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Qué ver en Santander

Panorámica de dónde dormir y qué ver en en Santander

Que ver en Santander La ciudad renovada en la hermosa bahía

Miembro del “Club de las bahías más bellas del mundo”, el Cantábrico es parte esencial de esta urbe marinera. Se trata de una acogedora ciudad, moderna, cosmopolita y con una intensa y variada vida cultural. Un lugar que ha superado unas terribles catástrofes que dejaron huella en su urbanismo. A continuación, repasa la historia y lo que ver en Santander.

Planifica tu escapada a Santander

Debido a sus catástrofes, no hay tantos monumentos que ver en Santander como cabría esperar. Los hitos más importantes son el Palacio de la Magdalena, el Centro Botín y la Iglesia de la Compañía de Jesús. Pasear por las magníficas playas y paseos santanderinas, captando su ambiente, es una alternativa ideal. La población se divide en dos áreas, la zona de El Sardinero y el rodeo de la bahía desde La Magdalena hasta el centro de la ciudad, por la Avenida de la Reina Victoria.

En los alrededores de Santander se puede visitar El Parque Natural de las Dunas de Liencres a unos 20 minutos. Otra opción es tomar la Autovía hacia Santillana del Mar. La rica gastronomía que ofrece el monte y el mar cántabro son una gran baza santanderina. Por ello, no dude en consultar las páginas especializadas en Comer y Dormir en Santander.

¿Quieres conocer este sitio?

De forma previa a repasar lo que ver en Santander conviene ser conscientes de su historia. Esta se inicia en época romana, cuando se llamaba Portus Victoriae. Una leyenda narra la llegada al puerto de una barca que transportaba las cabezas de los mártires San Emeterio y San Celedonio, decapitados en el siglo III en Calahorra. Por ello, esos santos serían nombrados patronos de la localidad.

En 1187, el rey Alfonso VIII de Castilla nombró señor de Santander al abad del monasterio de San Emeterio, concediendo a la villa un fuero similar al de Sahagún. Así, se favoreció el comercio y que la localidad formara parte de la Hermandad de las Cuatro Villas. Las otras integrantes eran San Vicente de la BarqueraLaredo y Castro Urdiales. Durante 1248, algunas naves de Santander participaron en la reconquista de Sevilla. Su gesta fue cortar las cadenas del puente que unía las orillas del río Guadalquivir para remontar el río. Por eso un galeón, el Guadalquivir y la Torre del Oro aparecen en el escudo de la ciudad, junto con las cabezas de San Emeterio y San Celedonio.

La autoridad ejercida por el abad no impedía que la titularidad de la villa fuera del rey castellano. Así,  en 1466 Enrique IV se consideró con el derecho de cederla al marqués de Santillana. Esto provocó que la población se sublevara y que la decisión fuera revocada al año siguiente. Más tarde, hacia 1497, el virus de la peste diezmaría la población, que no se recuperaría hasta tres siglos después.

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En 1748 se abrió el “Camino de las Lanas” para competir con los puertos francos de Vizcaya y Guipúzcoa. En los dos últimos había un contrabando masivo. Tal iniciativa relanzó la actividad de la dársena santanderina y aumentó su población. Seis años después se nombró un obispo de Santander, transformándose la colegiata en catedral. Poco después, en 1755, la villa recibió el título de ciudad y en 1783 se dispuso un consulado que regulara el tráfico marítimo. La provincia de Santander se constituyó en 1833.

Foto Antigua de la Primera playa del Sardinero con el Casino y el Hotel Real en Santander
Primera playa del Sardinero con el Casino y el Hotel Real al fondo

La reina Isabel II, en 1861, veranearía en la playa de El Sardinero, costumbre que intensificaron el rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia. También en 1908, la ciudad regaló al monarca los terrenos de la península de la Magdalena. Allí fue construido el palacio en el que pasaron el estío los reyes hasta 1931. El Gran Casino y el Hotel Real fueron centros de las élites del país. Finalmente, durante los años 80 del siglo XX  se trasladó la actividad portuaria desde el centro de la ciudad al puerto de Raos.

La ciudad de Santander sufrió dos tremendas catástrofes. Por un lado, en 1893 explotó el carguero Cabo Machicaco matando al 2% de la población. Por otro lado, en 1941 un gran incendio arrasó el casco antiguo, en el cerro de Somorrostro. Durante dos días ardieron 37 calles. Tal es la razón de que el casco histórico de Santander capital presente un aspecto tan moderno.

A continuación, no te pierdas lo mejor que ver en Santander.

La ciudad se dispone longitudinalmente de este a oeste. A su vez, consta de dos áreas: la ciudad propiamente dicha, hacia su bahía, y El Sardinero, orientado hacia el mar abierto. De hecho, sus calles empinadas, pindias para los santanderinos, siempre se dirigen al agua. Sea como fuere, las playas son lo primero que ver en Santander. Hay muchas donde elegir. Si sopla el viento del nordeste, los santanderinos acuden a Los Peligros y La Magdalena. Si no hay viento, o va dirección sur, se acude a las orientadas al mar abierto:  El CamelloLa Concha y las playas Primera y Segunda de El Sardinero.

Pasando al patrimonio arquitectónico y artístico que ver en Santander, la visita arranca en la zona del Sardinero, en el Gran Casino del Sardinero (1916). Otro edificio moderno notable, en el paseo de Pérez Galdós, es el sofisticado Hotel Real (1917), blanco y de cinco plantas. Más allá está el Palacio de la Magdalena (1909-1913), sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Mientras tanto,en la península de la Magdalena está la Playa de Bikini. El nombre no es rebuscado: se llama así por ser la primera en la que las extranjeras vistieron tales prendas. Además, cerca se exhiben las carabelas del marino cántabro Vital Alsar, junto a un pequeño Zoo con focas.

