La cecina es un producto cárnico que se asemeja al jamón. Sin embargo, se realiza mediante el curado de carne de vacuno, e incluso de equino o buey. La cecina de León se elabora con carne de vacuno. Representa el 95% de la cecina que se consume en España y se exporta a países europeos.
Para su elaboración se utilizan distintas piezas del cuarto trasero vacuno mayor (tapa, contra, babilla y cadera). Esto se hace durante un periodo superior a 7 meses. En ellos tienen lugar operaciones de perfilado, salado, lavado, asentamiento, ahumado y secado.
Externamente la cecina se caracteriza por su color tostado propio del proceso de elaboración. Al corte la cecina presenta unas tonalidades rojo intenso a granate, con unas finas vetas blanquecinas de grasa, que le confieren jugosidad.
El sabor poco salado típico y el aroma ahumado es característico de este producto. Podemos encontrar estas piezas enteras, envueltas o enfundadas. También presentadas en porciones o lonchas envasadas al vacío, o en cualquier otro sistema aprobado por el consejo regulador.