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Qué ver en Girona

Panorámica de dónde dormir y qué ver en Girona

La bella ciudad de los asedios

Emplazamiento privilegiado, esta capital provincial alberga uno de los cascos históricos más evocadores de Cataluña. La piedra antigua refleja su apasionante historia cultural y militar. A su alrededor hay numerosos lugares de excursión, tanto de naturaleza histórico-patrimonial como natural. En los siguientes epígrafes se repasa la historia y lo que ver en Girona capital. ¿Te vienes con nosotros a descubrir que ver en Girona?

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Esta importante ciudad monumental tiene un ambiente cargado de historia. Entre los lugares de visita inexcusable que ver en Girona están su catedral y la judería. Una dupla que es solo la apertura de una visita que lleva entre uno y dos días como mínimo. Además a una hora en coche quedan diversas escapadas muy interesantes.

Al Este se sitúan las históricas localidades de Peratallada, Pals y Palafrugell, con unos cascos históricos ideales para pasear relajadamente. Otra visita de día es al bellísimo y variado parque del Montgrí, las islas Medas y el Bajo Ter.

Pocos kilómetros al norte se encuentra la tranquila y señorial Banyoles, que se recorre en media jornada. De ir allí, la tarde se puede invertir un poco más hacia arriba, en la medieval Besalú. Una apetecible alternativa en la playa de la Costa Brava la genera Sant Feliu de Guíxols.

Para no elegir mal restaurante y alojamiento se han preparado las páginas especializadas sobre dónde Dormir y Comer en Girona capital.

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Antigua es la historia capitalina gerundense, también vital para entender todo lo que ver en Girona. El nacimiento de la ciudad es difícil de fijar con exactitud. La leyenda cuenta que la fundó Gerión, niño gigante de tres cabezas que fallecería a manos de Hércules en su décimo trabajo.

Para la Historia, los orígenes de la ciudad (Gerhona Gerhun) se remontan a la Antigüedad, asociados a los asentamientos íberos de los indigetes en el Llano de Gerona. En tal momento probablemente se determinaría su estructura urbana triangular, mantenida posteriormente.

La vinculación gerundense a Roma se inició en el s. I a.C. Entonces se fundó un campamento militar en la confluencia de los ríos Galligants, Güell, Onyar y Ter. Desde él se controlaba el tránsito de la Galia hacia Hispania por la Via Augusta. Este oppidum se consolidó después como ciudad amurallada, con el nombre de Gerunda, al que se trasladó la población circundante. Crecerá, disputándose con la portuaria Empúries el liderazgo de la zona.

Los árabes la conquistaron hacia el año 715, imponiendo un tributo personal y territorial a los cristianos que allí se quedaron. Pero, en el 785, los propios habitantes mozárabes entregaron la ciudad al emperador Carlomagno. Con dicha acción se instituyó el condado de Gerona, perteneciente al Imperio Carolingio y apoyado por un importante obispado.

La población se defendió con éxito en el 793 del asedio de Hisham I, mientras que en el año 801 colaboró en la conquista de Barcelona. Más tarde, en, 1082 tuvo lugar la misteriosa historia del asesinato de Ramón Berenguer II (1053-1082), muy recordada e incluso reflejada en la catedral.

Que ver en Girona
Monasterio de Sant Pere Galligants

La urbe creció y amplió sus murallas, alcanzando su máximo esplendor la comunidad judía, incluso con una escuela cabalística. Desde mediados del siglo XII destacó por su actividad mercantil, comercial, artística y literaria. A pesar de ser saqueada por las tropas del duque de Borgoña, en el siglo XIV se convertirá en la segunda ciudad más poblada de Cataluña.

Entre los siglos XV y XVIII, las periódicas invasiones francesas, aprovechando guerras o disensiones civiles, la sumieron en una profunda depresión económica y demográfica. Durante 1705, con motivo de la Guerra de Secesión, Girona se pronunció a favor del archiduque Carlos de Austria.

Por lo tanto, en 1711, las fuerzas borbónicas del duque de Noailles asediaron la ciudad y se apoderaron de ella. Las tropas austriacas del general Wetzel intentaron recuperarla, pero el ejército del duque de Berwick les obligó a levantar el sitio. La victoria final de Felipe V condujo a que fuera nombrada capital del corregimiento. De este modo, se sustituyeron a las veguerías, pequeñas circunscripciones administrativas medievales, reforzándose así su papel institucional.

