Alfarería y Cerámica de Girona

En Gerona hay tres núcleos alfareros de importancia: La Bisbal d’Empordà, Quart d’Onya y Breda.

La Bisbal es la capital de la cerámica de Girona por excelencia. Tradicionalmente, la arcilla de gran calidad se obtenía de unas canteras cercanas a la localidad, que hoy día se han comercializado de forma industrial  y se exportan a toda España. Hasta la Guerra Civil la producción era la típica de la tradición rural, con los típicos platos de payés, los cuchareros y los botijos con decoración de engobes y vidriado. Después por influencia del ceramista Díaz-Costa se elaboraron nuevas formas y decoraciones pero sin perder de vista la tradición. En la actualidad existe una Escuela de Cerámica que organiza cursos de mucho éxito entre los ceramistas y en el 2010 se otorgó la marca “Cerámica de la Bisbal”. Son numerosos los talleres que todavía trabajan en La Bisbal como Cerámica San Pol, Cerámica Torres y Cerámica Vila Clara o ceramistas como Rogenca, por citar unos ejemplos.

En Quart d’Onya la producción tradicionalmente se dividía entre la cerámica roja y la negra, interrumpiéndose esta última en la Guerra Civil hasta que en los años sesenta volvió a recuperarse gracias a la familia Bonadona. El color negro se consigue tras ahumar la pieza durante su cocción. La diferencia fundamental a nivel de uso es que la cerámica roja es para vasijas que se colocan al fuego mientras que la negra es para agua. La producción negra consiste en el cantir, la cantireta, bebederos de aves, calentadores de cama, braseros, botijas y barreños. Entre las piezas rojas destacan cazuelas, ollas, pucheros y chocolateras. En los años sesenta por influencia del turismo se empezaron a decorar las cerámicas en frío con un color verde imitando bronce, con tanto éxito que se exportaron a toda España.

La localidad de Breda es el principal centro ollero desde la antigüedad, pues ya en el siglo XVIII se documentan ciento cuarenta y cuatro olleros, quedando cuarenta talleres en los años ochenta del siglo XX. Aquí se hicieron cazuelas de tres tamaños diferentes que se exportaron a distintos puntos de América y Europa. Entre los muchos talleres que se dedican a la cerámica todavía en Breda podemos citar algunos como la Central Cooperativa de Alfareros,  Cerámica Planas y Nova Artesanía.

En relación con la cerámica artística, en Breda se instaló en 1925 el famoso ceramista Josep Aragay, que destacó en Cataluña dentro del llamado Noucentisme, siendo una de sus obras importantes los murales para la Fuente de la Puerta del Ángel de Barcelona. Aragay donó su obra al ayuntamiento de la ciudad, con cuyos fondos y los que donó más tarde su viuda se hizo el Museo Municipal Josep Aragay, instalado en la antigua iglesia de Santa María. Es el máximo exponente de la cerámica de Girona.

Texto del Dr. Abraham Rubio Celada, Asesor de cerámica de la Fundación Zuloaga y Socio de EcraServicios Integrales de Arte.

Imagen principal: Núria