La comarca de Binissalem tiene una dilatada tradición vitivinícola. Obtuvo la categoría a de Denominación de Origen a finales del año 1990. El empleo de variedades autóctonas singularizan este producto. Destacan los vinos de Binissalem tintos de la variedad autóctona Manto Negro y los blancos elaborados con la variedad Moll.
Vinos blancos de aspecto limpio y brillante. Son frescos e intensos con buen equilibrio gustativo. Se caracterizan por la presencia de aromas frutales. Los vinos elaborados con las variedades Moscatel son muy aromáticos, propio de la variedad.
En su elaboración la variedad principal es la autóctona Moll. Se pueden acompañar de las variedades Macabeo, Perellada, Moscatel de Alejandría, Moscatel de grano Menudo, Chardonnay y Giró Ross.
Los vinos tintos se caracterizan por una intensidad de color media con aromas a frutas rojas. En boca son cálidos, con buena estructura, equilibrados y de final persistente.
Son vinos de Binissalem de añadas concretas que han adquirido una armonía en su conjunto de cualidades debidas al proceso de crianza y envejecimiento. Se podrán encontrar las indicaciones Crianza, Reserva y Gran Reserva. Éstos se han sometido a un proceso de envejecimiento en barrica de roble y botella de 24, 36 y 60 meses respectivamente.
Entre las variedades tintas cultivadas destacan como preferente la Manto Negro. Debe intervenir en al menos un 30%, por delante de otras variedades como la Callet, Tempranillo, Monastrell, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Gorgollassa.
Los vinos espumosos son brillantes y limpios. De aromas frutales. Son vinos frescos, intensos, de gran finura y persistencia. Son elaborados con al menos la mitad de vino de la variedad Moll o Prensal Blanco. También destacan las variedades Parellada, Macabeo y Chardonnay.
La gran tradición de los vinos de Binissalem en esta denominación queda reflejada en las referencias históricas. Desde la introducción del cultivo de la viña en el año 121 a.C. siempre se ha cultivado y elaborado vino en la actual comarca que conforma la denominación.
Los vinos de Binissalem fueron citados por el escritor Julio Verne en la novela Clovis Dardentor. “Y los jóvenes tuvieron que vaciar algunos vasos del excelente vino de Binsalem, cuya fama se extiende más allá del archipiélago de las Baleares”.
La tradición vitivinícola ha perdurado arraigada en el pueblo con fiestas como “La Festa des Vermar” de Binissalem, a finales de septiembre coincidiendo con la vendimia. Además, la “Festa del Vi Novell” en Santa María del Camí, a finales de noviembre coincidiendo con la puesta a la venta del vino joven.
La zona de producción la componen cinco municipios. Se encuentran casi en el centro geográfico de la isla de Mallorca, en un paisaje de suave relieve donde dominan la llanura.
Los suelos suelen ser pobres en nutrientes, con caliza sobre arcilla y costras dispersas de caliza a escasa profundidad. Esto confiere a los suelos capacidad para retener agua al formar una corteza protectora. Su clima se puede calificar de mediterráneo suave, con veranos secos y calurosos e inviernos suaves y cortos.
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