La Sierra de San Pedro es un espacio natural de 115.032 hectáreas de extensión situado a caballo entre las provincias de Cáceres y Badajoz. Fue declarada por el Gobierno de España Zona de Especial Protección Para la Aves en 1989 y Zona de Especial Conservación en 1998.
Se trata de un conjunto de sierras paralelas de media y baja altura alineadas en dirección este – oeste situadas en plena penillanura de Cáceres; hace frontera entre España y Portugal. El relieve de la Sierra de San Pedro es abrupto y cuenta con su mayor cota de altura en los 702 metros del Torrico de San Pedro. Presenta un ecosistema de bosques y dehesas en el que destacan otros puntos de interés como los cerros Estenilla y Estena, de 633 y 675 metros de altura respectivamente. El terreno de la Sierra de San Pedro se emplaza sobre la divisoria de aguas de los cauces del Tajo y el Guadiana. Uno de sus principales ríos es el Zapatón, principal aporte del embalse de la Peña del Águila, situado al sur del conjunto. La Sierra de San Pedro cuenta también con los restos arqueológicos de Valencia de Alcántara, uno de los mayores conjuntos megalíticos de Europa occidental.
Vegetación y fauna
Los bosques de encina y alcornoque son la formación arbórea más extendida de la Sierra de San Pedro, que también cuenta con extensiones de matorrales como jaras, madroños, romeros o durillos y algunos bosques de ribera formados por sauces, fresnos, alisos y chopos.
En relación a la fauna, las aves de la sierra de San Pedro forman el grupo animal de mayor importancia. Entre la gran variedad de ejemplares que habitan el lugar, destacan el águila real e imperial, el buitre negro y leonado, el alimoche, el gavilán, el milano, la cigüeña negra, el herrerillo, el carbonero, el martín pescador o la tarabilla. El grupo de mamíferos de la Sierra de San Pedro es el habitual de las dehesas del oeste de España: jabalíes, zorros, ciervos, gatos monteses, ginetas, garduñas o nutrias.