Durante la Guerra de la Independencia, la ciudad llegó a sufrir tres asedios muy seguidos. Los dos primeros tuvieron lugar durante el año 1808. El tercero lo llevó a cabo La Grande Armée napoleónica, desde junio de 1809, contra los escasos defensores del general Álvarez de Castro. Tras recibir unas sesenta mil bombas durante siete meses de asedio, sin víveres, agotados por las enfermedades y con la población civil reducida a prácticamente a la mitad, la plaza fuerte capituló.

Esta gesta es conmemorada cada año durante dos días en los escenarios reales. La derrota tuvo un positivo efecto moral entre los españoles, pues el heroísmo demostrado promovió las guerrillas en Cataluña. El novelista Pérez Galdós glosó aquel acontecimiento en sus Episodios Nacionales.

Hacia 1889, el Estado mayor del ejército español suprimió la categoría de plaza fuerte que ostentaba Girona. Tal decreto supuso el derribo de parte de las murallas al sur de la ciudad. Esto dio pie a un nuevo diseño urbanístico, mantenido hasta la actualidad. Tras conocer la historia, toca saber lo que ver en Girona capital.

A continuación, todo lo que ver en Girona.

La zona monumental que ver en Girona se concentra en la antigua ciudad medieval, así como en el núcleo del ensanche decimonónico. Este último cuenta con una interesante representación de edificios modernistas. Sea como fuere, la visita propuesta arranca sobre los puentes del río Onyar.

De la vía fluvial, límite de la ciudad antigua y moderna, sobresalen cuatro puentes del siglo XIX. Estos son el Pont de Pedra (1856); el Pont de Les Peixeteries (1876), construido en hierro por la compañía de Gustave Eiffel; el Pont de Sant Agustí (1877), que lleva al casco viejo, y el Pont de Manuel Gómez (1914). Todos ellos ofrecen una magnífica panorámica sobre la parte trasera de las casas de la ribera del casco antiguo, en colorida aglomeración de muros con galerías y ventanales, antiguamente ocultos por la muralla. Hoy día constituyen una de las vistas más características de la ciudad.

Su Barri Vell, zona que ver en Girona que hereda el trazado urbano romano, está delimitado al Este por el Paseo de la Muralla. Es atravesado por el Carrer de la Força. Desde el siglo X y hasta 1492 fue la arteria principal del Call, el antiguo barrio judío. Este permanece muy bien conservado, como un angosto laberinto de callejuelas mínimas, a veces cubiertas con arcos y con fuertes pendientes.

Dentro de la judería, en una antigua sinagoga del siglo XV, se encuentra el Centro Semítico Bonastruc Ça Porta. Nombrado en honor al importante maestro de la escuela cabalística gerundense, alberga el actual Museu d’Historia dels Jueus.

Desde el carrer de la Força se puede también divisar la Catedral de Santa María de Girona. Se puede acceder al templo bien por esta vía, bien en un ascenso casi místico a través de una majestuosa escalinata en piedra del siglo XVII. Compuesta por una elegante balaustrada y noventa peldaños distribuidos en tres tramos es el elemento más cinematográfico que ver en Girona capital. La catedral (ss. XI-XX), de dilatada construcción y variados estilos, contiene una grandiosa nave única, considerada la más ancha del mundo en estilo gótico.

Está cerrada por una fachada barroca y con un campanario neoclásico de planta octogonal. En el interior destacan dos piezas románicas del siglo XI. En primer lugar, el presbiterio, con su ara de alabastro y la cátedra episcopal, esculpida en mármol y conocida como la “Silla de Carlomagno”. Además, en ella se albergan sepulcros de personajes tan célebres como el conde Ramón Berenguer II.

