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El increíble pueblo medieval que irradia belleza pirenaica

Aínsa

Ubicado entre el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido y el Parque de la Sierra y Cañones de Guara, Aínsa es un secreto a voces enclavado en pleno Pirineo aragonés, en la comarca de Sobrarbe. Este pequeño pueblo medieval esconde en su casco histórico un sinfín de maravillas que transportan a otra época. Desde sus murallas y calles empedradas, hasta su impresionante plaza Mayor y su valioso patrimonio histórico-artístico, Aínsa es un destino que no deja a nadie indiferente.

Un pueblo de batallas y leyendas

Para hablar de Aínsa hay que hablar, antes incluso que de su historia, de su leyenda: el mito de la cruz de Sobrarbe. Según esta historia los cristianos que habían huido del dominio musulmán se reunieron en Aínsa, desde donde comenzaron la reconquista de la península en el año 724. Las tropas, dirigidas por el noble García Ximeno, consiguieron ganar la batalla gracias a la aparición de una cruz luminosa sobre una carrasca, un tipo de árbol.

calles Aínsa
Una de las calles del casco histórico de Aínsa. | Shutterstock

La importancia de la leyenda de la Cruz de Sobrarbe es tal que aún en la actualidad se celebra la fiesta de La Morisma y la cruz sobre la carrasca aparece incluso en el escudo de Aragón. No obstante, no se han encontrado vestigios que avalen la presencia de una comunidad musulmana estable en la zona.

La verdadera historia de Aínsa, un importante punto comercial

La verdadera historia de Aínsa no se puede rastrear hasta antes del siglo XI, fecha de la que data el castillo de la localidad, que, por cierto, formó parte de la línea defensiva cristiana. De hecho, toda esta comarca se convirtió en una línea defensiva entre el reino musulmán y el cristiano.

Aínsa
Aínsa. | Shutterstock

Desde el castillo, se configuró el núcleo poblacional que daría lugar al municipio histórico. Además, su localización estratégica sobre un promontorio, junto a los ríos Cinca y Ara, hizo que la zona se consolidara como punto de paso y gran plaza comercial desde sus inicios.

Se desconoce la evolución histórica del municipio hasta el año 1124, cuando Alfonso I el Batallador le concedió la carta puebla, así como un fuero de repoblación. Pero lo que sí se sabe es que en los siglos que siguieron, coincidiendo con esa posición estratégica de la que hablábamos, Aínsa se constituyó como el núcleo de la comarca de Sobrarbe. Un crecimiento que solo comenzó a decaer entre los siglos XVII y XVIII.

Las joyas que hay que ver en Aínsa sin falta

Lo más importante: el casco urbano, el castillo y la iglesia de Santa María

que ver en Aínsa
Aínsa con su plaza mayor y su iglesia al fondo. | Shutterstock

La lista de lo que ver en Aínsa viene encabezada por su bello casco urbano, declarado Conjunto Histórico Artístico. Este conserva un trazado medieval con dos calles paralelas, que mantienen la arquitectura popular de la zona. En el centro se asienta la plaza Mayor, un amplio espacio porticado en dos de sus lados.

Uno de sus extremos se encuentra abierto hacia la atracción más importante de Aínsa: su castillo. Como decíamos anteriormente, su construcción se remonta al siglo XI. Entonces era románico. Pero, entre el siglo XI y XVII, sufrió grandes modificaciones, conservando muy poco de su aspecto original. El Castillo de Aínsa conserva todavía fosos, torreones y torre del homenaje. En una sección del complejo original se halla el Eco Museo Centro de Visitantes de la Fauna Pirenaica, donde desarrolla su labor la Fundación Quebrantahuesos.

Aínsa
Aínsa. | Shutterstock

Luego, en el otro extremo de la plaza Mayor, aguarda el principal templo que ver en Aínsa. Hablamos de la Iglesia Parroquial de Santa María (siglos XI y XII), que luce un espléndido estilo románico. Destacan su portada, con cinco arquivoltas, y su torre. Asimismo, es uno de los templos más notables de la comarca, tanto por su tamaño como por su eminente carácter defensivo.

La arquitectura popular de Aínsa

Por otra parte, como ejemplos de arquitectura popular que ver en Aínsa cabe destacar la Casa Arnal y la Casa Bielsa. Sobre la fachada de esta última destacan varias ventanas geminadas. La Casa Latorre acoge al Museo de Artes y Oficios Tradicionales, el cual permite comprender cómo era la vida local hasta hace no mucho. De esta forma, mantiene viva la memoria de oficios tradicionales como alfarería, hojalatería o cestería.

Qué ver en los alrededores de Aínsa

Que ver en Aínsa
Atardecer desde Aínsa. | Shutterstock

Por último, terminando con lo que ver en Aínsa, toca desplazarse a sus afueras. Allí se levanta el templete barroco de la Cruz Cubierta. Dicha cruz de hierro, a modo de homenaje de la leyenda de la que hablábamos al principio, descansa sobre una carrasca de piedra. Cada dos años, el último domingo de agosto, los ainsetanos conmemoran la  batalla que inició la reconquista aragonesa con la fiesta de La Morisma.

Por supuesto, otro de los atractivos de Aínsa es su posición entre el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido y el Parque de la Sierra y Cañones de Guara. Es recomendable recorrer el Valle de Vío hasta el pequeño Fanlo, entrando en el Cañón del Valle de Añisclo. Asimismo, Torla compone otra bella excursión. Si se prefieren entornos más urbanos, Jaca y Huesca son alternativas de interés.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.

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