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Escondida en pleno Geoparque de las Sierras Subbéticas en la provincia de Córdoba, se encuentra la Cueva de los Murciélagos. Este lugar, más allá de ser valorado como un espacio natural único por sus increíbles estructuras geológicas, se ha convertido a lo largo de la historia en uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de toda Andalucía.
Con más de 3.300 metros explorados, la Cueva de los Murciélagos se ha catalogado como una de las mayores cavidades de toda la península. Desde su descubrimiento, ya en el siglo XIX, ha llamado la atención de miles de curiosos y científicos que han querido adentrarse en sus profundidades para conocer e investigar desde cerca un trocito de la historia.
Fue a lo largo del siglo XX cuando más relevancia tuvo este yacimiento debido a la frenética actividad de todos los arqueólogos. Sin poder preverlo, la aparición de un esqueleto en las zonas más profundas de la cueva mostró una revelación histórica que ha cambiado las bases del Paleolítico andaluz.
Abierta de miércoles a domingo, esta importante cueva se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de todo el paisaje natural cordobés. A día de hoy, está habilitada la visita de manera segura para descubrir no solo el yacimiento arqueológico y la multitud de especies de murciélagos que le dan su nombre, sino las impresionantes formaciones geológicas que se han construido de manera espontánea a lo largo de los siglos. Han creado todo tipo de formas y recovecos que merece la pena disfrutar.
Historia de la Cueva de los Murciélagos
A pesar de que fue durante la Guerra Civil, en 1938, cuando se tiene registro de la primera exploración de la Cueva de los Murciélagos, fue ya en 1868 cuando el arqueólogo Manuel de Góngora y Martínez registró los primeros escritos sobre la existencia de esta cueva.
Sin embargo, es durante esta primera exploración a principios del siglo XX cuando los tres oficiales hicieron uno de los mayores descubrimientos sobre esta importante cueva. Aparecieron los restos de un esqueleto en la parte más profunda hasta la fecha. No solo eso: también los restos arqueológicos que llegaron para arrojar luz sobre ni más ni menos que el Paleolítico andaluz.
Hasta ese momento, se tenía calculada una fecha orientativa sobre cuándo habría transcurrido la Prehistoria en los territorios del sur. Gracias a la investigación y análisis del cadáver, y a las diferentes herramientas, ornamentaciones y restos carbonizados de comida, se llegó a determinar que los cálculos eran erróneos. En realidad, el Paleolítico andaluz había transcurrido un milenio antes de lo estipulado.
La cueva de los Murciélagos dio un giro a la historia de Andalucía
El descubrimiento y exploración de la Cueva de los Murciélagos arrojó luz sobre los primeros hombres que poblaron el territorio. Dejó huellas de sus costumbres y sus instrumentos. Se estima que los Neandertales habrían hecho uso de ella y, posteriormente y durante algún tiempo, llegaron a pasar también nuestros antepasados, los Homo Sappiens. Este último descubrimiento fue muy importante a la hora de dar información sobre un vacío histórico.
Los antiguos habitantes de esta cueva no solamente dejaron un gran itinerario de instrumentos y un legado de las primeras manifestaciones artísticas, como grabados en las paredes con motivos de animales y de caza. También se ha llegado a descubrir la distribución que se aplicaba a los diferentes espacios. Tenían una zona para rituales a modo de santuario, otra estancia de vestíbulo, donde se recibía luz del sol y una zona profunda donde se realizaban los enterramientos.
Los romanos también hicieron uso de ella mucho tiempo después, durante los siglos III y IV d.C. Se conservan recipientes e instrumentos de la época e incluso se sospecha que fue usada como refugio. Sin embargo, desde entonces la Cueva de los Murciélagos habría quedado en el olvido perdida entre las alturas de las Sierras Subbéticas. Ha sido a partir del siglo XX cuando se han adaptado y expuesto sus secretos. Así ha llegado a convertirse en una gran atracción geológica y arqueológica para todos los amantes de la naturaleza y el pasado.
Visita a la Cueva de los Murciélagos y sus alrededores
La Cueva de los Murciélagos se ha convertido en uno de los mayores atractivos naturales de Córdoba. Situado a cuatro kilómetros de Zuheros, al sur de la región, esta cueva se ha tenido que ir adaptando y facilitando para poder ser visitada por los curiosos. Y es que tiene una pequeña entrada y una localización recóndita. Su nombre, como bien puede entenderse, está relacionado con la gran variedad de murciélagos que residen en su interior. Por ejemplo, el murciélago grande de herradura, el pequeño de herradura, el de oreja partida o el ratonero grande. Su gran tamaño y profundidad lo convierten en el sitio idóneo para estos animales nocturnos.
Además, esta cueva no solo es un fascinante lugar histórico y arqueológico. También fue considerada en 2001 como un Monumento Natural por la Junta de Andalucía, debido al enorme valor geológico que contiene. Además, anteriormente, en 1985, fue declarada Bien de Interés Cultural. En su interior, pueden encontrarse todo tipo de formaciones. Una de las más destacadas es una estalagmita de cuatro metros de alto que depende de una estalactita de tan solo 10 centímetros de caída.
Visitar esta cueva es toda una experiencia para nuestros sentidos y para conocer nuestra historia más antigua. Con más de 3.000 metros descubiertos y con predicción de seguir expandiendo esta cifra, la cueva cuenta con todos los accesos y seguridades para que cualquier turista con corazón aventurero se adentre a vivir este trocito de legado natural y antropológico.
