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Imponentes castillos de España en ruinas, un pasado en escombros

Atardecer en el castillo de Pambre

El paso del tiempo de alguno de los castillos de España ha llevado a estas fortalezas más icónicas a la ruina progresiva. El estado de abandono de muchos de ellos ha provocado que, ahora, se encuentren prácticamente derruidos. Retroceder en el tiempo e imaginar esa época es, sin duda, un ejercicio que ayudará a conocer el porqué de estas onces magnas construcciones. Recuperar en nuestro imaginario aquella imperiosa apariencia que tenían en la España medieval es un buen homenaje a un icono de nuestra Historia. ¿Te vienes?

Castillo de Davalillo, La Rioja

Vista de las viñas riojanas con el castillo de Davalillo al fondo
La viña riojana a los pies del Castillo de Davalillo. | Shutterstock

El Castillo de Davalillo, cerca del municipio de San Asensio, en La Rioja tuvo sus momentos de gloria en las numerosas batallas entre el ejército navarro y riojano. Sin conocerse bien la fecha de su construcción, parece que el Castillo de Davalillo tiene su origen entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII. No obstante, lo que parece seguro es que fue construido más allá de 1177. Dicha construcción no figura entre las mencionadas por Sancho VII en la lista de castillos de la zona que realizó a petición del Parlamento Inglés.

Sea como fuere, en la actualidad, el Castillo de Davalillo se encuentra en un importante estado de abandono. Desde hace algo más de un año, la CVNE (Compañía Vinícola del Norte de España) lo adquirió tras arrebatárselo a las administraciones locales y autónomas después de comprárselo a otra importante empresa vinícola del lugar. Quizá la falta de inversión privada ha llevado al conjunto a una desatención impropia de un monumento histórico. Sufre un elevado riesgo de hundimiento debido a que las bases de las torres se encuentran muy descalzadas.

De propiedad privada, por el momento no se puede visitar. El castillo de Davalillo es una de las imágenes más icónicas de la región. Asentado sobre un cerro en pleno campos del viñedo riojano, ofrece unas preciosas vistas de la Rioja Alta. Asimismo, el deterioro y el citado peligro de derrumbe han hecho que el entorno de la fortaleza haya sido vallado para evitar problemas. Por su parte, las administraciones locales han advertido del riesgo que supone entrar en la fortaleza del siglo XIII.

Castillo de Vozmediano, Soria

El castillo de Vozmediano sobre varios peñascos
El castillo de Vozmediano pudo ser Parador Nacional. | Shutterstock

A medio camino entre Castilla y Aragón, el castillo de Vozmediano se alza sobre grandes peñascos y preside la localidad a la que da nombre, en Soria. Protagonista de la conquista de Alfonso I de Aragón, en el año 1429 llegó hasta sus estancias el poeta y militar Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. En el propio castillo, entre defensa y defensa, el escritor del siglo XV escribió alguna de sus más famosas serranillas.

Ya en el siglo XX, el castillo de Vozmediano fue noticia más que en la propia Edad Media. En los años sesenta, el por entonces ministro de Turismo, Manuel Fraga, propuso la creación de un Parador Nacional aprovechando la fortaleza soriana. Para llevar a cabo tal acción, el pueblo de Vozmediano debía incorporarse a Ágreda, localidad próxima. Sin embargo, los vecinos de la aldea rechazaron la propuesta, firmando así la sentencia de muerte del propio castillo.

Desde entonces, el cementerio que alberga ha ido ganándole terreno a la fortificación, provocando el deterioro progresivo del edificio medieval. Desde hace varios años, el Ayuntamiento de Vozmediano, como propietario, ha solicitado su restauración, pero no ha obtenido respuesta alguna. Actualmente, una de las torres del castillo presenta importantes grietas provocando que, en 2018, parte de la muralla se derrumbara. Desde hace varios años, está incluido en la lista roja que elabora Hispania Nostra.

