La reserva de la biosfera de Urdaibai son 22.452 hectáreas que engloban una de las áreas de mayor diversidad natural en todo el litoral norte de España. La reserva queda completa con el pequeño biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe, uno de los principales atractivos turísticos del País Vasco.
La reserva de Urdaibai se extiende a ambos lados del cauce del río Oka, que discurre hacia el norte para desembocar en el mar Cantábrico por medio de la ría de Mundaka.
Así, la reserva de Urdaibai queda compuesto por una sucesión de ecosistemas entre los que cabe citar playas, acantilados y marismas en sus vertientes costeras acompañados por bosques y vegas fluviales hacia el interior de la misma. Los terrenos más septentrionales de la reserva de Urdaibai constituyen en esencia un humedal de gran valor natural que, además, contiene varios de los paisajes más emblemáticos de Vizcaya. Un buen ejemplo es el formado por la mole caliza del cabo Ogoño, con la playa Laga y la isla de Ízaro.
Hacia el interior de la reserva de Urdaibai se extiende un paisaje de prados y bosque en el que aparecen varios yacimientos arqueológicos. Por ejemplo, la Cueva de Santimamiñe y otros valores culturales como el Bosque de Oma, con sus árboles pintados por el artista Agustín Ibarrola. Muy próximo a ella se encuentra San Juan de Gaztelugatxe, todo un icono natural de la costa vizcaína.
Vegetación y fauna
La flora de la reserva de Urdaibai es un reflejo de la biodiversidad propia del lugar. Sus suelos están formados por una sucesión de prados y pastos entre los que aparecen masas forestales más o menos extensas de roble, encina, pino o madroño.
La zona costera de la reserva de Urdaibai es un área de especial importancia desde el punto de vista ornitológico al albergar a multitud de especies, tanto fijas como estacionales, entre las que caben citar garzas reales, cormoranes, martines pescadores, cigüeñas negras, tarros blancos, alimoches o águilas pescadoras. Como en toda la zona norte de España, en los bosques de la reserva de Urdaibai viven el jabalí, el corzo o el gato montés.