Qué ver en Borja
Monumental patria de la garnacha
Su atractivo casco urbano viene siendo destino de los amantes del arte y de la enología. El Santuario de La Misericordia se ha convertido en un atractivo turístico, pero no por el edificio. La deficiente restauración de su Ecce Homo ha hecho que miles de turistas lo visiten. No te pierdas la historia y lo mejor que ver en Borja.
Planifica tu escapada a Borja
Hay elementos mucho mejores que ver en Borja que la chapucera restauración del Ecce Homo del Santuario de La Misericordia. Su colegiata, museo arqueológico y ruinas del alcázar musulmán son las verdaderas atracciones. La antigua riqueza y prestigio del lugar se deduce con solo ver las fachadas de sus palacios y casonas. En las inmediaciones es posible visitar las bodegas de los vinos de la DO Campo de Borja.
Para seguir con la escapada se puede acudir, en dirección oeste, al Monasterio de Veruela. En cambio, yendo al norte se alcanza Tarazona. Asimismo, Zaragoza capital es muy interesante. En otro plano se sitúa el espectacular Parque Natural de El Moncayo. La gastronomía local y la oferta hotelera comarcal están en las páginas sobre dormir y comer en Borja.
Historia de Borja
Para disfrutar al cien por cien lo que ver en Borja lo ideal es conocer su historia. Así, el origen se remonta a la población celtibérica Bursau, situada en los alrededores de la Cueva Esquilar y el Cerro de La Corona. Está confirmado que en el siglo V a. C. acuñaba moneda. Más tarde fue mencionada en los escritos de Tito Livio y Plinio el Viejo. Los asentamientos en el cerro comenzaron tras la conquista romana, en el siglo I d. C., ubicados en las zonas de Torre del Pedernal y la Romería. Las inseguridades del siglo III llevaron a la población a replegarse.
El nombre de Borja proviene del vocablo musulmán burya, fortaleza. Se hace de esta forma alusión al castillo desde el que la familia Banu-Qasi dominaba la ribera del río Huecha. La próspera comunidad musulmana asentada no se extinguió tras su rendición a las tropas de Alfonso I el Batallador en el siglo XII.
Extramuros, en los alrededores de la calle de San Juan, se fue asentando un nuevo barrio. En él pudieron los mahometanos seguir las costumbres del islam. Además, se alzaron como un potente motor económico para Borja. Durante los siglos siguientes, la población mantuvo un importante papel como posición estratégica entre las coronas navarra, aragonesa y castellana.
En 1363, en pleno contexto de la Guerra de los Dos Pedros fue tomada y saqueada por tropas castellanas. Más tarde, llegado 1438, Borja ganó el título de ciudad y se incorporó de facto a la Corona. Ya en los siglos XV y XVI se edificaron suntuosos palacios y casas solariegas. Sin embargo, dos siguientes estuvieron marcados por periodos de recesión, sequía y enfermedad.
Borja se alineó con el bando borbónico durante la Guerra de Sucesión. Debido a ello sufrió un duro asedio por parte de tropas austricistas en 1706. Finalmente, estos lograron tomarlo y saquearlo. En el XIX la ciudad vivió una época de bonanza económica gracias a la industria viticultora. Al igual que sucedió en la zona riojana, la plaga de filoxera que asoló la producción vinícola del sur de Francia la benefició enormemente.
Hoy en día, la D.O. Campo de Borja todavía supone el principal motor económico de la ciudad. El vino producido en ella es distintivo por el empleo de la uva garnacha. Se trata de una producción escasa pero sumamente reconocida.
A continuación, los mejores lugares que ver en Borja y sus alrededores.
Qué ver en Borja
El casco urbano de Borja es muestra de un pasado esplendoroso. Siempre bajo la vigilia de los restos de su castillo musulmán de Borja, entre sus calles hay numerosos tesoros patrimoniales. Estos dan forma a uno de los conjuntos más atractivos de la provincia de Zaragoza.
La Colegiata de Santa María es uno de sus mayores reclamos que ver en Borja. De fundación románica, su aspecto actual es resultado de seculares remodelaciones. Por dentro destacan el retablo mayor, barroco, y su claustro gótico mudéjar. En el exterior sobresalen sus dos esbeltas torres, una de las cuales todavía conserva las cicatrices de un cañonazo de 1706. El edificio alberga además el Museo de la Colegiata. Se trata de una casa solariega aragonesa con obras de arte provenientes, en su mayoría, del mismo templo.
Otro lugar sacro que ver en Borja es la Iglesia de San Miguel. De apariencia gótico mudéjar, alberga en su interior el Museo Arqueológico. La colección del mismo contiene elementos que van del Paleolítico a la Edad Media. Sin embargo, la mejor muestra de arquitectura barroca local se halla en el Convento de la Concepción (siglo XVII). Cabe resaltar de él su iglesia, el retablo mayor y el claustro, declarados Bien de Interés Cultural.
Saltando al terreno civil brilla la Casa Aguilar (siglo XVI). Dicha casa solariega responde a los mejores cánones del renacimiento aragonés. De esta forma, luce una fachada compartimentada en tres alturas mediante un gran portón de entrada, un balcón y una galería de arcos. Un bello alero de madera remata el conjunto. Asimismo, es la actual sede del Centro de Estudios Borjanos.
El Palacio de Vera, o “Casa de las Conchas” es un edificio declarado Bien de Interés Cultural. Sirvió en el pasado como Hospital de Peregrinos. Más adelante se erige el Palacio de Lázaro, del siglo XVI aunque rematado con elementos del XIX. Merece la pena detenerse en el portón principal y el patio interior.
Para seguir con lo que ver en Borja toca recorrer seis kilómetros hasta el Santuario de la Misericordia (siglo XVI). El edificio se levantó sobre la antigua Ermita de Santa Eulalia. La iglesia tardogótica cuenta con un altar mayor de estilo barroco. Es una obra de Bernabé Mendoza, donado por Fray Manuel Castellón en 1754. Alberga una talla de la Virgen de la Misericordia del siglo XIII. Esta apareció en 1451 al abrir los cimientos del claustro de la Colegiata de Santa María y fue restaurada en 1703 y 1948.
El Santuario de la Misericordia es famoso por la fallida restauración amateur de un Ecce Homo, obra original de Elías García Martínez. Aunque el resultado fue una tragedia artística, la repercusión mediática provocó una afluencia masiva de turistas. El tema avivó la polémica sobre el estado del patrimonio eclesiástico y las restauraciones no profesionales ad honorem permitidas por sus custodios.
Para terminar el recorrido por lo mejor de Borja quedan las bodegas de su entorno. Parte de la D.O.Campo de Borja, destacan Alto Moncayo, Borsao o Sociedad Cooperativa Agrícola de Borja. La tradición vitivinícola de Borja se remonta hasta el siglo XII. Parte de sus antiguos modos de producción todavía son rastreables hoy en día en las bodegas rupestres del término municipal.
Después de disfrutar de lo mejor que ver en Borja, mira otros planes en Zaragoza y las actividades de turismo activo de la provincia maña.
Imprescindibles
Datos prácticos
DATOS PRÁCTICOS
41° 50′ 6.6″ N, 1° 31′ 54.76″ W
Zaragoza 65 km, Huesca 138 km, Teruel 195 km, Madrid 310 Km.
En la calle Justicia de Aragón.
448 m.
4 915 (2013).