Qué ver en el Barrio de Salamanca y El Retiro, Madrid

La historia de el Barrio de Salamanca es más que interesante y merece la pena leerla para saber luego que ver en Barrio de Salamanca.

Cuando Felipe II estableció su corte en Madrid, en 1561, los terrenos del actual Parque del Retiro eran tierras de labor y pequeños bosques. Próximo a la Iglesia de San Jerónimo había un lugar para el retiro de los reyes que Felipe II amplió con nuevas galerías, torres y jardines y lo aisló del exterior con fosos.

En 1630 el conde duque de Olivares, valido de Felipe IV, fundó aquí, para recreo de los soberanos, un extenso palacio rodeado por jardines, estanques, lagos, canales, casa de fieras, y un coliseo, era el Palacio del Buen Retiro. El conjunto palaciego ocupó unas doscientas hectáreas, desde la Puerta de Alcalá hasta el Monasterio de Atocha.

En el siglo XVIII los borbones añadieron nuevas construcciones: la Fábrica de la China (1759) y el Observatorio Astronómico (1790-1808). En la Guerra de la Independencia, el Real Sitio se convirtió en baluarte defensivo y resultó destruido en 1812.

Actualmente solo se ha conservado del palacio el Salón de Reinos (antiguo Museo del Ejército), el Casón del Buen Retiro (hoy Centro de Estudios del Museo del Prado) y un árbol centenario que todavía se conserva en el parterre. En los años siguientes se fueron generando las barriadas circundantes, como la de Alfonso XII, en algunos terrenos del parque.

La antigua posesión real fue nacionalizada durante el sexenio revolucionario (1868) y denominada Parque de Madrid. En 1874 se abrió un paseo de coches que mermó los espacios ajardinados y provocó la tala de más árboles.

Desde entonces ha mantenido sus dimensiones intactas. En aquellos jardines, en 1833, tuvo lugar el histórico cortejo de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias por el sargento Agustín Fernando Muñoz Sánchez, que tanto dio que hablar en años venideros.

En el último tercio del siglo XIX la población de Madrid rondaba el medio millón de habitantes. Era un volumen poblacional que hacía necesario el ensanche de la ciudad. Uno de los barrios más famosos surgidos entonces fue el de Salamanca, cuya construcción duró entre 1863 y 1931.

El barrio se caracteriza por el trazado regular de sus calles, plazas y edificios, y por su amplitud, al contrario que los barrios antiguos del centro de la ciudad.

La fase inicial de edificaciones se produjo en los alrededores de la calle Serrano, donde el emprendedor Marqués de Salamanca adquirió terrenos y construyó viviendas de lujo. Estas viviendas contaban con los primeros retretes de Madrid, lo último en fontanería y calentadores de agua para baños y cocinas. Pero fue después de su muerte, acaecida en 1883, cuando el barrio comenzó a convertirse en una de las zonas más elegantes de Madrid.

Las numerosas construcciones originales que siguen en pié se caracterizan por seguir el modelo de manzana cerrada que había ideado Castro en 1857, aunque sin el patio ajardinado que había previsto originalmente, siguiendo los modelos burgueses y señoriales característicos de la arquitectura madrileña de la Restauración.

Desde hace ya algún tiempo, las calles de Serrano, Velázquez, Goya y Conde de Peñalver se han convertido en una de las zonas comerciales más concurridas de la ciudad, orientada principalmente a productos de lujo y última moda.

Ahora corresponde leer el apartado Que ver en el Barrio de Salamanca.

Nuestro sexto recorrido por Madrid comenzará en las proximidades de la Estación de Atocha y del Museo Nacional de Antropología. Antes de dirigirnos hacia el parque del Retiro, conviene hacer una breve parada en la Basílica de Atocha y en el Panteón de los Hombres Ilustres. Son dos lugares que no se encuentran habitualmente en los recorridos turísticos de Madrid.

