Metal y Forja en La Rioja

La artesanía del metal es uno de los primeros oficios tradicionales que surgieron en España durante los remotos tiempos de la Edad Media. Sucede lo mismo con el metal y forja en La Rioja.

En La Rioja, los ferrones estuvieron en funcionamiento hasta el siglo XVIII. Se trabajaba en pequeños talleres que solían instalar estratégicamente en lugares próximos a minas de hierro, ríos y masas forestales. Su trabajo fue determinante en la fabricación de aperos de labranza, piezas de mobiliario, armas y otros elementos de diverso pelaje.

Con la instauración de los altos hornos en el siglo XIX, la producción metalúrgica sufre un importante cambio de orientación. Este afecta principalmente a estos pequeños artesanos del hierro y otros metales. Mientras la mayoría desaparecieron o fueron absorbidos por las nuevas técnicas, otros permanecieron firmes y fieles a un modo de trabajo tradicional.

Lugares de referencia

Hoy en día, el metal y forja en La Rioja sigue contando con artesanos dedicados a ello. Sus talleres se reparten por buena parte de su territorio, pero la mayoría se localizan en Logroño y sus alrededores. Hoy en día, estos profesionales reparan maquinaria agrícola, hacen puertas, percheros, ventanas, cabeceros, lámparas, rejas, campanarios o balcones. Algunas de las localidades más importantes son: Bañares, Zarratán, Hervías, Nájera, Igea, Herce, Haro, Autol o Navarrete.

Cabe hacer especial mención a los herradores, que se dedican a la realización de herraduras para las caballerías en localidades como Entrena, Briones, Tricio o Herce. Además quedan un cencerrero en la localidad de Santurde de Rioja y caldereros y armeros en Calahorra y Arnedo.

Imagen principal: Carpintería Metálica Anguciana