Metal y Forja en Cantabria

El trabajo del metal y forja en Cantabria alcanzó su máximo esplendor en la Edad Media gracias a la proliferación de los gremios. Este fue, junto a la piedra y la madera, uno de los pocos oficios tradicionales a los que se reducía antaño la práctica total de las labores artesanas en Cantabria. La geografía de la región siempre ha jugado a favor de las ferrerías, que aprovechaban los caudalosos saltos de agua de sus ríos para articular su maquinaria y obtenían el combustible necesario para avivar el fuego de los densos bosques cántabros. Así se fabrican todavía hoy en día en España aperos de labranza, campanas, verjas, balcones, farolas y toda clase de elementos que sirven para decorar las casas o para vestir las calles de algunas poblaciones.

El metal y la forja de Cantabria en la actualidad

Esta tradición del metal y forja en Cantabria persiste hoy en día con mayor intensidad en algunas zonas de la comunidad autónoma, especialmente en el medio rural o costero, donde las nuevas construcciones intentan imitar el estilo de las antiguas viviendas. Gracias a la labor de los artesanos del metal y forja en Cantabria, algunos de los usos que se les pueden dar a estos materiales es el de la fabricación de utensilios para el hogar como calderos o cucharones. Se usa además la forja para la elaboración de verjas, lámparas, percheros, barandados o puertas.

La mayoría de estos artesanos del metal y forja en Cantabria realizan actualmente su trabajo en pequeños lugares del medio rural, pero también encontramos sus talleres y tiendas en lugares de mayor tamaño como Santillana del Mar o Santander. Destacamos los siguientes:

Imagen principal: Forja Artística Solís