Castillo de Rivadeneyra, Toledo

Anochecer en el Castillo de Rivadeneyra
Castillo de Rivadeneyra de noche. | Shutterstock

El Castillo de Rivadeneyra quizá sea uno de los más conocidos y representativos de la comarca. Al norte de la provincia de Toledo, esta fortaleza del siglo XV se sitúa a las afueras del pueblo ya deshabitado de Caudilla. Este castillo, con aires más pictóricos y señoriales que militares, sirvió como residencia de Fernando de Rivadeneyra. Aguantó las acometidas sufridas por el ejército de Enrique IV a razón de la rivalidad que tenía con su hermano Alfonso por el reino de Castilla.

Su estado de conservación es muy deficiente. Sus escasos restos sufrieron un nuevo varapalo cuando, en 1999, la fachada principal se vino abajo. Alguna iniciativa popular ha intentado sin éxito reacondicionar el edificio. Por ejemplo, en 2018 una destilería usó el nombre de Castillo de Caudilla como reclamo para elaborar un whiskey. Sin embargo, el proyecto, que destinaba lo recaudado con la venta de la bebida a remodelar el castillo, fracasó.

Así pues, pocas expectativas existe en torno al deteriorado castillo. Hoy es de propiedad privada y se desconocen acciones relacionadas con la conservación o remodelación del edificio. Mientras, la fortaleza es testigo de curiosos y turistas que cámara en mano regalan preciosos encuadres de la zona y castillo. El acceso al enclave es sencillo a través de la autovía entre Maqueda y Toledo.

Castillo de Castrotorafe, Zamora

El castillo de Castrotorafe con el río Esla al fondo
El castillo de Castrotorafe con el río Esla de testigo. | Shutterstock

Junto al río Esla, en el despoblado de Castrotorafe, Zamora, el castillo debió ser construido antes de 1319, según el testamento de Juan de Castilla. Su privilegiada ubicación, en la frontera entre Castilla, León, Portugal y Galicia, hizo que esta fortificación tuviera un gran valor militar y estratégico. La construcción contaba con un gran foso del que aún hoy quedan vestigios y parece que se situaba sobre una pequeña elevación, desde donde controlaban la villa de Castrotorafe.

Según data, la fortaleza cayó en el olvido a finales del siglo XVII. Tras más de dos siglos en estado de abandono, en 1931 las ruinas de Castrotorafe fueron declaradas como Monumento Nacional. No obstante, desde 2009 y con financiación de la Diputación de Zamora, se ha ido interviniendo en la conservación y consolidación de las murallas. Sin embargo, parece que los trabajos actuales parecen poco profesionales y está causando graves daños. De hecho, las primeras labores de desescombro de los restos provocaron el derrumbe de uno de los cubos defensivos.

Uno de los grandes atractivos que presenta estas ruinas es su puente. Cuando las aguas del embalse del río Esla están en niveles bajos, todavía se puede atisbar lo que un día fue el viaducto que servía como nexo de unión. A medio camino entre Zamora y Benavente, la villa y castillo de Castrotorafe brinda unas preciosas vistas del embalse y sus alrededores siendo una excursión perfecta cerca de la frontera con Portugal.

Castillo de Morón de la Frontera, Jaén

Vista del castillo de Morón de la Frontera sobre un cerro verdoso
Son visibles las deficiencias del Castillo de Morón de la Frontera. | Shutterstock

De mano en mano hasta su más absoluto abandono. Desde su construcción en el siglo XI durante en el que Morón fue un reino de Taifas, el castillo árabe ha sido testigo de La Reconquista, de las tropas napoleónicas e incluso de la Guerra Civil. Todas estas épocas han sido juez y parte del deterioro de esta fortificación que hoy en día corre un serio peligro de derrumbe sin importar demasiado a Administraciones Locales o inversión privada.

Aupado sobre un cerro de Morón de La Frontera, todavía es visible su torre del homenaje. Una de las grandes curiosidades de esta fortificación es el aspecto multifuncional que ha tenido a lo largo del tiempo. Siendo frontera entre Cádiz y Sevilla, el castillo fue una de las plazas defensivas más importantes del sur. Además de su servicio militar, la construcción también ha servido de residencia nobiliaria, pero también ha cobijado durante la posguerra a más de 100 familias hacinadas en chabolas.

