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Alfarería y Cerámica de Salamanca

Cerámica de Salamanca

La provincia de Salamanca contó en el pasado con un gran número de alfares en distintos pueblos, algunos ya extinguidos como los de la propia capital, y otros que todavía se encontraban activos en los años sesenta y setenta como Alba de Tormes, Cespedosa de Tormes, Tamames de la Sierra, Peralejos de Abajo, Ciudad Rodrigo, Vitidugino, Villavieja de Yeltes y Cantalapiedra.

De entre todos los centros alfareros de la provincia de Salamanca, destaca sin duda el de Alba de Tormes, en donde todavía en 1953 existían 12 alfares. Aquí se elaboran unas piezas con un engobe de color rojo, que presentan una característica decoración de motivos vegetales y geométricos en tono amarillo, hecha con barro blanco aplicado como una manga de pastelero en barbotina y, después, cubiertas con barniz. Se fabricaban todo tipo de piezas como cántaros, cantarillas, barriles, pucheros, cazuelas, platos, ollas, barreños para la matanza, asadores de castañas y macetas. En los años setenta empieza a cambiar la producción adaptando las formas al turismo con platos, ceniceros, jarros para mesones, y desarrollándose especialmente una forma llamada botijo de barril o filigrana que, partiendo de la tradición, se vuelve más complicado con un remate calado con una compleja red de cruzados y enrejados.

En Cespedosa de Tormes la producción se destina al agua con piezas como cántaros y cantarillas, con fama de hacer el agua muy fresca, y una decoración típica con motivos vegetales llamados ramos, que hacen las mujeres practicando incisiones con una aguja, alfiler u horquilla del pelo.

En Tamames de la Sierra se fabrican piezas para el fuego, vidriadas, como cazuelas, ollas y chocolateras. Suelen ser lisas salvo en fechas especiales como las romerías, donde suelen hacer alguna pieza con decoración en relieve.

En Ciudad Rodrigo se fabricaba algunas piezas especiales de cerámica de Salamanca, como las cazuelas portuguesas, llamadas así porque se vendían en Portugal, y las caixas fondas (barreños sin asas).

En relación con la tinajería de Salamanca, destacan los pueblos de Peralejos de Abajo y Cantalapiedra. La tinaja de Peralejos de Abajo se distingue por una decoración de círculos concéntricos en relieve. En Cantalapiedra todavía había cinco alfares en 1976; las tinajas de Cantalapiedra se fabricaban de hasta doce cántaros de cabida, hechas con la técnica del urdido y de terminación lisa. El ceramista Daniel Zuloaga compraba estas tinajas en varios tamaños para decorarlas con esmaltes cerámicos, ya que su aspecto vasto le daba a sus decoraciones mucho carácter, como si fueran piezas antiguas.

En cuanto a la cerámica de Salamanca esmaltada, en el siglo XVIII se fabricaba en la ciudad de Salamanca vajilla de loza estannífera decorada en azul cobalto. Existen otros centros de producción de cerámica de Salamanca en lugares como Ciudad RodrigoSalamanca o Béjar.

Texto del Dr. Abraham Rubio Celada, Asesor de cerámica de la Fundación Zuloaga y Socio de Ecra Servicios Integrales de Arte.

LOCALIDAD NOMBRE
Alba de Tormes Alfarería B. Tomás Pérez
Alba de Tormes Alfarería Dueñas
Alba de Tormes Alfarería Felipe Pérez
Béjar Cerámica Alberto Tomás Hernández
Candelario Santos Miguel Hinojosa López
Carrascal de Barregas Valeriano Barrado López
Cespedosa de Tormes Alfarería Hernández
Cuéllar Cerámica Alfonsa Laguna García
El Bodón Manuel Jerónimo Coca Hernando
Fuentes de Béjar Quintín Torrecilla García
Las Torres Pedro Muñoz Hernández
Salamanca Cerámica Ana María Mesas
Salamanca Elena Núñez López
Salamanca Reyes Asensio Barcala
Terradillos Íñigo Dueñas Herrero
Terradillos Santiago Álvarez Lago

Imagen principal: Carlos Reusser Monsalvez