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Pasada la playa de Mataleñas se llega Cabo Mayor, y su Centro de Arte Faro Cabo Mayor. Junto al faro está el Monumento a los Caídos en la guerra civil, un impresionante mirador encima de los acantilados. El vanguardista Palacio de Festivales, del arquitecto Sáenz de Oiza (1991), es sede del Festival Internacional de Santander. Junto a éste se halla el entretenido Museo Marítimo del Cantábrico MMC.

Es muy recomendable detenerse en “Puerto Chico”, antiguo puerto de pescadores hoy puerto deportivo, uno de los grandes emblemas que ver en Santander. A su lado destacan los edificios racionalistas Siboney y del Real Club Marítimo, simulando un puente de mando de un buque. Junto al club se halla la escultura Los Raqueros, homenaje a chavales que se tiraban al agua a recoger del fondo monedas.

Siguiendo por el muelle se encuentra la sede del Banco de Santander, que sigue el estilo Adams británico. Esto es, se une con un arco a un segundo edificio gemelo posterior. Enfrente, en los Jardines de Pereda, están el Monumento a Concha Espina y el Monumento a José María de Pereda. Interesante también es El Palacete del Embarcadero que es centro de exposiciones. Junto a él se encuentra la Estación Marítima, con una techumbre que imita el oleaje del cantábrico. Reclama especial atención al principal edificio que hay que ver en Santander hoy día, el Centro Botín de arte contemporáneo, diseñado por Renzo Piano.

palacio de la magdalena
Palacio de la Magdalena, sede de la UIMP

La construcción santanderina más antigua es la Cripta del Cristo, de principios del XIII. Bajo el suelo se pueden observar unos restos del antiguo templo de San Emeterio y San Celedonio que dio origen a la puebla medieval. Además, sobre la cripta se levanta la Catedral, reconstruida tras el incendio de 1941. En su interior destaca el Sepulcro de Don Marcelino Menéndez Pelayo, obra de Victorio Macho. Al lado se halla el Edificio de Correos, obra regionalista de Quintanilla y Zuazo.

Continuando con lo que ver en Santander se pasa, en la calle Calvo Sotelo, a la célebre Plaza Porticada, ejemplo de la arquitectura neoherreriana que se desarrolló durante la reconstrucción de la ciudad. En sus inmediaciones se halla la Iglesia de la Compañía de Jesús, de estilo renacentista. Por dentro brilla el retablo del altar mayor, con ecos de El Greco, obra de la pintora María Mazarrasa. Además, muy cerca se accede al Mercado de La Esperanza (1904), un bello ejemplo de la arquitectura de hierro y cristal.

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Subiendo por la calle Miguel Artigas queda la Biblioteca de Menéndez Pelayo, del arquitecto cántabro Leonardo Rucabado. La Casa-Museo se puede visitar al otro lado del pequeño jardín, con una escultura de Mariano Benlliure. Su biblioteca alberga una copia de las Crónicas de Alfonso X el Sabio, de finales del siglo XIV, o de la Crónica Troyana (siglos XIII y XIV), con valiosas ilustraciones policromadas.

En el antiguo edificio de la Biblioteca Municipal se encuentra otro de los atractivos que ver en Santander: el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS), que reúne obras destacadas de artistas. Cerca están los edificios de la Fundación Botín y del Ateneo de Santander. Se trata de focos culturales y científicos junto a los que se halla la Iglesia de Santa Lucía (1852). Tal templo combina modelos paleocristianos y renacentistas italianos. La Casa de los Arcos de Botín (1838-1840), en la plaza del Pombo presenta una fachada con amplio soportal de piedra de arcos de medio punto.

La noche santanderina es muy animada y cuenta con diversos lugares interesantes para pasar el rato. Por ejemplo, el Río de la Pila, con el restaurante Riojano, cuyos toneles de vino forman el llamado “Museo redondo”, y el pub de música Drink. Para ver Santander desde arriba, existe un Funicular que sube a la calle Alta. En la Plaza de Cañadío sus cafés y locales de copas atraen a multitud de personas. Por último, una tercera zona de movida es la calle de San Luis y la Plaza de las Cervezas.

Con esto termina el repaso a lo principal que ver en Santander.

Imprescindibles

Gran Casino del Sardinero
Gran Casino del Sardinero
Playa del Sardinero en Santander
Playa del Sardinero

Datos prácticos

Coordenadas

43° 27′ 46″ N, 3° 48′ 18″ W

Distancias

Bilbao 111 km, Burgos 159 km, Madrid 398 km.

Aparcamiento

Gratuito en el Sardinero, el Paseo Reina Victoria y en la Playa de El Camello. De pago en aparcamientos de Puertochico (Castelar 13), Plazuela de Pombo y Ayuntamiento, entre otros.

Altitud

15 m.

Habitantes

177 123 (2013).

He aquí las mejores fiestas que ver en Santander. Virgen del Carmen (16 de julio). Santiago Apóstol (25 de julio). San Emeterio y San Celedonio (patronos de la ciudad, 29 de agosto).

Estos son otros eventos que ver en Santander: Recreación de Los Baños de ola (una semana en julio), Semana Grande (en torno a Santiago, julio).

Bodegas Francisco Casas, Bodegas Muñoz Martín, Bodegas Ricardo Benito, Bodegas Valle del Sol.

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