El Parc del Garraf, situado sobre el área costera que ocupa la vertiente sudoriental de la Cordillera Litoral Catalana, es uno de los espacios naturales más representativos de la provincia de Barcelona. Ocupa una extensión de 12.820 hectáreas.
El Parc del Garraf es un conjunto montañoso de bajas alturas y orografía abrupta; formado en su mayor medida por roca calcárea, el efecto de agentes externos como el agua o el viento ha dado forma a un interesante paisaje de modelado kárstico plagado de simas, dolinas, cuevas y otros accidentes geográficos de similares características. Montañas bajas como la Morella (594 metros) o el Rascler (572 metros) conviven con valles de interior y escarpados acantilados sobre la costa mediterránea. El macizo cuenta con una importante red hídrica subterránea en la que sobresale la presencia del río Falconera. Además de esta zona de roca calcárea, el Parc del Garraf cuenta con una segunda área geológica en su extremo oriental dominada por rocas arcillosas de color rojizo. La presencia humana en el macizo es notable y deja verse especialmente a través de explotaciones agropecuarias y diversas masías.
Vegetación y fauna
Las áreas costeras del Parc del Garraf presentan una vegetación dominada por matorrales como la carrasca o el lentisco y otras especies como el carrizo y el palmito, una de las más representativas del lugar. En la zona interior aparecen bosques de pino y encina acompañados por otras plantas como el boj. Las condiciones climáticas del macizo del Garraf no han favorecido su colonización por demasiadas especies animales. No obstante, existen grandes colonias de aves con ejemplares de águila perdicera, halcón, mirlo, roquero o collalba. En sus simas y cuevas habitan también varias especies de murciélagos.