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Las ventajas y desventajas del cambio de hora en España

Cambio de hora en España

Cada año, en España, se producen dos cambios de hora. Sucede cada mes de octubre y cada mes de marzo, en torno al último fin de semana del mes. En el primer caso, las manecillas se retrasan. En el segundo, se adelantan. En otoño los españoles duermen una hora más, lo que tiene su contrapartida en primavera, cuando duermen una hora menos porque a las dos son las tres.

Robar horas al día, o sumárselas, viene siendo habitual desde hace décadas, pero en los últimos años son muchas las voces que han cuestionado el valor de este sistema de organización propio de Occidente. Para entender el presente hay que empezar por mirar hacia el pasado, así que a su historia nos remitimos.

Historia del cambio de hora: dónde, cuándo y por qué 

El primer cambio de hora llegó con la Primera Guerra Mundial
El primer cambio de hora llegó con la Primera Guerra Mundial. | Shutterstock

Fue Benjamin Franklin, político, científico e inventor estadounidense, quien a finales del siglo XVIII compartió con el mundo la idea del cambio de hora para aprovechar la luz solar. Lo siguieron figuras como el constructor inglés William Willett, que un siglo más tarde señaló con preocupación cómo sus paisanos seguían durmiendo cuando ya había amanecido. Es decir, no se aprovechaba la luz natural porque simplemente no había llegado “la hora de despertarse”.

Así comenzó esta revolución que no tuvo una aplicación efectiva hasta, curiosamente, la Primera Guerra Mundial. Fue en abril de 1916 cuando el Imperio Alemán y el Austro-Húngaro decidieron poner en práctica lo que hasta entonces solo era una teoría. Poco tiempo después los siguieron los restantes países europeos, aunque durante décadas se haría de forma intermitente. España es el ejemplo de esto último.

El momento en que España adoptó el cambio de hora

Aunque el horario de verano se fijó en abril de 1918, en respuesta a las demandas de los restantes países occidentales, lo cierto es que no tuvo constancia en el tiempo. Desde 1920 a 1923 no se produjo ningún cambio de hora, tampoco en 1925, y con la llegada de la Guerra Civil el caos fue aún mayor. Los territorios republicanos tenían una hora mientras que los franquistas adoptaron otra diferente.

Tampoco los años que siguieron a la guerra fueron mucho mejores en este aspecto. De hecho, desde 1950 hasta 1973 no se siguió esta medida. Fue a partir de ese último año mencionado cuando se tomó la decisión para nunca más revocarla. Así que puede decirse que España adoptó el cambio de hora en 1973.

Cambio de hora: ventajas, desventajas y posibles escenarios

A favor del cambio horario en marzo y octubre

El cambio de hora comenzó a realizarse intentando aprovechar las horas de luz natural en invierno
El cambio de hora comenzó a realizarse intentando aprovechar las horas de luz natural en invierno. | Shutterstock

Los principales valedores de mantener los dos cambios de hora en España señalan en primer lugar el ahorro energético que acompañaría al aprovechamiento de las horas de luz solar en invierno. El cambio de hora durante los meses de invierno facilita un amanecer más temprano, más o menos acorde a la hora que suenan los despertadores en los diferentes hogares. De esta manera se tiene luz natural hasta prácticamente las seis de la tarde. Además, de no producirse este cambio horario, en el norte de España no amanecería hasta cerca de las diez de la mañana.

En contra del cambio horario: uno para todos y todos para uno

Estar en contra del cambio horario generalmente supone estar a favor del horario de verano de forma permanente. Es decir, se eliminaría el que viene sucediendo desde octubre hasta marzo. Los detractores del mismo quitan validez a ese ahorro energético, pues aunque se aprovechan las horas de luz de la mañana, a partir de las seis de la tarde es cuando más personas regresan a sus casas, por lo que es entonces cuando aumenta el gasto. Siendo invierno, además, el gasto en calefacción se multiplica. Un anochecer más tardío facilitaría que las personas abandonaran sus puestos de trabajo cuando aún es de día, reduciendo significativamente el porcentaje de población que llega a casa cuando ya es de noche. Esto también podría tener consecuencias positivas en sectores como el turismo o el consumo.

Al margen de los beneficios que pueda ofrecer un horario u otro, también se han encontrado problemas relacionados con la salud. Los ciclos de sueño se ven afectados con cada cambio de hora y el cuerpo humano vive, entonces, una especie de jet lag a pequeña escala. Hay estudios que indican un aumento de los accidentes de tráfico e incluso de ataques al corazón que, sin embargo, se verían reducidos adoptando un horario sin modificaciones, tal como explicó un estudio de la Universidad de Alabama.

Así sería la vida en España con el horario de verano permanente

Entre los meses de marzo y octubre todo sería tal cual se conoce hasta el momento. El amanecer se daría entre las 06:30 y las 08:00 de la mañana, llegando antes en los meses de verano y más tarde tanto en primavera como en otoño. El anochecer seguiría produciéndose entre las 20:30 y las 22:00 de la noche.

Los cambios llegarían en invierno. De octubre a marzo, el amanecer no empezaría hasta las 08:00 y en algunos rincones no se produciría hasta cerca de las 10:00. A cambio se ganarían horas vespertinas. No anochecería nunca antes de las 18:30 de la tarde.

Así sería la vida en España con el horario de invierno permanente

Lo cierto es que adoptar el horario de invierno no se contempla, pero no está de más repasarlo. En este caso, las rutinas serían semejantes a como las conocemos entre los meses de octubre y marzo. Amanece entre las 07:30 y las 09:00, dependiendo del mes concreto, y anochece entre las 17:00 y las 18:30. Durante los meses de verano, sin embargo, comenzaría a amanecer en junio a partir de las 05:30, alargándose hasta las 07:00 en meses más lejanos al periodo estival. En el mejor de los casos, anochecería en torno a las 21:00.

El futuro más probable: adiós al cambio de hora

Parece que pronto se dejarán de cambiar los relojes en el mes de octubre
Parece que pronto se dejarán de cambiar los relojes en el mes de octubre. | Shutterstock

Parece que dentro de unos años se hablará del cambio de hora solo para recordar cómo fueron las cosas en el pasado. Ya en 2018, la Comisión Europea presentó un proyecto, tras consultar a unos cinco millones de ciudadanos europeos, para suprimir de una vez y para siempre esta medida. En esa encuesta realizada, ocho de cada diez personas se posicionaron en contra del cambio de hora. Occidente se muestra cada vez más reticente a una decisión tomada hace más de un siglo. Los tiempos han cambiado y parece que la hora dejará de hacerlo.