A unos 35 kilómetros de las orillas del municipio de Vilanova i la Geltrú, lejos ya de la protección de las Nereidas y los mantos de Posidonia, se asienta el pueblo de Sant Quintí de Mediona. En apariencia, un enclave de características mediterráneas de lo más usual. En secreto, un recodo salpicado de cuevas y fuentes naturales comunicadas por canales subterráneos que guardan a su vez un mito: el de la leyenda de la cova del Bolet.