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Qué ver en Vilalba

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Turbulento señorío de los Andrade

La actualmente apacible Vilalba, rodeada de suaves colinas y ríos, encierra un turbulento pasado como feudo medieval en la época de las luchas irmandiñas del siglo XV. ¿Quieres saber qué ver en Vilalba?

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Villalba es un pequeño lugar que se puede ver en una mañana. Pudiendo así dedicar el resto del día para recorrer las aldeas de los contornos. Hay que tener en cuenta las distintas opciones de turismo activo.

Otra opción es ir de excursión. La localidad de Lugo está equidistante de dos importantes destinos. En dirección Este por la autovía A8 se llega a la medieval Mondoñedo.

En tanto que por la autovía AG64 en dirección oeste, desviándose después por la AC564, se puede acceder al gran parque natural de las Fragas do Eume. Para saber lo que se come localmente y decidir donde quedarse, disponemos de la página Dormir y Comer en Villalba.

Y si se queda uno con ganas de saber más de los legendarios Andrade. Siempre se puede seguir el viaje hacia el oeste con destino a Pontedeume y Betanzos, sus otras plazas fuertes. Si te quedas a dormir, podrás disfrutar de los lugares que hay que ver en Ribadeo.

¿Quieres conocer este sitio?

Aquello que ver en Vilalba está ligado a su historia. Vilalba, en castellano Villalba, es la capital de la comarca de Terra Chá, en la provincia de Lugo y villa de paso en la ruta de la costa del Camino de Santiago. En sus tierras se conservan multitud de restos de finales del Neolítico: monumentos funerarios.

Estructuras de piedra con grabados prehistóricos, como el de Roza Modi, el más importante del noroeste peninsular, en forma de líneas onduladas. Y menhires, como el de Pedra Chantada. También hay presencia de asentamientos castrenses, villas de la Edad de Hierro que en algunos casos fueron romanizadas.

Sus primeras menciones documentales datan del siglo VI y se refieren a la villa de Santa María de Montenegro, amurallada y con castillo, que resultó completamente destruida en un incendio. Lo que no está tan claro es el origen de la villa con su denominación actual. Algunos sitúan su fundación en el siglo XI, pero en el XII aparece aún con el nombre de Vilarente, por lo que otros hablan de una época posterior, hacia el año 1400, bajo el señorío de Fernando Ruíz de Castro.

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foto antigua vilalba
Calle de Valeriano Valdesuso

Posteriormente, Vilalba pasó a ser un señorío de la familia Andrade, la más poderosa del norte de Galicia y vinculada a los condes de Lemos. Como señores feudales, estos trataron con dureza a sus labradores dependientes y al conjunto de la población de los dominios sobre los que tenían autoridad.

En 1431 los hidalgos locales, liderados por Alfonso de Lanzós, Pedro de Osorio y Diego de Lemos, organizaron al campesinado en la Irmandade Fusquenlla (hermandad Funsquenlla) para enfrentarse todos juntos a las tropas de Nuño Freire de Andrade; entre otras fortalezas, destruyeron el castillo de Vilalba.

Cuando fueron derrotados, Andrade obligó a los vecinos a reconstruir la actual torre-fortaleza. Entre 1467 y 1469, durante la segunda Grande Guerra Irmandiña, el castillo de Vilalba y más de 130 fortificaciones de la nobleza gallega volvieron a ser asaltadas por las milicias populares.

Ahora corresponde leer el apartado que ver en Vilalba.

Para los interesados en la arqueología, además de las mencionadas huellas del Neolítico, en los alrededores de Vilalba se pueden visitar diversos castros de la Edad del Hierro, como el Castro de Nete, fuerte rodeado de tres paños de muralla de la que sólo se conserva el norte.

El de Belesar (también conocido como de Santa Catarina por la capilla de esta advocación que se construyó en él) cuenta con doble muro defensivo y está situado en una reserva. Y, entre otros, el Castro de Gondaísque (Castro Grande), a cuyo lado se encuentran también los restos de una villa romana (Vilar de Eimil).

Este patrimonio que ver en Vilalba, además de in situ, se puede disfrutar y conocer en el Museo de Prehistoria y Arqueología. En sus 675 m2 de instalaciones presenta una interesante exposición cronológica de piezas desde el Paleolítico hasta la época romana. Cuenta con la mejor y más completa colección de la Edad de la Piedra Lascada del noroeste peninsular entre ellas.