En segundo lugar, el claustro (s. XII), de planta trapezoidal y sugerentes capiteles. Desde él se divisa el antiguo campanario románico (S. XII). En el conjunto catedralicio está el Museu Tresor, con piezas excepcionales como el bordado románico del Tapiz de la Creación (S. XI) o el valioso manuscrito del Beatus (S.X).

catedral girona
Catedral de Santa María

Frente al templo episcopal se divisan la Casa Pastors, actualmente Palacio de Justicia, levantada durante el siglo XVIII sobre la muralla. Cerca también está la Pía Almoina, hoy sede del Colegio de Arquitectos de Girona. Antiguamente dio cobijo a una institución benéfica, fundada en el lejano año de 1228. El edificio cuenta con una elegante fachada gótica de mediados del siglo XIV en la que se incluyen una serie de ventanas dispuestas en V. De este modo en cada nivel aumenta el número de vanos y disminuye la complejidad de su diseño.

Muy cerca están los Baños Árabes (s. XII) que, pese a su nombre, son unas antiguas termas románicas. En tan curiosa construcción destaca la pequeña cúpula sostenida por ocho elegantes columnas del frigidarium, una piscina de agua fría.

Al norte, a las afueras de la antigua ciudad medieval, se sitúa otra joya que ver en Girona capital. Es el Monasterio de Sant Pere Galligants (s. XII), actualmente es sede del Museu Arqueologic. Se trata de una antigua abadía benedictina cuya iglesia, con tres naves, crucero y cuatro ábsides, es un buen ejemplo del románico catalán. El campanario sobresale en el perfil de la ciudad con sus pisos de planta octogonal de aberturas dobles y decoración lombarda.

Otras dos muestras de románico brillan en Gerona. La primera es la Iglesia de Sant Nicolau (S. XII), de una sola nave y tres absidiolas dispuestas con forma trebolada. La segunda es la Iglesia de Sant Feliú (ss. XII-XIII), con estilizado campanario del gótico tardío y fachada barroca. Resultan imperdibles sus ocho sarcófagos romanos, conservados en las paredes del presbiterio.

Al sur del Barri Vell se extiende el antiguo barrio gremial, formado por angostas calles, pequeñas plazas y numerosas vías porticadas, con arcos anchos y bajos. Entre los soportales más destacables se pueden mencionar los de la Rambla de la Llibertat, a orillas del río, o los de la Fontana d’Or. Esta última es la galería románica más antigua de la ciudad, sobre la que se construyó un palacio gótico (ss. XIV-XV).

Fuera del núcleo histórico, dispersas por el ensanche, se distribuyen notables edificios que ver en Girona capital. Entre ellos abundan obras del excelente arquitecto gerundense Rafael Masó (1880-1935). Tal fue su importancia que cuenta con su propio museo en la Casa Masó. La modernista Fábrica Harinera Teixidor, de 1911, es digna de mención. Lo mismo ocurre con la novecentista Casa de la Punxa, de 1922, o la Farmacia del Antiguo Hospital Santa Caterina, con una rica colección de más de 350 botes de cerámica, jarrones y albarelos. A las afueras de la ciudad se sitúa el Parc de la Devesa, con más de 2.500 plátanos.

Asimismo, la nómina de museos que ver en Girona es otro de sus puntos fuertes. En el Palacio Episcopal se ubica el Museu d’Art, con piezas desde el prerrománico, como el ara portatio de Sant Pere de Rodes, hasta el siglo XX. Por otro lado, el Museu d’Història de la Ciutat está situado en un antiguo convento de Capuchinos (s. XVIII).

Por último, cabe destacar el interesante Museu del Cinema. Si uno quiere regresar a la ciudad, una tradición gerundense aconseja dirigirse la calle de Calderers, frente a la colegiata de Sant Feliú. Allí ha de plantársele un sonoro beso en el trasero de una pétrea leona. Conforme al dicho popular: “no ama Girona quien no besa el culo a la leona”.

Esto es lo principal que ver en Girona.

Imprescindibles

Dónde dormir en Girona
Baños árabes
Dónde dormir en Girona
Iglesia de Sant Feliú

Datos prácticos

Coordenadas

41° 59′ 0″ N, 2° 49′ 0″ E

Distancias

Barcelona 99 km, Madrid 706 km.

Altitud

76 m.

Habitantes

96 722 (2012).

La principal festividad que ver en Girona capital es la Semana Santa

Otros eventos que ver en Girona son: Concurso-Exposición de Flores (segunda quincena de mayo); Feria de Sant Narcís (en torno al 29 de octubre). Cuenta además con numerosas ferias: del disco (marzo), del ocio (abril), del caballo (septiembre) y del mercado del arte (diciembre).

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