Los frutos secos han sido utilizado como fuente de energía desde la prehistoria. En este momento el ser humano aprendió a romper la cáscara de los frutos para más tarde comenzar a cultivarlos. Los frutos secos forman parte de la cultura gastronómica a nivel mundial. En cada región destacan unos sobre otros y la avellana en concreto forma parte de la dieta mediterránea.
La avellana es la semilla del fruto del avellano, de las especies Corylus avellana y Corylus maxima Mill. La denominación de origen Avellana de Reus protege las variedades Negreta, Pautet, Gironella, Morella y Culplana, siendo la negreta la variedad más cultivada.
Su recolección comienza en septiembre hasta el mes de octubre. La Avellana de Reus la podemos encontrar como avellana con cáscara, en grano y tostada. Ideal para consumir a cualquier hora del día. También como ingrediente en numerosas recetas de repostería y salsas.
Las características nutricionales de las avellanas destacan por ser ricas en ácidos grasos monoinsaturados. Tienen un papel modulador en los niveles de colesterol y ser fuente de calcio, magnesio y manganeso.