La Basílica de Nuestra Señora de Atocha es una de las cinco basílicas de la capital. Es un lugar de veneración de los reyes, pues a su virgen acude la Familia Real a presentar a los príncipes e infantes, unos cuarenta días después del parto.

Es un curioso edificio neobizantino con campanario exento y su construcción, a finales del siglo XIX, procede de un encargo de la reina regente María Cristina al arquitecto Fernando Arbós. Este mismo arquitecto edificó el anejo Panteón de los Hombres Ilustres, inspirado en el Campanile de Florencia.

El Panteón, con estilos neorrenacentista y neobizantino, alberga siete importantes monumentos fúnebres, realizados por distintos escultores. En la actualidad, sólo permanece aquí enterrado José Canalejas, pero antes compartió panteón con figuras como Eduardo Dato, Cánovas del Castillo o Práxedes Mateo Sagasta, entre otros. Se trata de uno de los rincones más atípicos, solitarios y hermosos de Madrid.

Subiendo por la calle Alfonso XII hacia el parque del Retiro se puede ver, sobre el Cerrillo de San Blas, la obra más representativa del neoclasicismo español en Madrid: el Observatorio Astronómico. Proyectado por el arquitecto Juan de Villanueva y culminado, en 1845, por Pascual y Colomer. Se trata de un edificio de forma cúbica, rematado por cuatro pequeñas torres y con una rotonda circular de 16 columnas jónicas de granito. La rotonda, hoy acristalada, fue diseñada abierta en el proyecto original y, en su interior, acoge una colección de instrumentos astronómicos.

El Parque del Retiro es una joya del patrimonio artístico-natural de Madrid que hay que ver en el Barrio de Salamanca. Podríamos pasar el día entero en él, recorriéndolo, disfrutando del arte y de la naturaleza o simplemente descansando e incluso homenajeando a las Víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004 en el emotivo Bosque del Recuerdo.

La principal referencia del parque es el Monumento a Alfonso XII, situado en el emplazamiento en el que estaba el antiguo embarcadero de época de Felipe IV. Consiste en una gran columnata que rodea la estatua ecuestre del monarca y se decora con numerosas alegorías, realizadas por los escultores más destacados del momento: Mariano Benlliure, Aniceto Marinas o Mateo Inurria.

Otro espacio interesante es el del Parterre, frente al Casón del Buen Retiro. Se trata de un jardín de estilo francés de época de Isabel II donde un ciprés calvo, el árbol más antiguo de Madrid, desafía al paso de los años. Otras arquitecturas dispersas por el parque son la Casa de Vacas (1874), el Palacio de Velázquez (1884) -proyectado por Ricardo Velázquez Bosco y con decoración cerámica de Daniel Zuloaga– y el Palacio de Cristal (1887), al lado del estanque.

Este último edificio, un invernadero obra también de Ricardo Velázquez, fue levantado con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas y sirvió para mostrar las plantas y flores del archipiélago. Actualmente sirve de escenario para exposiciones del Museo Reina Sofía como una de sus sedes junto con el mencionado Palacio de Velázquez..

No se pierda el Monumento al Ángel Caído (1877), de Ricardo Bellver -se dice que es el único monumento dedicado a Lucifer en el mundo- donde se le representa en el momento en que es expulsado del Paraíso. Lo más inquietante es que se alza a 666 metros, sobre el nivel del mar (el número 666 está relacionado con el Anticristo).

Otro monumento destacable que ver en el Barrio de Salamanca y próxima al Retiro es la majestuosa la Puerta de Alcalá, símbolo de Madrid. Esta puerta triunfal fue durante mucho tiempo el principal acceso a la ciudad, por la carretera de Alcalá de Henares. Su origen se remonta a 1599, aunque la actual es de 1764, encargada por Carlos III al célebre arquitecto Francisco Sabatini, responsable del Palacio Real.

