La naturaleza es azarosa y caprichosa, no tiene porqué respetar los afanes constructivos o urbanísticos del hombre. La mala planificación también ha hecho estragos en la historia de muchos pueblos y aldeas. Pero la mayor afectación ha venido precisamente de la acción humana. Esto se comprueba cuando emergen, en época de sequía, estructuras de pantanos …