En Guipúzcoa, al igual que sucedió en el resto de las provincias vascas, los oficios alfareros no tuvieron la raigambre histórica que existía en otras regiones de España. Los barros no eran de gran calidad y los objetos fabricados solían ser toscos y sencillos.
Los artesanos de alfarería y cerámica en Gipuzkoa afincados en el lugar solían venir de Francia ya que los guipuzcoanos preferían tallar la madera o forjar el metal.
Aún así, existieron numerosos hornos en la provincia repartidos en lugares como Azkoitia, donde aparece un alfar datado ya en 1775. Era común que la cerámica se importase desde tierras castellanas o desde Álava, donde su producción era mayor.
Actualmente, el oficio de alfarería y cerámica en Gipuzkoa ha resurgido y existen en la provincia multitud de artesanos repartidos en lugares como San Sebastián, Fuenterrabía, Irún, Tolosa o Zarautz.
A continuación, un listado de los artesanos que se dedican a la alfarería y cerámica en Gipuzkoa: