El Valle de Arán, donde la naturaleza envuelve a los pueblos

Ubicado en Cataluña, haciendo frontera con la provincia de Huesca y el sur de Francia, el Valle de Arán es un lugar de ensueño donde la naturaleza envuelve a sus pueblos con paisajes imposibles de olvidar.

Sin duda, se trata uno de los sitios que hay que visitar en los Pirineos, pues los amantes de la montaña disfrutan como niños. A lo largo de este recorrido por su historia y su geografía se hará hincapié en los lugares que más merecen una visita.

Breve historia del Valle de Arán

Para contar el principio de la historia del Val d’Aran hay que remontarse al Paleolítico. En este valle se pueden encontrar cuevas con pinturas rupestres del hombre de Neandertal, de hace aproximadamente 40 000 años.

En el Neolítico, en torno al año 4000 a.C., fueron construidos múltiples dólmenes y menhires que todavía se pueden visitar hoy en día. Por ejemplo, el Peira deth Ueth Garona o la necrópolis del Tuc de Baqueira. Además, debido al cambio climático que se produce en esta etapa de la historia, aparecen en el Val d’Aran la agricultura, los telares y la domesticación de los animales, dando comienzo a los primeros poblados del valle.

Valle de Arán

Más tarde, con la llegada de los celtas, se crea el aranés, una lengua que es mezcla del celta y del vasco y que todavía hoy habla o entiende el 88 % de los habitantes del Valle de Arán.

Finalmente, otro de los hitos más importantes en la historia del Valle de Arán tiene lugar unos cuantos siglos después, concretamente durante la Revolución Industrial. En esta época se construyeron las primeras fábricas en el valle para extraer zinc, sobre todo de la zona de Arres. Por otro lado, también fue de vital importancia la fábrica de lana ubicada de Vielha, que hoy en día es un museo.

Qué ver en el Valle de Arán

Los lugares que visitar en el Valle de Arán son ideales para los amantes de la naturaleza y de los pueblos tranquilos.

Vielha

Vielha

Viehla suele ser un pueblo muy visitado en invierno por su cercanía a la estación de esquí de Baqueira Beret. Sin embargo, es un pueblo que merece la pena por sí mismo. La iglesia de Sant Miquèu, el Passeig dera Llibertat y las vistas junto al río Nere son preciosas imágenes que se quedan grabadas en la mente. Además, se puede observar el pueblo entero desde el mirador de la Ròca de Sèrra haciendo una ruta circular de unos siete kilómetros.

Ruta de los 7 lagos

Ruta de los 7 lagos

Y hablando de senderismo, una de las cosas que hacer en el Valle de Arán es la Ruta de los 7 lagos. Los amantes de la montaña pueden elegir entre la ruta de siete kilómetros o la de 15, con un desnivel acumulado de unos 600 metros. En cualquier caso, se trata de una ruta circular por el Circ de Colomers, donde hay lagos que se formaron a partir de unos glaciares que erosionaron el terreno.

Bossost

Bossost

Bossost es otra de las localidades que no pueden faltar en una visita al Valle de Arán. Se trata del penúltimo pueblo antes de pasar a Francia, donde lo más recomendable es perderse por sus calles y observar la arquitectura románica aranesa. Alrededor del pueblo se puede hacer la llamada Ruta de las 7 Ermitas Protectoras, además de visitar la iglesia de la Asunción de María y el Lavadero de Bossost.

Bausen

Bausen

Muy cerca del Bosque Encantado de Carlac se encuentra Bausen, una pequeña aldea de tan solo 60 habitantes que todavía conserva la tradicional arquitectura aranesa en sus casas. Sus ventanas y tejados de pizarra no dejan indiferente a nadie, ya que son muy diferentes a los de otros pueblos de montaña en otros lugares de España.

Bosque Encantado de Carlac

Bosque Encantado de Carlac

Uno de los lugares que hay que ver en los Pirineos sí o sí es el Bosque Encantado de Carlac, que es un bosque de hayas milenarias que parece sacado del Señor de los Anillos. Esta ruta parte de la iglesia de Sant Peir Ad Vincula en la localidad de Bausen y durante unos kilómetros se puede disfrutar de paisajes totalmente mágicos. Finalmente, como es una ruta circular, el punto de llegada es de nuevo el pueblo de Bausen.

Montgarri

Montgarri

Al ser el Valle de Arán un lugar muy aislado del resto de Cataluña, existen pueblos abandonados, como es el caso de Montgarri. Además, a ello se suma que es uno de los lugares más fríos de España. Se trata de una pequeña aldea junto al río Noguera Pallaresa en la que se pueden ver el santuario de Nuestra Senyora de Montgarri y algunos albergues de pastores y ganado.

Les

Les

Cuando uno se informa sobre qué ver en Lérida, uno de los puntos imprescindibles suele ser Les. Allí destacan el antiguo castillo de los Barones de Les, la iglesia de Sant Blai y la iglesia de San Juan Bautista. Sin embargo, uno de sus grandes atractivos son sus baños termales, donde hoy en día existe un balneario.

Cascada de Saut deth Pish

Cascada de Saut deth Pish

Para quien se pregunte qué ver en el Valle de Arán si solo se dispone de un día, una de las mejores opciones es la cascada de Saut deth Pish, pues este rincón puede ser un resumen de lo que este valle ofrece al visitante. Se encuentra a 17 kilómetros de Vielha y se puede dejar el coche en un parking a cinco minutos caminando de ella. Al llegar allí, todo el mundo se queda con la boca abierta al observar sus dos saltos de agua, de 20 y 5 metros de altura respectivamente.

Estación de Baqueria Beret

Estación de Baqueira Beret

Para terminar, en la actualidad el Valle de Arán se ha popularizado en los últimos años, gracias especialmente a la estación de esquí Baqueira Beret, una de las más importantes de España. Desde luego, los amantes del esquí podrán disfrutar de este deporte en un lugar inigualable y, si lo desean, pueden aprovechar para hacer un poco de turismo.

En definitiva, el Valle de Arán es un lugar para perderse por las calles de sus pueblos, respirar el aire puro de sus montañas y hacer rutas senderistas con paisajes increíbles. ¿Quién no querría desconectar en un lugar tan alucinante como este?