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La Anunciación de Fra Angelico

la anunciación de fra angelico, La Anunciación de Fra Angelico

la anunciación de fra angelico

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Anunciación de Fra Angélico es una de las más bellas obras del Quattrocento florentino. Fue pintado entre 1425 y 1426 por el monje dominico Guido di Pietro, más conocido como Fra Angelico.

Se encuentra en el Museo Nacional del Prado, donde ingresó en 1861 procedente del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.[/vc_column_text][vc_single_image image=”288604″ img_size=”800×500″ add_caption=”yes” alignment=”center”][vc_column_text]Es en realidad un retablo, no un cuadro. Formó parte de la iglesia del convento de Santo Domingo en Fiesole, localidad a las afuera de Florencia.

Ese templo fue consagrado en 1435, y contaba con tres altares. El situado a la derecha del coro poseía este retablo de La Anunciación de Fra Angelico.

Los otros dos retablos eran la Coronación de la Virgen (hoy en el Museo del Louvre), y un tríptico cuya tabla central muestra a La Virgen con el Niño y ángeles (continua en la iglesia florentina).

En 1611, el convento de Santo Domingo de Fiesole vendió la tabla para poder pagar las obras del nuevo campanario. Fue adquirida para el Duque de Lerma, quien lo donó la iglesia de los Dominicos de Valladolid.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=”La Florencia del siglo XV” font_container=”tag:h2|text_align:left|color:%23000000″ google_fonts=”font_family:PT%20Sans%20Narrow%3Aregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal”][vc_column_text]El arte florentino de principios del siglo XV aglutina las influencias del gótico internacional, y las novedades de lo que será el Renacimiento.

La precisión de los detalles es una de las característica del influjo del norte de Europa. En el caso de La Anunciación lo vemos en la minuciosidad con la que se dibujan las flores del Edén, o las alas de San Gabriel.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288661″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288665″ img_size=”400×200″ add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Por otro lado, la concepción del espacio (errores en su perspectiva) y las figuras de grandes dimensiones (el retablo mide 190,3 x 191,5 cm) nos evocan esas primeras obras del Renacimiento italiano.[/vc_column_text][vc_single_image image=”288622″ img_size=”800×500″ add_caption=”yes” alignment=”center”][vc_custom_heading text=”Guido di Pietro, el autor” font_container=”tag:h2|text_align:left|color:%23000000″ google_fonts=”font_family:PT%20Sans%20Narrow%3Aregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal”][vc_column_text]El nombre real de Fra Angelico es Guido di Pietro.  Nació en el seno de una familia acomodada de Vicchio, hacia 1395. Tras ingresar en el convento dominico de Fiesole recibió el nombre Fra Giovanni de Fiesole.  Años después de su fallecimiento comenzó a conocérsele como Fra Angelico.

Muy joven se trasladó a Florencia para formarse como iluminador de manuscritos. Ese aprendizaje es evidente en la precisión y delicadeza con la que ejecutada muchos de los detalles de sus obras.[/vc_column_text][vc_column_text]A continuación, realizaremos un comentario de este fascinante retablo: La Anunciación de Fra Angelico.[/vc_column_text][vc_custom_heading text=”Retablo de La Anunciación” font_container=”tag:h2|text_align:left|color:%23000000″ google_fonts=”font_family:PT%20Sans%20Narrow%3Aregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal”][vc_column_text]Fra Angelico, siguiendo la tradición medieval, presenta una Anunciación con una clara finalidad didáctica. Adán y Eva han roto el pacto entre Dios y el Hombre; pero el nacimiento de Jesucristo redimirá a la humanidad.

En el lado izquierdo de la tabla, nos muestra el momento exacto en el que el Ángel expulsa a Adán y Eva del Paraiso. Además, y para que no haya dudas, Fra Angelico los representa vestidos: ya son conscientes de su desnudez.

