Es Vedrà, el islote balear de los ovnis

Luces. Luces rojas. Eso es lo que afirmaron ver varias personas desde un avión a su paso por Ibiza. Más luces. Luces amarillas. Eso es lo que los tripulantes de un barco butanero aseguraron contemplar justo un año antes en la misma zona del Es Vedrà, epicentro místico de las Baleares, como un canto de sirena bello y escalofriante. ¿De verdad todas esas luces eran ovnis?

Ovnis en Es Vedrà: El caso Manises

Eran las 23.00 del 11 de noviembre de 1979. El día 11 del mes 11 a las 11 p.m. El piloto Francisco Javier Lerdo de Tejada conducía un avión comercial. Su origen, Salzburgo. Su destino, Tenerife. Sin embargo, la aeronave tenía que hacer antes una escala en Mallorca. Pasaba el avión justo por las inmediaciones de Es Vedrà cuando Lerdo de Tejada las vio. Unas cegadoras luces rojas se dirigían directas y a toda mecha hacia ellos. Cuando el avión ascendía las luces también lo hacían. “Se desplazaban a una velocidad endiablada, desconocida en cualquier avión convencional”, relataba el piloto al diario ABC.

Plaza de Manises, Valencia | Shutterstock

Ante la amenaza real de colisión a la que Lerdo de Tejada aseguró que se vieron expuestos, el avión realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises, en Valencia. No fue solo él el que aseguró haber avistado las intensas luces. Algunos de los pasajeros y miembros de la tripulación también afirmaron verlas y, no solo eso, sino que una vez estaba el avión en tierra algunos vecinos de Manises y de Sóller, en Mallorca, también aseguraron ver aquellos ovnis. Entendiendo ovnis, claro, no como esas naves alienígenas circulares, sino como objetos voladores no identificados, que realmente es lo que esas luces fueron.

Ovnipotentes

De las muchas leyendas que pueblan las islas de Es Vedrà, las más recurrentes son las que versan sobre ovnis. Y es que, justo un año antes de producirse el caso Manises, fueron los tripulantes del buque Tamames los que aseguraron que más de 50 ovnis les habían cercado durante horas en las proximidades de Formentera. Claro, que esta historia pierde garra cuando se descubre que, en realidad, se trataba de paracaidistas. ¿Alienígenas? Puede. Pero con formas bastante humanas.

Ilustración de ovnis sobrevolando Es Vedrà | Paula Garvi

Más de un siglo antes del extraño caso Manises, estuvo en Es Vedrà un beato llamado Francisco Palau y Quer. Comparte nombre con el piloto que 100 años después se toparía con las extrañas luces. Este eclesiástico pasaba largas temporadas en el islote para unirse con Dios y su iglesia, según él mismo señalaba. Con Dios no sabemos, pero Palau afirmó que con quien sí estuvo en contacto fue con “damas de luz”. Luces, luces y luces… Claro, tiempo después muchos entusiastas afirmaron que estas luces no podían ser otra cosa que ovnis.

Ah, y por supuesto no podemos olvidarnos de los pescadores que han visto luces entrando y saliendo del agua o, incluso por debajo de sus embarcaciones. Ni de los hippies que también señalaron la presencia de estos objetos no identificados sobrevolando Es Vedrà, aunque a ellos muchos no les dieron credibilidad. Al fin y al cabo, todos sabemos que los hippies son muy aficionados a ciertas sustancias… La versión de un fraile viendo “damas de luz”, eso sí, claro. ¿Habrá por debajo de la isla de Es Vedrà una estación portuaria de ovnis? Probablemente.

Otras leyendas: el triángulo del silencio y la punta de la Atlántida

Aunque como ya se ha señalado, el mito favorito de este lugar es el de los ovnis, en torno a Es Vedrà hay muchas otras leyendas que probablemente no sean vedrà. Una de estas, también muy famosa, es la teoría de que este rincón forma un misterioso triángulo, cuyos vértices lo forman el islote de Es Vedrà, la costa suroeste de Mallorca y el peñón de Ifach en Alicante. Se trata de una zona conocida como el triángulo del silencio y a la que se compara frecuentemente con el famoso triángulo de las Bermudas. Fue en esta zona donde, de hecho, se desarrolló todo el caso Manises.

Cantera de piedra arenisca de Sa Pedrera | Shutterstock

Como los ovnis y el triángulo de la muerte eran poco, de Es Vedrà se dice también que es la punta de la ciudad perdida de la Atlántida. Curiosamente, la cantera de piedra arenisca de Sa Pedrera, en Ibiza, fue bautizada por los hippies como Atlantis. ¿Otra casualidad? Seguramente sí.

El último mito de la isla de Es Vedrà del que vamos a hablar, aunque circulan aún más, es del es gegant. De tradición ibicenca, esta historia cuenta que un gigante habitaba bajo las aguas del islote y no dejaba que nadie llegara a entrar en él... Bueno, y de extra dejamos otra joyita que también ha llegado hasta nuestros días: la teoría de que si alguien conseguía subir a la cumbre de la isla cambiaría inmediatamente de sexo. Que a las personas transexuales que quisieran cambiar su sexo no les iba a hacer falta pasar por ninguna operación ni ninguna ingesta hormonal vamos.

Atardecer sobre la isla de Es Vedrà | Shutterstock

Ovnis o no, triángulo del silencio o no, lo que está claro es que Es Vedrà tiene algo especial, un magnetismo que atrapa el misterio y se lo transmite al visitante en cada visita. Y si no tenemos la suerte de ver al arcaico gigante o a las extrañas luces parpadeantes, de lo que seguro que sí podremos disfrutar será de impresionantes atardeceres sobre el islote, unas vistas que no necesitan de ficción.