Castillo de Pelegrina, Guadalajara

Restos del castillo de Pelegrina sobre un cerro
El Castillo de Pelegrina, vigía de todo el valle del Río Dulce. | Shutterstock

Rodeado de fauna y naturaleza, el castillo de Pelegrina data del siglo XII. Vigía de todo el valle sobre el río Dulce, en 1710 fue víctima de un incendio durante la Guerra de Sucesión. Aunque, posteriormente este resto patrimonial de Guadalajara fue reconstruido. Asimismo, en plena Guerra de la Independencia fue desmantelado por las tropas napoleónicas para que no sirviera de refugio a los guerrilleros comandados por el Empecinado.

En la provincia de Guadalajara, cerca de la A2, el enclave del Río Dulce ofrece una completa excursión donde las bonitas vistas y el buen yantar es protagonista. Todo el parque natural del Barranco del Río Dulce fue testigo en los años 70 de las vivencias de Félix Rodríguez de la Fuente y su serie documental El Hombre y La Tierra. De hecho, todavía es visitable la caseta donde guardaban los materiales y todo lo necesario para la grabación.

Castillo de Torre Salvana, Barcelona

Vista general del castillo Torre Salvana
El castillo de Torre Salvana, popular entre los amantes de lo paranormal. | Shutterstock

Esta construcción sobre el Baix del Llobregat es muy popular entre los amantes de los efectos paranormales y psicodélicos. Datada hacia el año 992, esta torre de defensa avanzada fue gravemente dañada durante las revueltas catalanas del siglo XIII, quedando destrozada en numerosas zonas. Su aspecto actual es consecuencia de las numerosas alteraciones que ha sufrido a lo largo de su historia. De origen románico, cierto es que se han producido modificaciones góticas en su estructura.

La Torre Salvana está junto a la localidad de Santa Coloma de Cervelló, a pocos kilómetros de Barcelona. El edificio está en un estado de ruina y abandono importante. Ha sufrido actos vandálicos y expolios que han dejado a la fortaleza irreconocible. Apenas quedan vestigios arquitectónicos de su origen. El abandono social que sufre quizá sea para alimentar las habladurías y leyendas sobre las escenas espectrales que allí dicen ocurrir.

Castillo de Portezuelo, Cáceres

El castillo en ruinas de Portezuelo sobre un cerro
El Castillo de Portezuelo ha sufrido reformas impropias de un BIC. | Shutterstock

El Castillo de Portezuelo, en la provincia de Cáceres, es el paradigma de cómo no debe restaurarse un monumento histórico. Originario de la ocupación musulmana, la fortaleza sirvió en la Alta Edad Media para detener el avance cristiano. A lo largo de su extensa historia, el castillo ha sido víctima de numerosos ataques, tantos como reconstrucciones. Aunque tipificado como BIC (Bien de Interés Cultural), su estado es ruinoso. Además, recientemente ha sufrido el derrumbamiento de unas de sus torres. Como se ha citado, las obras de adecentamiento son un desastre y carecen de armonía con la historia del edificio.

Castillo de Pambre, Lugo

Atardecer en el castillo de Pambre
El Castillo de Pambre es un ejemplo de restauración. | Shutterstock

De los más de 3.000 castillos que, según la Asociación Española de Amigos de los Castillos, se encuentran en estado de ruina, el de Pambre es un claro ejemplo del buen hacer. Esta fortaleza, situada en la provincia de Lugo, ha logrado parte de su lustre gracias al erario público y no hace demasiado ha abandonado su estado de ruina consolidada.

Sin embargo, y a pesar de ser uno de los castillos mejor conservados de todo Galicia, el de Pambre ha sufrido deterioros importantes que han llevado a la Xunta a realizar fuertes inversiones. De propiedad privada hasta 2012, la dejadez de su último inquilino hizo que la Torre del Homenaje sufriera desperfectos y actos vandálicos que han estado muy cerca de hacer irreversible la restauración.

Estos castillos han sucumbido a la ruina. Otro ejemplo sería el de Granadilla, en Cáceres. Compartió destino con un pueblo que se vio abocado a ser abandonado debido a la construcción del embalse de Gabriel y Galán. Por suerte, a diferencia de estas fortalezas listadas, la localidad está renaciendo de una forma muy curiosa y es parte de lo que llamamos Pueblos Renacidos. ¡No te pierdas esta serie de reportajes sobre la vida y la muerte de ciertas poblaciones españolas!