Para acentuar el porvenir que les espera fuera del Edén, Fra Angelico ciñe, a modo de cinturón, espinas a sus ropas.

Son interesantes sus gestos. Adán parece arrepentido, preocupado por las consecuencias de su acto. Por su parte, Eva une sus manos en actitud de oración.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288637″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288641″ img_size=”400×200″ add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Sin embargo, encontramos alusiones a la salvación. A los pies de Adán y Evan no vemos manzanas, sino rosas.  Las rosas hacen referencia al rosario, oración enseñada por la Virgen a Santo Domingo. Con ello se insinua a una forma de redimir los pecados cometidos.

Pero también lo hallamos en la pequeña golondrina, situada en el tirante del arco.  El color blanco de su pecho se refiere al gozo por el nacimiento de Jesus, y su plumaje negro a la Pasión, con la que pagará por los pecados de todos los hombres.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288626″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288631″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Por el contrario, la escena principal ocupa dos tercios de la tabla. En ella se representa al Arcángel San Gabriel en el momento en el que trasmite su mensaje a la Virgen.

Como en tantas otras obras, la Virgen está en un interior doméstico y ,en este caso, leyendo. Ante la llegada de San Gabriel deja por un instante su actividad. Y como sierva del Señor, muestra un gesto con el que asume la misión a la que ha sido encomendada.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288698″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288684″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Para mostrarnos de manera más explícita la llegada del Mesías, Fra Angelico recurre de nuevo a la tradición medieval.

En el ángulo superior izquierdo coloca una fuente de luz, en la que dibuja las manos de Dios Padre.  De ella, sale un rayo que baja hasta María.  En él sitúa la paloma, símbolo del Espíritu Santo, y cuya venida hará que María conciba al Mesías.

El Mesías o Jesús lo encontramos representado la enjuta central de la logia.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288688″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288694″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_custom_heading text=”Predela” font_container=”tag:h2|text_align:left|color:%23000000″ google_fonts=”font_family:PT%20Sans%20Narrow%3Aregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal” css=”.vc_custom_1557828177305{margin-top: 50px !important;}”][vc_column_text]En la parte inferior, denominada banco o predela, vemos escenas de la vida de la Virgen. La lectura correcta es de izquierda a derecha.

En la primera recoge su nacimiento y desposorios con San José. La siguiente nos muestra la Visitación, es decir, el momento en el que la Virgen visita a su prima Isabel. Ésta se encuentra embarazada de San Juan Bautista. La tercera es la Epifanía o Adoración de los pastores.[/vc_column_text][vc_single_image image=”288669″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][vc_column_text]La cuarta representa la presentación de María en el Templo. Y la última el Tránsito o dormición de la Virgen.[/vc_column_text][vc_row_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288673″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_single_image image=”288677″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_column_text]Recordemos que los Evangelios canónicos no hacen referencia alguna al nacimiento y muerte de la Virgen.  Estos hechos son narrados en los Evangelios apócrifos, escritos posteriormente.[/vc_column_text][vc_raw_html]JTNDaWZyYW1lJTIwd2lkdGglM0QlMjI1NjAlMjIlMjBoZWlnaHQlM0QlMjIzMTUlMjIlMjBzcmMlM0QlMjJodHRwcyUzQSUyRiUyRnd3dy55b3V0dWJlLmNvbSUyRmVtYmVkJTJGaUFrQUNlTzE1eVElMjIlMjBmcmFtZWJvcmRlciUzRCUyMjAlMjIlMjBhbGxvdyUzRCUyMmFjY2VsZXJvbWV0ZXIlM0IlMjBhdXRvcGxheSUzQiUyMGVuY3J5cHRlZC1tZWRpYSUzQiUyMGd5cm9zY29wZSUzQiUyMHBpY3R1cmUtaW4tcGljdHVyZSUyMiUyMGFsbG93ZnVsbHNjcmVlbiUzRSUzQyUyRmlmcmFtZSUzRQ==[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row]

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