El Parque Natural de Armañón ocupa una extensión de 2.996 hectáreas de terreno situado sobre la franja más occidental de Vizcaya, en plena comarca de Las Encartaciones. El territorio de Armañón se encuentra protegido legalmente por decreto del Gobierno de España desde el año 2006.
Este espacio queda enmarcado por los desfiladeros de los ríos Carranza y Agüera.
El Parque Natural de Armañón está formado por un macizo de cumbres de alturas no superiores a los 1.000 metros como las de los picos Carranza o Los Jorros, que con 854 y 837 metros respectivamente marcan el límite vertical del parque. La roca que lo compone es fundamentalmente caliza, por los que todo el terreno está salpicado de lapiaces, torcas, dolinas y otras llamativas formaciones kársticas creadas por efecto de la erosión.
Destacan las más de 200 cuevas y simas subterráneas que hay en el Parque Natural de Armañón. Entre ellas sobresalen algunas como la Cueva de Pozalagua, famosa por sus estalactitas excéntricas, que no crecen necesariamente en sentido vertical; o la Cueva de la Torca del Carlista, una de las más extensas de toda España en su categoría. El Parque Natural de Armañón es además un buen ejemplo de cómo la actividad humana puede coexistir con la naturaleza de forma sostenible y controlada.
Vegetación y fauna
Las zonas más elevadas del Parque Natural de Armañón están pobladas por extensiones de pasto y plantas arbustivas mientras en sus laderas se extienden bosques de haya, roble o encina. Sobresalen entre el conjunto el Encinar de Sopeña o el Hayedo de Balgerri.
Entre la fauna de Armañón cabe destacar la presencia de grandes comunidades de murciélagos, algunas de ellas pertenecientes a especies protegidas.