Los lugares más fotogénicos de España
Hay lugares bonitos, de esos que invitan a mirarlos y recorrerlos cuando los visitamos. Y luego están las superestrellas de nuestro país, rincones que son como una postal lista para ser capturada. Los que vamos a ver a continuación son los lugares más fotogénicos de nuestra geografía, cada uno un icono con su propia personalidad.
11 lugares de los que no podrás apartar la mirada (ni la cámara)
La Alhambra
El legendario palacio-fortaleza nazarí es el monumento más visitado de toda España, y eso ya lo convierte en uno de los más fotografiados. A ello ayuda el hecho de que la Alhambra es bella tanto en una panorámica como en una foto de detalle: tanto su silueta rojiza, con la sierra de fondo, como cualquier elemento de su riquísima ornamentación árabe. Esto incluye, por supuesto, la delicia que se respira en cualquiera de sus patios y estancias. Pura magia para nuestras cámaras.
Templo de la Sagrada Familia
La obra maestra por el momento inacabada de Antoni Gaudí es un emblema de Barcelona y de toda España, un monumento que atrae los ojos de turistas y locales por igual. Ya sea su majestuosa figura, con la verticalidad de las torres rompiendo la cuadrícula del Eixample, o la multitud de detalles que la cubren, todo se presta a mil fotografías. En el interior, con sus alucinantes juegos de luz, la maravilla no hace más que multiplicarse.
Parque Nacional de los Picos de Europa
El Naranjo de Bulnes, el mítico Picu Urriellu, Asturias, es por sí solo una poderosa figura que atrae nuestros ojos. Pero lo cierto es que toda esta área montañosa del norte es una sucesión de rincones y paisajes encantadores. La aspereza de las montañas contrasta con el verde de prados y valles, en un diálogo de formas que nos atrapa. Si, además, nos topamos con el regalo de algún animal que cruza cerca de nosotros, la experiencia ya es total.
Catedral de Santiago de Compostela
Si otros monumentos españoles atraen a visitantes, la Catedral de Santiago de Compostela puede presumir de que atrae a peregrinos, miles de personas de medio mundo que culminan en ella una aventura con siglos de historia. Naturalmente, no pueden faltar fotos de la apoteosis del Camino de Santiago, y la espléndida catedral gallega se presta mucho a ello con sus exquisitas fachadas que son como libros abiertos, el fascinante Pórtico de la Gloria y la elegancia de sus torres barrocas.
El Caminito del Rey
El rey de los tramos senderistas lo es gracias a la espectacularidad de su fisonomía: un imponente desfiladero, el de Los Gaitanes, con el río Guadalhorce en la profundidad de su seno. Recorrer las pasarelas del Caminito del Rey, en Málaga, es una experiencia que nos deja con la boca abierta inevitablemente, como inevitable es tener que inmortalizar este paraje alucinante. El que fuera antaño un camino lleno de peligros es hoy uno de los planes imprescindibles de toda España.
San Juan de Gaztelugatxe
Este islote de la costa vizcaína concentra toda la esencia de las tierras vascas. Y de su mar, cómo no. El verde del norte une fuerzas con la roca indómita desafiando la furia del mar, y en lo alto una ermita cargada de historia nos invita a recorrer los 241 escalones que la unen con el mundo común. Precisamente la serpenteante escalinata es lo que añade dramatismo y fotogenia, un escalonado laberinto que se disfruta en cada tramo.
La costa balear
Desde el Faro de Cavalleria, en el norte de Menorca, hasta el Cap de Barbaria en el extremo de Formentera, todo el litoral balear es un continuo de maravillas, en forma de calas, arenales, aguas cristalinas, cuevas y pueblos seductores. Las cuatro islas principales, con sus 300 playas, son un escenario de postal donde es imposible no inmortalizar cada momento, ya sea en la frondosidad mediterránea del norte de Mallorca o en las espectaculares puestas de sol de Ibiza.
La Plaza Mayor de Madrid
Abriéndose con su geometría perfectamente regular en medio del dédalo de la ciudad antigua, la Plaza Mayor de la capital impone por su elegancia y la pureza de sus formas. Las dos Castillas reúnen magníficos ejemplos de plazas similares, espacios donde se ha desarrollado la vida urbana durante siglos, pero la de Madrid es el emblema definitivo, un prodigio de líneas rectas, pórticos y tonos rojizos que seduce nada más verla.
Playa de las Catedrales
Como reina de las playas fotogénicas, la de las Catedrales en Lugo invita siempre a levantar la vista hacia sus formidables arcos, bañados por el océano, y nos llena de una emoción particular, tanto la primera vez que la pisamos como la enésima. La playa de Augas Santas, por su nombre oficial, tiene la virtud de brillar todo el año: es un escenario encantado donde cada estación aporta una luz particular, y donde la roca nos habla sin palabras.
Park Güell
La unión de formas curvas y vivos colores con las fantásticas panorámicas sobre la ciudad hace del Park Güell uno de los mayores objetos de deseo de fotógrafos y visitantes en general. Gaudí dio rienda suelta a su imaginación y pobló este parque de singulares salamandras y setas enigmáticas, en una sinfonía de luz y color que sigue atrayendo a enormes cantidades de personas de todo el mundo. Es como caminar por un sueño.
Ronda
El impresionante puente que atraviesa el Tajo de Ronda, con sus vistas sobre el desfiladero, hace de Ronda la quintaesencia de los pueblos blancos andaluces y ofrece una de las postales más icónicas de todo el sur de España. De alguna manera, toda la magia de Andalucía está condensada en la localidad malagueña, tanto por su arquitectura inimitable como por el paisaje cautivador que la enmarca y algún otro elemento como la plaza de toros, de las más antiguas de España.
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