La fabricación de velas y cera en Extremadura es llevaba a cabo por artesanos que todavía, hoy en día, trabajan la cera de manera manual para confeccionar toda clase de cirios, velas o figuras decorativas de diverso tipo, existiendo de diferentes formas, tamaños, colores e incluso olores.
Estos profesionales del gremio, llamados cereros, utilizan herramientas y métodos tradicionales de la vieja escuela, consistentes en la impregnación capa por capa del pábilo de algodón, para realizar su trabajo, que se utiliza como “mecha”. Ante el descenso de demanda por parte de los mercados clásicos, la artesanía basada en la manipulación de la cera ha tenido que abrirse a nuevos mercados. Destacan aquellos relacionados con las velas aromáticas y decorativas, o la fabricación de material para el mundo esotérico.
Además, el producto de la vela es un gran protagonista del mundo religioso, tradiciones tan arraigadas en algunas zonas de la comunidad extremeña. Por ello, no es extraño ver como su consumo en España aumenta en época de Adviento, y sobre todo de Semana Santa, ya que los cirios religiosos alumbran y acompañan a las distintas imágenes en las procesiones de los diferentes pueblos y localidades.
Imagen principal: Chris Potako
