdría el privilegio de llamarse Iulia regia. Durante la etapa final del Imperio se creó el célebre Crismón de Izcar, primitiva representación del anagrama de Cristo que es uno de los iconos de Baena.

A partir del 712 los árabes construyeron un castillo y una mezquita, mezclándose con la nobleza visigoda e hispano romana. Baena formó parte de la Cora de Cabra. Hacia el año 899, Omar Ben Hafsun tomó la población al asalto en su marcha hacia Córdoba, masacrando a los soldados del emir. La zona quedó incorporada a su territorio independiente durante algún tiempo. Hacia el 929, el lugar se convirtió en residencia de los gobernadores provinciales de los Omeya.

Fernando III el Santo, en 1240, firmó unas capitulaciones con los habitantes musulmanes. Estos pudieron quedarse a cambio de obedecer a Castilla. Tras esto, el Infante Alfonso de Molina gobernó Baena. Sin embargo, en 1267 pasó a pertenecer a Rodrigo Alfonso, tío de Fernando III. Alcanzado 1298 fue atacada por los musulmanes. Dos años después estos llegarían a penetrar incluso en las murallas, siendo rechazados en el último momento. Por tan heroica defensa, Fernando VI le concedió su escudo de armas al pueblo. Prosperó hasta llegar a ser la localidad con más habitantes del Reino de Córdoba. En 1488 Diego Fernández de Córdoba, conde de Cabra, adquirió el Señorío local.

Calle de Baena en una antigua fotografía
Calle de Baena en una antigua fotografía.

En el siglo XVI, los Fernández de Córdoba adquirieron el título de duques de Sessa. Realizaron obras en beneficio de Baena, promoviendo la expansión de la localidad con la favorable coyuntura económica. Se establecieron allí varias órdenes religiosas. En 1566, Felipe II les concedió también el ducado de Baena. Durante 1766 nació en el lugar el dominico Santo Domingo de Henares. Este misionero y obispo en Oriente murió decapitado en Vietnam y fue canonizado por Juan Pablo II.

Llegado el siglo XVIII, se aumentan los cultivos de cereal, vid y olivar. Gracias a ello se produjo una gran riqueza que facilitó la implantación de los jesuitas. Ya en 1821, se dio el Reparto del Monte Horquera. Esto no logró acabar con las profundas desigualdades sociales existentes en esta zona, ya que muchos de los nuevos propietarios vendieron sus parcelas a los terratenientes. En 1854 una epidemia de cólera mató a buena parte de la población.

Actualmente Baena cuenta con una denominación de origen de aceite de oliva propia. Por otro lado, sus viñedos producen vinos de denominación de origen Montilla-Moriles. En sus inmediaciones está la mayor central de biomasa de residuos de olivar.

A continuación, lo mejor que ver en Baena.

La visita a la localidad se inicia en el Castillo de Baena. Fue fundado en el siglo IX como un Hisn musulmán llamado Bayana. Durante el siglo XV se emprendieron reformas de calado y en la centuria siguiente Diego Fernández de Córdoba, conde de Cabra, establece su residencia en el castillo. Para ello lo reformó dándole forma de palacio. Con el tiempo el edificio acabaría abandonado y arruinado.

La Iglesia Parroquial de Santa María La Mayor (ss. XVI-XVIII) tiene una estilizada torre-campanario de estilo barroco, posee tres naves y carece de crucero. Es sobresaliente su extraordinaria reja plateresca del siglo XVI. Hoy día está situada junto a la entrada de acceso y procede de la capilla mayor.

Otro templo que ver en Baena es la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe (s. XVI-XVIII). Ubicada en la Plaza de Santo Domingo, se alza en el solar de la ermita de San Sebastián. Según la leyenda, allí se apareció la Virgen a un caballero que se dirigía al Santuario de Guadalupe. Desde entonces, esta se convirtió en Patrona de Baena. Por dentro destaca el artesonado mudéjar de la capilla principal y un Cristo de la Sangre (s. XVII).

Por otro lado, la Iglesia de San Francisco brilla por sus pinturas. Además, en ella se guarda la imagen del Patrón Titular de Baena, Nuestro Padre Jesús Nazareno (s. XVIII). Muy próxima queda la Iglesia Conventual Dominica de Madre de Dios (s. XVI-XVII), singular por su retablo mayor y coro plateresco. Terminando con los edificios sacros destacables que ver en Baena toca ir a la Iglesia de San Bartolomé (1448) y la Capilla del Rosario (s. XVI). Esta última posee unos bellamente decorados púlpitos del siglo XVII.

En un hermoso inmueble del siglo XVIII se extiende el interesante Museo Histórico y Arqueológico Municipal. El edificio que lo contiene fue otrora la Casa de la Tercia. La construcción funcionaba como almacén de grano y semillas y bodega de aceite, facilitando la recogida del diezmo.

Una de las señas de identidad de Baena es su aceite, cuya Denominación de Origen es de gran fama. El proceso productivo aceitero se explica en el Museo del Olivar y el Aceite. Se sitúa en un viejo molino, ubicado en pleno centro de la población.

Leona de Baena en la explanada del Castillo de Baena
Una reproducción de la Leona de Baena en la explanada del Castillo de Baena.

Muy recomendable es también la visita al Parque Arqueológico de Torreparedones. El conjunto se encuentra a 22 km de Baena. Se trata de un yacimiento que abarca del II milenio a. de C. hasta el siglo XVI. Fue un lugar relevante tanto para íberos como para romanos. Posiblemente se trataba de la Ituci Virtus Iulia de la que habló Plinio. En el recinto es posible ver construcciones de muy diverso tipo y época. Posee un poblado prehistórico, el oppidum ibérico, el mercado romano, un santuario extramuros dedicado a Caelestis diosa de la fertilidad, el foro y hasta un castillo medieval.

Imprescindibles

Paisaje que ver en Baena
Paisaje de Baena.
Iglesia de Santa María la Mayor de Baena
Iglesia de Santa María la Mayor de Baena.

Datos prácticos

Coordenadas

37° 37′ 10″ N, 4° 19′ 33.77″ W

Distancias

Córdoba 62 km, Sevilla 177 km, Madrid 396 km.

Aparcamiento

Aparcamiento público habilitado en la Plaza de la Constitución.

Altitud

405 m.

Habitantes

20 266 (2012).

Estas son las grandes festividades que ver en Baena. Carnaval, Víspera de San José (18 de marzo, Desfile de más de 3000 tamborileros), Semana Santa o Misereres (Miércoles de Ceniza, viernes de Cuaresma, Lunes Santo y Martes Santo). También, Corpus Christi, Nuestra Señora de Guadalupe (fiesta patronal, (septiembre), Día de Jesús Nazareno Patrón de Baena (14 de septiembre).

He aquí, además, otras ocasiones notables que ver en Baena. Por ejemplo, Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo (marzo / abril), Mercado Medieval (septiembre), Feria Real de Baena (primer miércoles de octubre). También, Jornadas del Olivar y el Aceite de Oliva (noviembre).

Confección de traje de judío (Semana Santa), cascos de judío (Semana Santa), talla en madera de olivo, tambores (Semana Santa). Asimismo, guarnicionería, albardonería, alfarería y forja de hierro.

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