Dos veces al año, en otoño y en primavera, los coches de la glorieta son sustituidos por pastores seguidos de sus rebaños de ovejas que reivindican su condición de antigua cañada real, trasladándose de los pastos de verano a los de invierno y viceversa.

A continuación, encontrarás todo lo que hay que ver en el Barrio de Salamanca.

Desde la plaza de la Independencia podemos adentrarnos en el cogollo del barrio de Salamanca. La Calle Serrano, el bulevar madrileño por antonomasia, plagado de mansiones y tiendas de lujo. En el número 13 se encuentra el Museo Arqueológico Nacional. Su magnífica colección incluye mosaicos traídos de villas romanas españolas, artesanía árabe y mudéjar, ejemplos arquitectónicos y escultóricos del románico y del gótico y piezas clave de la historia de España como la Dama de Elche.

Compartiendo edificio, aunque de cara al paseo de Recoletos, está la Biblioteca Nacional, un monumental edificio que alberga más de cinco millones de libros, incunables, manuscritos y grabados. Construida entre 1866 y 1875, sus puertas están bajo triple arcada de medio punto y al final de una escalinata presidida por la imagen de varios sabios españoles.

Las salas de lectura están reservadas a investigadores, pero en la planta baja hay un acceso al Museo del Libro o Museo de la Biblioteca Nacional. Es lo más destacado que ver en Barrio de Salamanca para los bibliófilos.

A su lado está la Plaza de Colón, con los Jardines del Descubrimiento, en donde sobresalen el Monumento a Cristóbal Colón (1881-1885), de Arturo Mélida y Jerónimo Suñol. El Monumento al Descubrimiento (1977), de Joaquín Vaquero Turcios se trata de una enorme bandera española que ondea al viento. Bajo la monumental plaza se encuentra el Teatro Fernán Gómez.

Lo más importante que ver en el Barrio de Salamanca son sus extraordinarias tiendas. Muchas de las mejores están por la calle Serrano, por la que es muy recomendable pasear hasta llegar al centro comercial instalado en el antiguo Edificio ABC Serrano, construido en 1926 para el diario del mismo nombre.

En la acera de enfrente, un poco más adelante se encuentra el Museo de la Fundación Lázaro Galdiano. Aquí se presenta una “colección de colecciones”, integrada por 13.000 objetos artísticos (desde pintura y escultura hasta artes decorativas y joyas). Fue propiedad del coleccionista, editor y mecenas José Lázaro Galdiano (1862-1947).

Un ejemplo que ver en el Barrio de Salamanca es la Fundación Carlos de Amberes. Está instalada en el edificio de la iglesia de San Andrés de los Flamencos (1876) en el número 99 de la calle Claudio Coello.

El otro gran centro expositivo que ver en en Barrio de Salamanca es la Fundación Juan March, en la calle Castelló. En sus casi sesenta años de historia ha programado siempre magníficas exposiciones temporales y conciertos.

A continuación podemos deleitarnos en el glamour internacional de las tiendas de la calle José Ortega y Gasset. Disfrutar de la arquitectura religiosa neogótica y modernista de la Iglesia de la Inmaculada Concepción (1902-1914), en la calle Goya o simplemente apreciar la lujosa arquitectura de la restauración española.

Si eres aficionado a la Fiesta tienes que ver en el Barrio de Salamanca la Plaza de Toros de Las Ventas (1922-1934). Es la “Catedral del toreo”, se encuentra en la calle de Alcalá. La plaza fue diseñada por José Espeliú en estilo mudéjar. Está construida en ladrillo con grandes arcos de herradura decorados con placas multicolores en las que se representan los escudos de las provincias de España.

Es la mayor del país y la tercera más grande del mundo y cuenta además con un Museo Taurino, inaugurado en 1951. Existe la posibilidad de hacer visitas guiadas por la Plaza durante todo el año.

Esto es lo principal que ver en el Barrio de Salamanca.