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Pero el edificio más emblemático que ver en Vilalba es la Torre de los Andrade. Torre del homenaje del antiguo castillo de los Andrade y actual parador turístico. La torre es testimonio de lo que fue el devenir de la ciudad desde el siglo XV. Aunque sus orígenes datan de principios del siglo XIV.

Destruida varias veces durante las luchas irmandiñas y vuelta a reconstruir. La que vemos ahora es fruto de la última reconstrucción del siglo XV. Edificada con aparejo de pizarra y esquinales reforzados con granito, se singulariza por su forma octogonal, que se aleja de los modelos existentes tanto en Galicia como en el norte de España.

La huella señorial también puede encontrarse en los pazos dispersos por las diferentes parroquias vilalbesas. Estas casas solariegas son de propiedad privada y la mayoría no son visitables. El Pazo de Samarugo, en la parroquia que le da nombre, es conocido en toda la región porque sus propietarios, vinculados a las revueltas irmandiñas, ejercían con sus vasallos el derecho a la “soga y cuchillo”, es decir, indultar o castigar con la muerte sin que mediase otro juicio que su palabra.

No puedes olvidar ver en Vilalba su arquitectura religiosa hay que mencionar especialmente la Iglesia Parroquial de Santa María. Situada en la plaza del mismo nombre, frente a la Torre de los Andrade.

El edificio actual sustituye al templo antiguo de trazado románico. Derribado en 1867 y reconstruido en la segunda mitad del siglo XIX por Manuel Mato Vizoso, que devolvió su aspecto tal y como él lo había conocido de niño. El templo, con planta de cruz latina, presenta en la actualidad sus muros encalados y sin apenas decoración.

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Iglesia Parroquial de Santa María

Como arquitectura popular que ver en Vilalba con interés turístico para el visitante, se conservan algunos molinos. Fruto de la tradición agrícola de la comarca y del cultivo de cereales. En los alrededores de Vilalba, en la orilla del río Ladra, se encuentra el Molino del Rañego, reconstruido recientemente. Constituye el inicio de un agradable paseo, en cuyo recorrido se pueden observar otros molinos al tiempo disfrutando de la diversidad de especies forestales. El itinerario finaliza en una pequeña playa fluvial rodeada de una zona de recreo y deportiva.

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En los caminos del municipio, la maestría de los canteros de la zona dejó un gran número de cruceiros. Es uno de los monumentos más enraizados en la tierra y cultura gallegas e íntimamente ligados al paisaje rural.

El más importante de la zona es el de Lanzán, en Tardade. Realizado en granito en 1906, es uno de las más decorados de Galicia. Consta de una cruz con la figura de Cristo crucificado en el anverso. Flanqueada por otras dos imágenes más pequeñas a sus pies, y la Virgen de la Piedad en el reverso. En el fuste se sitúan San Antonio, los elementos de la pasión y una custodia. Sobre la base, Cristo sentado con la corona de espinas y a sus lados los relieves de Santiago a caballo, San José, San Roque, el Calvario y otros motivos.

Además, el visitante aficionado a la caza y a la pesca, puede practicarla en los distintos cotos del municipio. También existen numerosas rutas de senderismo en los alrededores, que permitirán disfrutar del magnífico paisaje de Terra Chá.

Esto es lo principal que ver en Vilalba.

Imprescindibles

molino ranego vilalba
Molino del Rañego
torre homenaje castillo andrade vilalba
Torre del homenaje del castillo de los Andrade

Datos prácticos

Coordenadas

43° 18’ 0’’ N, 7° 41’ 0’’ W

Distancias

Lugo 45 km, Coruña 83 km, Santiago de Compostela 100 km, Madrid 540 km

Aparcamiento

Sin problemas en los alrededores

Altitud

480 m

Habitantes

14 980 (2013)

Festa dos Pepes (19 de marzo) San Ramón y Santa María (fiestas patronales, el 31 de agosto y 1 de septiembre)

Fiesta celta Lugnasad (en Bretoña el primer viernes de agosto), Feria del capón (21 de diciembre)

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