Es poco antes de la media noche y se escuchan ruidos de cuernos y bocinas. No se ve nada, el pueblo que se encuentra a la espalda de la playa de O Torno está apagado. En San Cibrao, Lugo, no hay una sola casa o calle con luz. Lo único que ilumina la noche en este enclave de Galicia es la luna y el fuego. Los sonidos de los cuernos y las bocinas envuelven todo el ambiente impidiendo así escuchar un sonido diferente.
Numerosos marineros se adentran en el agua con sus embarcaciones. Están buscando algo que habita el mar. A veces dejan de hacer sonar los cuernos con cuidado para poder escuchar algo, pero tienen miedo de ser embrujados por lo que están buscando. Han parado y se oyen cánticos que llevan hasta la isla de la Sombriza. El ruido les dirige hacia lo que parece una figura a lo lejos. Están muy ansiosos por llegar y el sonido se intensifica. Entre la oscuridad se empieza a ver claro sobre una piedra que se trata de una persona. O eso creen ellos.
Cada vez están más cerca y se puede ver la figura más nítida. Se trata de un ser conocido como Maruxaina. Tiene un aspecto que al principio asusta a los marineros, por lo desconocido, pero termina por agradarles. De cintura para arriba es humana, pero de cintura para abajo tiene una cola de sirena.